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ÁNGEL F. SÁNCHEZ ESCOBAR, NUESTRO PADRE UNIVERSAL. POESÍA TEOLÓGICA ILUSTRADA
LÍRICA TEOLÓGICA DE MISTICISMO ENVOLVENTE
JOSÉ CENIZO JIMÉNEZ
La obra del escritor y exprofesor Ángel F. Sánchez Escobar (Sevilla, 1951) está recorrida por la espiritualidad y la sencillez, la humanidad y la elegancia. Su última aportación evidencia estas características ya desde el propio título, Nuestro Padre Universal, con el subtítulo Poesía teológica ilustrada, pues cada capítulo está acompañado de un dibujo de la pintora María del Carmen Morales inspirado en el texto.
Se trata de una obra lírica en prosa, una prosa delicada, elegante, normalmente embellecedora por el panegírico continuo del Creador, aunque no faltan capítulos donde aparece la denuncia de los males de nuestra sociedad como la destrucción de la naturaleza o la falta de amor. Precisamente amor es la palabra central para Sánchez Escobar, ya que es la que define a Dios con más precisión, un Dios cercano, bondadoso, muy alejado de la imagen vengativa y sombría que a veces se nos ha dado cayendo en “antiguos errores y supersticiones paganas” (p. 64). Todo el libro es un intento de describir, desde la inefabilidad de los sentimientos y las limitaciones de las palabras, los atributos de Dios: Belleza, Verdad, Bondad, Omnisciencia, Omnipotencia, Sabiduría, Padre universal, Padre amoroso, etc. En “Tu realidad” escribe: “Eres espíritu universal, verdad eterna, realidad primigenia, persona que salva. Padre que ama a quienes gozan de paz espiritual y anhelan sobrevivir a la muerte” (p. 17). Es una invocación continua a su encuentro, como en la mística: “Colúmpiate con nuestras almas en tus brazos y aliéntanos, transfórmanos, haznos, tiernamente, cada vez más como tú” (p. 19).
Una característica palpable es la de la presencia de la naturaleza. En todos los capítulos vemos astros, plantas, insectos, fenómenos meteorológicos, etc., que adquieren valor simbólico, a veces en fragmentos de deliciosa prosa poética, como al final del capítulo “No arrases en la tormenta” (p. 64): “La tormenta comienza a arreciar. La lluvia cae fuerte sobre las sutiles alas de las mariposas, pero siguen su vuelo. Buscan refugio bajo los árboles cercanos. Ningún Dios ha provocado el temporal. El tiempo se bambolea al compás de la lluvia. El sol secará sus alas.Y continuarán buscando el néctar de las plantas”.
El Dios de este libro está en nuestro interior: “Estás en mí y yo en ti” (p. 68), “Tu espíritu vive dentro de nuestra propia mente” (p. 71). Y, como decíamos, el amor es el vaso comunicante y lo que da sentido a todo. Un libro monotemático aparentemente, pues se reflejan motivos como los citados de la naturaleza o de malestar por ciertos aspectos mundanos. Una prosa que habla al oído y que llena de paz y de serenidad. Apta para creyentes de manera especial, pero ideal para todos dadas sus cualidades expresivas. El autor ha querido poetizar -dice- “los complejos conceptos teológicos sobre el Padre Universal, tomados de los cinco primeros capítulos de Los escritos de Urantia, en traducción de él mismo. Albricias, lo ha conseguido sobradamente.
ÁNGEL F. SÁNCHEZ ESCOBAR, NUESTRO PADRE UNIVERSAL. POESÍA TEOLÓGICA ILUSTRADA, SEVILLA, SEMÍRAMIS, 2022
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