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Antes de la cosecha
“Los diálogos infinitos” Reseña del libro Antes de la cosecha de Samir Delgado
El nuevo poemario del autor canario Samir Delgado sigue la estela del diálogo creativo con la obra de artistas como Fernando Zóbel o Manuel Millares. El volumen ha sido editado por el Museo de Arte Contemporáneo Esteban Vicente en Segovia y conmemora el 120 aniversario del nacimiento del pintor Esteban Vicente vinculado al expresionismo abstracto de Nueva York
Por Maribel Gilsanz*
Entre las más importantes razones de vivir de un artista suele estar su obra, que queda para recordarle y seguir dialogando con el mundo. Hace 120 años nació Esteban Vicente y hoy, este libro de Samir Delgado, titulado Antes de la cosecha, como uno de los cuadros de Esteban, nos invita a ampliar el diálogo infinito que genera el arte y la cultura. El libro de Samir Delgado está enriquecido con citas que dejan ecos. Sus investigaciones nos recuerdan que los cuadros de Esteban Vicente producen, como dijo Salinas, “una sensación física”.
Los buenos libros dejan singulares sensaciones en los lectores y este para mí produce el efecto de haber nacido con un ojo inmortal. “Como si todo estuviera al nacer. Inmortal en el ojo”, cita Samir Delgado a Paul Auster. La libertad ortográfica y las imágenes, que se suceden con una sensibilidad exquisita y caótica, me llevan a imaginar el acuerdo entre razón y delirio que habrá vivido el poeta al elaborarlo. Poesía es “convertir el delirio en razón sin abolirlo”, decía María Zambrano. Este estado se nos instala en la lectura y la mente pide cierto grado de quimera. Los versos de Samir Delgado me animan a ponerlos en una coctelera. Y veo sombras incitando la explosión de una estrella. La epifanía y el vacío persiguiendo las líneas rectas del aire. Las venas del tiempo sobre la sed perpetua de los mares… Escucho el lenguaje del universo en la soledad de dos corazones. Y huelo el perfume del café en los vértigos de trinchera… La rica sensorialidad de Delgado cabalga sobre la écfrasis y el arte plástico se hace poema y verso.
Este libro es una personal biografía del artista segoviano, hecha con poemas, donde la luna de Turégano se asoma entre las páginas. Obras de otros artistas, numerosos, aparecen también completando el puzle del poeta canario. Una rica imaginación impregnada de abstracciones y de realidades… “Porque hay palabras como amor y libertad cansadas de la losa de un clavel”. Me interesan especialmente, por contarme entre ellos, los escritores relacionados con la plástica y los artistas vinculados a la escritura. Adentrarme en la lectura de la poesía de Samir Delgado me proporciona este placer añadido de navegar en un río enriquecido por dos aguas.
Como collagista me he identificado con los versos del poema D1957 “La mano hilvana/ y recorta vocales ahítas/ de perpetuación”. Utilizamos a menudo las manos como metáfora de tantas cosas… Con frecuencia, Samir Delgado las personifica. “Otros ojos de otras manos, de otras vidas, juntaron una vez / la arcilla de este tiempo lejano que perdura en la solidez / y el vértigo de la mirada”. Harriet, la mujer de Esteban Vicente, aparece como “la mano de la caracola en la conversación de un continente”
El libro es una conversación de conversaciones. También un testimonio del “diálogo mudo entre el abismo y sus pérdidas”. Hay una cuestión formal en este poemario que nos recuerda que todo está siempre por decir, que nada termina en una conversación entre artistas y poetas: la ausencia de puntos. Eludir la marca de “seguido” y “aparte” se me antoja metáfora de una espiral de comunicación sin fin. “La totalidad es fugitiva”.
“La soledad de dos corazones/ es el lenguaje del universo”, dice Samir Delgado, refiriéndose a Vicente y Juan Ramón Jiménez. Es esa soledad de todo corazón la que hace que tenga sentido el diálogo infinito.
Mientras existan el arte y la poesía nunca estaremos solos.
*Maribel Gilsanz (Navalmanzano, Segovia, 1967) Escritora y artista visual
Antes de la cosecha
