Ouidad Benmoussa

Ouidad Benmoussa

Carlos J. Rascón
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 Ouidad Benmoussa nació en Alcazarquivir (Marruecos), en 1969. Poeta y pintora. Miembro ejecutivo de la Unión de Escritores de Marruecos y exmiembro de La Casa de la Poesía. Corresponsal en diversos diarios de Marruecos. Ha sido concejal del Ministro de Cultura. Ha participado en numerosos Festivales y Encuentros dentro y fuera de Marruecos.

Ha publicado “Tengo una raíz en el aire” (2001), “Las abrí sobre ti” (2006), “Casi pierdo mi narcisismo” (2008/2010), “Tormenta en el cuerpo” (2010), traducido al francés y al español,  y “Me divierto con esta vida” (2013/2014).

 

 

UN GRANO DE LUZ SEÑOR

 

Soy la vendedora de secretos.

El primer secreto lo soy yo.

No me revelo,

No surjo ni allano el camino hacia mí

Para un ermitaño, un devoto,

O un libertino.

No me acerco para que no me divulgue la claridad,

No dejo que la timidez baile detrás de mis pasos

Ni la fragancia de una flor o la amargura de una adelfa en la memoria de nadie. Mis huellas no están estampadas en el cuerpo de nadie

No me arrodillo delante de alguien

Ni me debilito cuando no tengo sostén.

Cuando ningún secreto me conviene,

Me restauro en mi propio secreto.

Reinvento mis enigmas y me convierto en una mujer múltiple

De mi misma creo la confusión que no me anuncia.

A veces, soy la tortuga que anda a pasos lentos

Sobre un camino que se borra en el otro camino,

Y otras, soy el águila que no falla a su presa.

A veces me manifiesto entre las fisuras del cielo

Como si fuera un astro que se aleja.

Tantas veces pido prestado al aire su secreto de la eternidad,

De la flauta, la afonía del llanto,

De la historia, la enraizada guerra entre mi corazón y sus deseos.

Tantas veces hurto el color del agua al agua,

Tantas veces me acumulo en la ausencia

Para que me bendiga la clandestinidad.

Soy la vendedora de secretos

Y el primer secreto lo soy yo.

No me fijo en el primer amanecer que me pueda destapar,

O un destino que me pueda alcanzar.

No me fijo ni en la rosa ni en la guitarra,

Ni en la promesa ni en lo prometido,

Ni en la rama donde posa el pájaro

Ni en la almohada donde poso mis esperas.

Mi primer secreto, es que

Memorizo la biografía de las tristezas,

Se debilita el corazón del ser

Y memorizo la fuerza del dolor

Que perturba el destino de los pobres,

De los enfermos,

De los errantes en la tierra sin vida,

Los amantes oprimidos por el amor,

Y los grandiosos elogiados por el vacío.

¡Oh, tú vacío!

Yo soy tu propio vacío.

Yo soy la vendedora de secretos en la nada

Y de mis secretos

Es perseguir los pasos de Dios.

Me fascinan sus desdichas sobre este infecto astro,

Me asombran sus ofrendas con la mano derecha y

Sus arrebatos con la izquierda.

Me declaro inocente de la huellas de su delito,

Y de la oscuridad de la noche y la muerte que moran

En la pupila de sus diablos.

 

 

Yo también tengo un secreto, Dios.

Mi secreto es que yo soy el secreto

Y un secreto de los tuyos.

¿Acaso no me diste ojos con los cuales amo?

¿Una boca con que me embriago?

¿Agujeros en el alma con que veo mis pecados,

Y curiosear mi propio linaje?

A través de él me despido

De todos aquellos que juguetearon con mis claveles

Y arrojo mis lanzas hacia

Quien espera mis pecados.

¿Acaso no me ofreciste un árbol de espesa sombra

Debajo de mi piel, y

Un canto acoplado a mis oídos a lo largo de las penas?

¿No me diste tus numerosas ofrendas,

Una muerte que me espera allí

Y unos días que no regalo a nadie?

!Oh, el único y el eterno!

¿No hiciste de mí la fuente de la pregunta,

Su fuerza

Y escondiste la llama de la respuesta

Debajo de la paja de mi cuerpo?

 

…..

 

Mis caballos relinchan en el campo abierto de la negación

No quiero lo que otros quieren

No acepto lo que desean

No apruebo lo que aprueban

Porque soy un secreto del no

En mis poros escondo la química del orgullo

Y voy

En cada mezquita tengo mis oraciones

En cada taberna mis fantasías

En cada campo mis adoraciones

Y en cada soplo tengo mis signos de ateísmo

Y señales de negación.

¡Oh Dios!

No tienes un grano de luz

Que me sirva de guía hacia ti

Una prueba de ti

Un camino hacia ti

!Oh Dios!

Secreto del secreto

Véndeme un secreto para venderlo a la humanidad,

Para que se cure, progrese

Y quite el polvo de la pena

Dóneme ofrendas y

Regalos.

Bienvenidos sean los deseos

Que me inundarán,

Los terremotos, los volcanes y las tempestades

En todos giraré con tu fuerza.

Bienvenido sea el fuego

Donde me derrito,

Me convierto en líquido que corre en la nada,

Partículas en la extensión de tu cólera,

Aridez debajo del calor de tu maldición.

Dios, aquí me tienes,

Vendo secretos en el magnífico zoco de secretos

Tu secreto.

Con cada secreto reparto un grano de certeza

Y notas donde apunto mis enigmas y ambigüedades.

Aquí me tienes excelentísimo secreto

Sorprendo la vida con nuevos conceptos de ti

Al grano digo: Eres el rocío

Al polvo digo: eres la distancia

A la llamada digo: eres el eco

Y a mí, la desolación.

Diré que eres el oculto en el día de la resurrección

La lluvia en el día de la diversión,

Eres el último suspiro

La amargura en el beso de la despedida

La angustia en el abrazo del adiós

En el viento eres el viento

En el cielo, un cielo

Y en todos los mares:

Eres la perla, el grano de arena y la multitud de los seres vivos

En su interior

Eres la cosa en todas las cosas

La vida en todas las almas

Con tus palmas aprietas sobre la respiración de las montañas

Eres quien silencia la voz de las hormigas,

Y el oculto en el murmullo de los árboles.

Diré al cuerpo que eres tú quien sembró el vicio en él,

La devoción,

Las quejas,

Las decaídas

Y las desgracias que brotan en sus bordes.

Bienvenidas sean tus desgracias Señor

Y tus alegrías esparcidas en mí.

Soy la vendedora de secretos

Me vendo secreto por secreto

Cobro mi precio de ti

Y obtengo mis ganancias

¡Oh poderoso y misericordioso!

¿Por qué no perdonas a la vendedora de secretos?

¿Por qué no apagas sus llamas?

¿Por qué no estás satisfecho de ella?

Para que vuelva a tu lado.

 

…..

 

Un grano de luz Señor

Solamente un grano,

Y luego me hundo

En

Tu sentencia.

 

(Traducción de Abdellatif Zennan)

 

 

 

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