La reina del azúcar
La reina del azúcar es una novela de Dolores García Ruíz publicada en 2015 por Ediciones Versátil en la que a través de un cuaderno de memorias se descubre la historia de la protagonista, Inés Belmonte.
Inés llega a Melilla con catorce años desde Francia acompañando a su familia, pues su padre ha de trasladarse a esa ciudad por motivos de trabajo. Allí descubren un lugar insólito: una ciudad en pleno auge, pequeña, pero cosmopolita y al mismo tiempo cerca de un mundo aún salvaje, justo en el norte de África. La joven y sus hermanas pequeñas serán testigos y también participarán, en mayor o menor medida, en todos los sucesos históricos que tendrán lugar en la primera mitad del siglo XX.
Inés conocerá el amor y la tragedia. Pasará penurias económicas y llegará a ser respetada y reconocida como La reina del azúcar. Deseará regresar a su casa de París y acabará aprendiendo a amar su nueva ciudad, Melilla. De la misma manera, las decisiones que tome afectarán a mucha gente, incluso en el futuro, muchos años después de que ella ya no esté.
La novela está muy bien ambientada y en ocasiones llega a emocionar. Los personajes están correctamente desarrollados, pero encuentro que hay un exceso de detalles en algunos momentos que hacen la lectura sea un poco farragosa y no ayuda a dar agilidad a la trama. Hay que leer atentamente para no perderse entre tantos personajes, pero al final del libro hay un índice que ayuda bastante. En conjunto es una buena lectura y que es posible que sorprenda a más de uno, porque Melilla no deja de ser una gran desconocida para un buen número de personas. La novela deja entrever que tenemos una ciudad con una historia muy rica, que llegó a ser cosmopolita y con una intensa vida social y cultural. En palabras de uno de los personajes de principios del siglo XX: «Es una ciudad pequeña…pero es un cruce de caminos y aquí hay gentes venidas de todas partes del mundo, la mayoría con grandes inquietudes y con muchas ganas de progresar». La reina del azúcar es un auténtico homenaje a Melilla.
La reina del azúcar
