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Perderse cultura y Cultura
Decenas de miles de autores y autoras les llega un momento que tienen el siguiente problema: ¿Qué va a suceder en las próximas décadas con su producción cultural?
Sea el campo que sea, la disciplina que sea, el saber que sea, el arte que sea… existe una cuestión que como espada de Damocles está siempre sobre cada autor o autora, sea en la disciplina que sea. ¿Qué va a suceder con su producción cultural, qué habrá pasado ya…?
Todo autor o autora, sea en el saber que sea, creativo o de investigación o de divulgación, tiene como dos grandes componentes o áreas o dimensiones: una, la que durante su vida haya podido plasmar o publicar de una manera o de otra con los cauces oficiales, y, que esa producción exista una posibilidad de permanencia para y en el futuro –digamos, una publicación en forma de libro y libro de papel, que varios ejemplares, puedan quedan en las bibliotecas oficiales que tienen la responsabilidad de conservar un ejemplar para el futuro-.
Y, en segundo lugar, cada autor o autora, se haya dedicado a una rama de la búsqueda o investigación, o de la autoría o creación, sea en la disciplina que sea, tiene un material, que puede ser más amplio o menos, que está inédito, que se queda entre sus papeles y sus cajones. Este segundo material, no hecho público o realizado en formas muy modestas, tiene un grave peligro de perderse. De los cajones del autor-a pasará a los cajones de los herederos primeros, y, de estos a la segunda generación de descendientes… Existen muchas posibilidades que cuándo llegue a la tercera generación se haya perdido mucha cantidad de ese material inédito…
Sinteticemos, si ha sido publicado en forma de libro y de publicación libro en material de papel. Si es la forma tradicional y queda algunos ejemplares en distintas bibliotecas, ese material, en principio, puede conservarse varias generaciones o siglos. Segunda posibilidad que dicha publicación haya sido en reprografía –en este tipo de material, el papel es peor, y, la existencia puede quedar más mermada-, además, que algunas bibliotecas oficiales que los deben conservar, puede que no lo cataloguen. Tercero la publicación se haga en sistema electrónico –en este caso, la permanencia es menor, los formatos van cambiando: disquete, CD, DWD, algunos indican que en buen estado de conservación solo dura una decena de años…-.
Si es material plástico y las obras se han ido enviando a distintas colecciones, archivos, bibliotecas, museos, etc. La durabilidad de esos materiales, depende de distintas variables: la fama o notoriedad o la firma o la importancia económica o cultural de ese material y de ese autor/a. Y, después, las vicisitudes y cuidados que se deben otorgar ante esa producción cultural…
Por lo tanto, sea doloroso y angustioso, para miles o decenas de miles de personas, autores y autoras, que han dedicado una parte de su tiempo, esfuerzo, preparación, estudio, formación, trabajo a la producción y creación cultural, sea en ramas de investigación, sea en ramas de autoría-creación. Todos saben, a determinada edad, que ya no buscan predominantemente que la industria cultural les haga un hueco en sus sistemas, buscar un lugar en la cultura o en la rama a la que se hayan dedicado, o, vivir de ello, o tener un nombre, o, por vanidad o soberbia o buscando sea un oficio que complete otros… A determinada edad y época, la gran pregunta que se hacen, es doble:
– ¿Todo lo que han hecho y está por el mundo sigue existiendo…? ¿Y, seguirá existiendo dentro de equis tiempo: treinta o cincuenta o cien años después, de que ellos como personas hayan besado la tierra?
– ¿Segundo, que va a suceder con todo el material inédito que está en los cajones de madera de sus vitrinas o en los vientres de los ordenadores, teniendo en cuenta, que lo electrónicos se puede perder o borrar o deteriorar muy fácilmente…?
Así, sí así de este modo, se pueden perder cientos de miles de páginas escritas, cientos de miles de producciones culturales –conozco a un autor, que en vida, se le ha borrado de los sistemas electrónicos ocho mil fotografías artísticas y documentales-.
No voy a indicar aquí, que todo ese material, sea de primera categoría, notable, excelente, genial que merezca ser recordado durante milenios. No voy a expresar ese juicio o enunciado o concepto, pero puede ser que parte de ese material, tenga valor en su disciplina, si no a nivel internacional, si quizás a nivel regional, provincial, local, comarcal. Como reflejo de una época o un tiempo, como riqueza artística o científica o documental de esa entidad geográfica. Como identidad comarcal o provincial o local. Al final, el valor de una pequeña ermita de un pueblo de hace dos siglos, no es comparable con la Catedral de León o de Burgos o de Sevilla o de Toledo, pero tiene un valor…
Como no sirve ninguna filosofía que no intente curar algún mal humano, como decían los viejos maestros griegos… ¿No podrían diversas entidades, bibliotecas, museos, fundaciones públicas o privadas abordar esta cuestión y este problema…?
¿Aunque sabemos que conservar ocupa lugar y espacio, sea físico o material o sea electrónico, no deberían buscar formas o maneras, que los autores que deseen o quieran, sea en la rama que sea, en el material que sea, puedan enviar y depositar sus materiales creativos o de investigación, en las ramas que sean, para que exista una posibilidad de conservación para el futuro…? ¿Sea en forma de textos o sea en forma de imágenes electrónicas –para su más fácil conservación y ocupen el menor espacio posible…-?
¿Porque quizás, el futuro juzgue y valore de otras formas lo hecho cien años antes, porque quizás, sea una función de justicia y equidad, darle el pequeño consuelo, a cientos o miles de autores o autoras, que (se) han dedicado en una gran parte de su labor, a la producción cultural en una rama, que haya una posibilidad que se conserve para el futuro, todo el material publicado según las normas administrativas, todo el material inédito, que consideren los autores/as deba conservarse…?
Pondré un ejemplo, que está sucediendo en estos últimos años, bibliotecas muy importantes están aceptando en donación materiales de humor gráfico de grandes viñetistas nacionales o regionales –materiales de humor gráfico, pero también otros documentos biográficos…-. La propiedad intelectual e industrial la siguen conservando los autores y los herederos. Pero ese material, miles de viñetas de humor gráfico, se está poniendo las bases de conservación para el futuro. Y, en el futuro ya lo emplearán de las formas que crean conveniente… Cierto que son viñetistas de autores de una fama enorme –nacional o regional…-.
¿Pero la sociedad, la industria cultural, las entidades públicas y privadas no deberían plantearse que ya ha llegado el momento, que a semejanza, que se recicla todos los tipos de materiales físicos, se debe buscar que cientos de miles de páginas escritas, o cientos de miles de obras artísticas, -al menos, imágenes de ellas, si no se pueden conservar de forma material-, podrían buscarse fórmulas para que se conserven para el futuro…?
¿No deberían bibliotecas o archivos o museos o fundaciones provinciales, locales, comarcales, regionales abrirse a la posibilidad a aceptar en depósito, en forma de imágenes o de textos, cientos de miles de páginas escritas, o imágenes de obras en otros materiales, para la conservación para y en el futuro…, sin tener en cuenta, la fama o notoriedad de esos autores o investigadores en su tiempo de existencia en esta plaza de toros de la vida…? ¡Paz y bien…!
http://filosliterarte.blogspot.com.es © jmm caminero (09-12 abril 2023 cr).
Fin artículo 3.517º: “Perderse cultura y Cultura”.
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