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Momo de Michael Ende
La pasión de dominar es la más terrible de todas las enfermedades del espíritu humano.
Voltaire
El escritor, hijo del pintor surrealista Edgar Ende, cursó estudios de teatro y trabajó varios años como actor. Más tarde, abandonó esta profesión para dedicarse a escribir, pero le sirvió toda la experiencia acumulada, ya que en todos sus libros destacan la conjunción de mundos reales y fantásticos… así como una narrativa y unos personajes ingeniosos que hacen la lectura fácil y entretenida. Por todo esto y por su temática, Momo está indicado tanto para jóvenes como para adultos.
El asunto central de la novela es el tiempo. Un tema crucial en la vida. Ya lo decían los romanos “tempus fugit”: el tiempo se escapa, el tiempo huye, el tiempo vuela. El tiempo es lo más caro que hay, la pérdida de tiempo es el mayor de los derroches… escribe Benjamín Franklin. Steve Jobs empresario estadounidense, magnate de los negocios del sector informático y fundador de Apple… en una conferencia magistral que dio en la universidad de Stanford habló de forma natural y amigable de como le cambió su existencia cuando le diagnosticaron un grave cáncer. Realmente, ¿si tuviéramos la seguridad de que nos quedan tres meses de vida cambiaríamos la escala de valores que tenemos? Y con absoluta certeza, ¿sabemos cuanto nos queda por vivir?… En esa conferencia invitaba a que nos planteemos estas preguntas de forma pautada… cada dos semanas, cada mes… porque así nuestro comportamiento y nuestra vida será la correcta.
Con este tema tan importante, Michael Ende es capaz de narrar una historia apta para muchachos y para mayores. A través del libro, nos hace reflexionar sobre como utilizamos nuestra vitalidad… sobre el tiempo productivo y el tiempo no productivo.
Momo, la protagonista de la novela, nos enseña cómo siempre tiene tiempo para atender a sus amigos, darles consuelo y así solucionar muchos entuertos. Decían que ella los convencía, pero no era así porque ella los dejaba hablar, simplemente los escuchaba. ¡La magia de escuchar! A veces, las personas no necesitan tanto consuelo, sino que se las escuchen y saber que pueden contar con los seres que las quieren. Principalmente los niños, en este mundo de tanto estrés donde los padres apenas les dedican unos momentos. Ellos son muy agudos y tienen una vida super llena que desean compartir con sus personas queridas. Inventan y la fantasía se desborda. Tienen una vida interior muy rica. Los queremos conformar con juguetes caros para no prestarles miramiento, pero nada agradece más un infante que la compañía de sus familiares. Lo que sería el tiempo no productivo pero que es un disfrute, un regalo para las personas. En esos momentos te relajas, gozas y puede aflorar la creatividad… Los hombres grises ofrecieron a Momo una maravillosa muñeca para comprarla, pero ella la rechazó porque prefería tener amigos.
Los hombres grises son personajes extraños vestidos de gris, con sombrero y cigarro. Acumulan tiempo productivo y siempre están lujuriosos… quieren más y más y más.
Hay personajes que son muy amigos de Momo: Nicola (que le construyó su hogar), Blanco, Paolo, María. Todos le ayudan en su lucha, pero aparecen dos compañeros que serán claves en el combate contra los hombres grises y que te engancharán a la lectura: la tortuga Casiopea y el maestro hora. Ellos se revelan contra estos arrebatadores de felicidad, de goce… a veces, Casiopea tiene que caminar hacia atrás para avanzar, hay que coger el truco. El maestro hora sufre miles de peripecias para escapar de los hombres grises… Pero, finalmente, salen vencedores y en el camino han conseguido descubrir secretos importantes para su vida: la felicidad como cualquier arte hay que aprenderlo… el tiempo que coges para tu disfrute es el más valioso, el más importante.
Para los cinéfilos: los aficionados al cine pueden disfrutar de la adaptación de esta novela al celuloide.
Desnuda soy, desnuda digo: soñadora.
Mª Loreto Sutil Jiménez
excelente