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Ouidad Benmoussa nació en Alcazarquivir (Marruecos), en 1969. Poeta y pintora. Miembro ejecutivo de la Unión de Escritores de Marruecos y exmiembro de La Casa de la Poesía. Corresponsal en diversos diarios de Marruecos. Ha sido concejal del Ministro de Cultura. Ha participado en numerosos Festivales y Encuentros dentro y fuera de Marruecos.
Ha publicado “Tengo una raíz en el aire” (2001), “Las abrí sobre ti” (2006), “Casi pierdo mi narcisismo” (2008/2010), “Tormenta en el cuerpo” (2010), traducido al francés y al español, y “Me divierto con esta vida” (2013/2014).
UN GRANO DE LUZ SEÑOR
Soy la vendedora de secretos.
El primer secreto lo soy yo.
No me revelo,
No surjo ni allano el camino hacia mí
Para un ermitaño, un devoto,
O un libertino.
No me acerco para que no me divulgue la claridad,
No dejo que la timidez baile detrás de mis pasos
Ni la fragancia de una flor o la amargura de una adelfa en la memoria de nadie. Mis huellas no están estampadas en el cuerpo de nadie
No me arrodillo delante de alguien
Ni me debilito cuando no tengo sostén.
Cuando ningún secreto me conviene,
Me restauro en mi propio secreto.
Reinvento mis enigmas y me convierto en una mujer múltiple
De mi misma creo la confusión que no me anuncia.
A veces, soy la tortuga que anda a pasos lentos
Sobre un camino que se borra en el otro camino,
Y otras, soy el águila que no falla a su presa.
A veces me manifiesto entre las fisuras del cielo
Como si fuera un astro que se aleja.
Tantas veces pido prestado al aire su secreto de la eternidad,
De la flauta, la afonía del llanto,
De la historia, la enraizada guerra entre mi corazón y sus deseos.
Tantas veces hurto el color del agua al agua,
Tantas veces me acumulo en la ausencia
Para que me bendiga la clandestinidad.
Soy la vendedora de secretos
Y el primer secreto lo soy yo.
No me fijo en el primer amanecer que me pueda destapar,
O un destino que me pueda alcanzar.
No me fijo ni en la rosa ni en la guitarra,
Ni en la promesa ni en lo prometido,
Ni en la rama donde posa el pájaro
Ni en la almohada donde poso mis esperas.
Mi primer secreto, es que
Memorizo la biografía de las tristezas,
Se debilita el corazón del ser
Y memorizo la fuerza del dolor
Que perturba el destino de los pobres,
De los enfermos,
De los errantes en la tierra sin vida,
Los amantes oprimidos por el amor,
Y los grandiosos elogiados por el vacío.
¡Oh, tú vacío!
Yo soy tu propio vacío.
Yo soy la vendedora de secretos en la nada
Y de mis secretos
Es perseguir los pasos de Dios.
Me fascinan sus desdichas sobre este infecto astro,
Me asombran sus ofrendas con la mano derecha y
Sus arrebatos con la izquierda.
Me declaro inocente de la huellas de su delito,
Y de la oscuridad de la noche y la muerte que moran
En la pupila de sus diablos.
Yo también tengo un secreto, Dios.
Mi secreto es que yo soy el secreto
Y un secreto de los tuyos.
¿Acaso no me diste ojos con los cuales amo?
¿Una boca con que me embriago?
¿Agujeros en el alma con que veo mis pecados,
Y curiosear mi propio linaje?
A través de él me despido
De todos aquellos que juguetearon con mis claveles
Y arrojo mis lanzas hacia
Quien espera mis pecados.
¿Acaso no me ofreciste un árbol de espesa sombra
Debajo de mi piel, y
Un canto acoplado a mis oídos a lo largo de las penas?
¿No me diste tus numerosas ofrendas,
Una muerte que me espera allí
Y unos días que no regalo a nadie?
!Oh, el único y el eterno!
¿No hiciste de mí la fuente de la pregunta,
Su fuerza
Y escondiste la llama de la respuesta
Debajo de la paja de mi cuerpo?
…..
Mis caballos relinchan en el campo abierto de la negación
No quiero lo que otros quieren
No acepto lo que desean
No apruebo lo que aprueban
Porque soy un secreto del no
En mis poros escondo la química del orgullo
Y voy
En cada mezquita tengo mis oraciones
En cada taberna mis fantasías
En cada campo mis adoraciones
Y en cada soplo tengo mis signos de ateísmo
Y señales de negación.
¡Oh Dios!
No tienes un grano de luz
Que me sirva de guía hacia ti
Una prueba de ti
Un camino hacia ti
!Oh Dios!
Secreto del secreto
Véndeme un secreto para venderlo a la humanidad,
Para que se cure, progrese
Y quite el polvo de la pena
Dóneme ofrendas y
Regalos.
Bienvenidos sean los deseos
Que me inundarán,
Los terremotos, los volcanes y las tempestades
En todos giraré con tu fuerza.
Bienvenido sea el fuego
Donde me derrito,
Me convierto en líquido que corre en la nada,
Partículas en la extensión de tu cólera,
Aridez debajo del calor de tu maldición.
Dios, aquí me tienes,
Vendo secretos en el magnífico zoco de secretos
Tu secreto.
Con cada secreto reparto un grano de certeza
Y notas donde apunto mis enigmas y ambigüedades.
Aquí me tienes excelentísimo secreto
Sorprendo la vida con nuevos conceptos de ti
Al grano digo: Eres el rocío
Al polvo digo: eres la distancia
A la llamada digo: eres el eco
Y a mí, la desolación.
Diré que eres el oculto en el día de la resurrección
La lluvia en el día de la diversión,
Eres el último suspiro
La amargura en el beso de la despedida
La angustia en el abrazo del adiós
En el viento eres el viento
En el cielo, un cielo
Y en todos los mares:
Eres la perla, el grano de arena y la multitud de los seres vivos
En su interior
Eres la cosa en todas las cosas
La vida en todas las almas
Con tus palmas aprietas sobre la respiración de las montañas
Eres quien silencia la voz de las hormigas,
Y el oculto en el murmullo de los árboles.
Diré al cuerpo que eres tú quien sembró el vicio en él,
La devoción,
Las quejas,
Las decaídas
Y las desgracias que brotan en sus bordes.
Bienvenidas sean tus desgracias Señor
Y tus alegrías esparcidas en mí.
Soy la vendedora de secretos
Me vendo secreto por secreto
Cobro mi precio de ti
Y obtengo mis ganancias
¡Oh poderoso y misericordioso!
¿Por qué no perdonas a la vendedora de secretos?
¿Por qué no apagas sus llamas?
¿Por qué no estás satisfecho de ella?
Para que vuelva a tu lado.
…..
Un grano de luz Señor
Solamente un grano,
Y luego me hundo
En
Tu sentencia.
(Traducción de Abdellatif Zennan)