- Presentado hoy en la Casa de Castilla-La Mancha de Madrid - 9 de noviembre de 2025
- Gaétan Soucy: La niña a la que le gustaban demasiado las cerillas - 2 de noviembre de 2025
- Abrir “La puerta del infierno” - 2 de noviembre de 2025
“Incantesimi” de Leonardo Lastilla
«Antes de dormir/es sagrado/medir suavemente/el electrocardiograma natural/de mi corazón/que reposa sobre el tuyo». Los versos se encuentran en el libro de Leonardo Lastilla “Incantesimi” (GPM Edizioni, 2025, págs. 100, 11,99 €) y despliegan su dirección emocional en el seductor hechizo de la vida. Leonardo Lastilla aboga por la práctica del lenguaje poético como el arte de combinar el encanto del verso con el deseo de evocar la evocación de una entidad, capaz de describir un ritual de sugestiones en el efecto de la conversación con otro, el receptor de la correspondencia introspectiva. Renueva la fórmula alquímica de las intenciones, influyendo en el viaje del alma, transitando el sinuoso laberinto de la felicidad y la lúcida tortuosidad del dolor, en la persistente oscilación entre la ambigüedad del comportamiento psíquico, la exhortación de la mente y la desilusión del corazón. “Incantesimi” capta la dinámica humana en las metáforas de los deseos, en la identidad de lo imaginario y la brecha con la realidad. Abarca la conciencia, el valor intrínseco y ambivalente de todo remedio simbólico, una medicina para el espíritu que alivia el dolor humano pero contamina su integridad.

El autor analiza la dualidad filosófica del ser, calibra sus versos en la fascinante percepción de la verdad, moldeando las impredecibles consecuencias de la ficción, trascendiendo la mistificación afectiva. Enfatiza el indomable desconcierto de la conciencia existencial, prisionera de la manipulación de actitudes efímeras y la inconsistencia de las creencias. Elabora el significado moral de las acciones para reflexionar con lucidez sobre la naturaleza del conocimiento y la enigmática inclinación altruista. La poesía de Leonardo Lastilla se nutre del juego dialéctico, utilizando un lenguaje refinado y rico en matices especulativos, en la vena retórica y literaria de su contenido. Analiza el efecto irónico y disruptivo, encendiendo sus composiciones poéticas en una parábola sensible arraigada en el asombro de una mirada cínica al mundo, en el aliento de cada asombro que es igualmente un signo de alivio y consternación. Leonardo Lastilla explora el estado interior, recorriendo los contornos indefinidos del nihilismo. Destaca la desconfianza en las relaciones sociales, rastreando pistas contemplativas hacia el sufrimiento, la melancolía y el desencanto, dejando atrás el surco de la esperanza en la frontera de una suspensión de la decepción y la desconfianza, la inexorabilidad del vacío y la aniquilación de las ilusiones.
El libro presenta al lector profundas reflexiones sobre la estética de una mímesis que cuestiona la fragilidad y la soledad, las misteriosas profundidades del yo y la celebración del paradigma sublime. Anuncia la conciencia de los límites, absorbe la custodia de los momentos fugaces sobre los obstáculos y las incógnitas de las expectativas. El poeta traduce el ineludible fluir del tiempo, su inadecuada imperfección, describe la atractiva armonía de su propia voz y comprende el origen soberano de la persuasión comunicativa. Transmite la oportunidad elegíaca de una revelación poética entre la adulación y el engaño, en el matiz de la palabra, libre para cautivar al lector.
Rita Bompadre – Centro de Lectura Arturo Piatti https://www.facebook.com/centroletturaarturopiatti/
Transparencia
Te pregunté de qué color eran los míos
mientras te miraba.
Demasiada luz
altera las percepciones.
Ante la claridad
todo se vuelve sincero.
Los matices se convierten en horizontes.
Reconocerse desorienta la propia identidad.
Piénsalo
De nada sirve hablar de emociones
si están falsificadas
por la acuñación del oportunismo.
Pedir ser recordado
tiene el valor
de números de serie imitados
en el escenario de las caricaturas.
Paz
Extática
como tu mirada
asomada a la ventana mientras recorres
un paisaje inmaculado.
Hundir la mirada
en el humus de la tierra
recupera la alegría perdida
entre las baratijas artificiales.
Soleada y cálida
como tu inocente asombro
brotado entre los campos de la imprevisibilidad
donde aro pensamientos y espero recompensas.
Certamen
Ciertamente la mente certera
miente, segura de la impunidad
de una rogatoria arrogante
tan lejos de la estéril rotonda
de pensamientos vacíos
Hola, buenos días:
Saludos sin respuesta
debido a la ausencia del destinatario,
destino sin bondad
solo las personas huelen
en el papel secante de sí mismas.
La magia era la otra
Ida, ingrávida,
como la maleta
en la cinta transportadora,
tras un fondo anónimo,
sin ser devuelta al llegar.
Equipaje perdido
de un viaje sin fin,
quizás permaneciste en el suelo
donde te arrastras a voluntad.
El truco tenía que ser
aparecer juntos en el escenario de la vida
y no en esta cobarde ilusión.
El amor nace del amor
y no del juego
de permanecer oculto
en la sofocante trampilla.
Adiós
El rostro bañado por el mar
es el único despertar posible
al encanto ensordecedor de la bahía.
El fuego emocional creciente
enciende la belleza intacta
en el diálogo comprensible
entre el cielo y la tierra.
Que no sea parte de él
es el único malentendido
que se resuelve
sumergiéndose con los ojos abiertos
en el abismo de la vida.
“Incantesimi” de Leonardo Lastilla
