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Poemas de la colección ‘Ripio’ de Rolando Revagliatti
Ernest Hemingway
Langostas, grillos, truchas, salamandras como carnada
insectos, larvas y escarabajos para tu anzuelo
muchacho Nick Adams, inventor de arroyos
para quien era Michigan una fiesta del verano
Las armas
del viejo Hemingway y el mar.
A Fernando Savater
Los políticos
a caballo de las naciones
La curiosidad
a canguro de la ciencia
Los ambiciosos
a tigre del comercio
El dogmatismo
a mastodonte de las iglesias
Los revolucionarios
a cóndor de las reivindicaciones
El goce estético
a unicornio de la dignidad.
A Hugo Mujica
Resuena el color en las fragancias primordiales
Estiletes
perpetrando localizaciones
La pepita.
A Darío Canton
Plenogato
pule con su cola
y anticipa
la factibilidad
del poema.
A Charles Bukowski
De las que continúan llegando
atravesadas por un suicidio
burilados escamoteos y demasiadas
traiciones
Llegando pensándose muertas
por emulación
Llegando con quienes se atiborran
de signos arbitrarios ante la magnitud
del Fiasco
Llegando con las meretrices a los puentes
bailando con las obligadas bailarinas
Llegando servidos por la guía de teléfonos
con sus esmeros de chistosos y desesperados
Llegando la piedad fraccionándose en volutas paranoicas
que a manchones imprimen en la atmósfera de las calles
las balas decisivas
Llegando se retiran con soberano
candor unos
y retirándose también
llegan
con camandulera fanfarronería
otros
Llegando del insomnio pétreos pero ávidos
cobrándoles a sus desapacibles viejos
en cuotas las vejaciones
infringidas pimpantemente en únicas entregas dedicadas
Llegando los que se irán
combinando el hartazgo con la dádiva así son
barridos amasijados
muchos con ayuda de las Autoridades
morfándose el ampuloso mondongo de la Eternidad
sin plebeya sal
sin cubiertos
sin papilas.
A Julio Huasi
Se arrebujan arrellanan arraciman
soplan fogatas y después se van
A la gran ola la desquiciaron tránsfugas coloridos
y reminiscencias
se las trae la matria.
A Georges Brassens
Contraponiendo a gendarmes y dermatólogos
poniendo en contra a canas y a gordas en la feria municipal
enfrentando a la yuta y al nobel escruchante
enojando a ruteras y otras flores del vicio
a comisarios inspectores que pendulan entre la artificiosa
parsimonia de horizonte investigativo
y el eclipsante descontrol (acaloramiento)
Te sacaban salpullido las autoridades
y juglabas tu tirria substanciosa como un guiso
Ahora con la pluma y el fratacho de vos y de ellos me acuerdo
vigilando al vigilante y al vigilado
atisbando al botón y a la chica que sale a la calle
(con el cuerpo a la calle
las chicas salen
las chicas salen).
A Nicanor Parra
¿Nos llevamos mal haciendo el bien
o nos llevamos bien haciendo el mal?
Malentendido, no: milagro
Paja, no: trigo
Cacatúa, no: ave del paraíso
Duermo mejor debajo de la cama
Me como las haches para mi mayor vacío
ante la mirada de una bella
Copulo con la bella sin desentenderme
de las pocas funciones de mi cargo
Esquivo sólo la responsabilidad
de consagrarme a la conservación
Nadie ejerció de chozno conmigo
Vigilo mis accesos eventuales de inercia y verborrea
Isabel Sarli no atinó a incluirme en su desiderata
La disposición de esta escenografía
se debe a la creatividad de mi secretario
Suyos los enunciados preciosistas
que me abstengo un tanto de explicitar
Él se arrima como accesorio del bien
aunque nos pese mal
¿A la hache no se la libera de su botín?
¿Cuándo es redondo un viaje
un texto
un coito cuándo es redondo?
¿Y cómo juegan la cama y el poeta?
No es boñiga todo lo que reluce
Yo tengo algo que ocultar:
por eso escribo.
A Raúl González Tuñón
En el fumadero
alertados por un chino
nos escaparemos de la policía
con Jerónimo y con Perecito
por el espejo con licencia de puerta al milagro
Nos recibirán
Señoritas Todavía Vivas
y desanimadas.
A Nicolás Olivari
A las Musas de Olivari
se les ha perdido el tiempo
y dicen que La Guadaña lo tiene
se les han perdido las cariátides
y dicen que El Musicante Rengo las tiene
A las Musas de Olivari
se les han perdido la concatenación
la conclusión
y hasta la contracción
y dicen que La Anemia las tiene
se les ha desarrapado las rimas
y culpan a Lo Primigenio
y a Lo Precox
A las Musas de Olivari
como no les alcanzan las calles ni los cines
en las lecherías destartalan
las tres perfidias de sus madres
y polvos de sus padres
no las calientan ya los tangos
ni los improperios de los psittacus erythacus
ni La Bondad
ya nada de nada las calienta
A las Musas de Olivari
las declamaciones gimoteadas
las inducen a menudeos bochornosos
cuanto más feos
más hermosos
el folletín las priva
de unas opacidades hijas
de otras retóricas
primas dilectas del horizonte
sobrinas trascendentales del brillo de la luna
tías de otoñal avidez de elíptica prosapia
A las Musas de Olivari
el tranvía las entona en general
y las redime
o las apena en un declive muy
particular
se les cansan las patas y los parentescos
y se les han perdido las confluencias
y dicen que Olivari las tiene
A las Musas de Olivari
se les ha perdido el Olivari y dicen
que La Socarronería
– a préstamo –
lo tiene
A las Musas de Olivari
las musas de otros bardos
les tiran, también ellas de duelo, desconsideradas
guirnaldas, canéforas, usadas coronas
insolentes búcaros y ramilleteros
Las musas egregias de otros bardos
fuera de sí apuntan a locas
dentro
del desmesurado hastío sucintamente civiloide
y cuerdo.
A León Felipe
El sueño y la locura son un lagarto, León
el que nace en Zamora y sigue creciendo en Salamanca
el poeta maldito, el emperador león de los lagartos
el viento el viento el viento
es la canción lo que se ha roto
Manos de los arzobispos
raposas
y payasos que tienen la palabra
vehementes exiliados
doña Muerte y don Amor, en fin
grandes buzos y enormes pescadores
el grandísimo generalísimo se queda con todo
amaso tu decir, el salmo es tuyo
una obra nombrando, éstas son mis llaves
existo luego
de llorar, aullar y blasfemar
El borracho cuando se desploma
(y el mestizo)
también es un lagarto.
A Antonin Artaud
Tramo de la palabra borbotada
voluminoso vocablo que hubiera sido escrito carne
en el espacio epigramático
epidramático
polisemia trozada de la repetición y el estallido
demolición de la corteza
dura cría
el pesador de convergencias y exacto exudador
segmento hondo como el beso de una carta
fechada y clausurada socorro.
A Paul Eluard
Resulta que lo escribo en argentino
y en el invierno de Buenos Aires, releyéndote
en mi casa, tomando mate
y comiendo unos bizcochos
Sucede que la evocación transcurre
también en bares del Centro
y en la periferia con mis amigotes
emocionados
Resultado
de que lo escribo en argentino
sucede un tango
– ¿o es milonga? –
Sobre La Rosa Pública y El Duro
Deseo de Durar
escribo tu nombre.
Poemas de la colección ‘Ripio’ de Rolando Revagliatti
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