Manuel X Gahete

Manuel X Gahete

Carlos J. Rascón
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Manuel X Gahete

Catedrático de Lengua y Literatura. Doctor en Filosofía y Letras. Numerario de la Real MANUEL x GAHETE_512x341Academia de Córdoba y director del Instituto de Estudios Gongorinos. Presidente de la Asociación Colegial de Escritores de España, sección de Andalucía. Historiador y crítico, su obra abarca el teatro, la literatura infantil, el relato y la prosa periodística, aunque su esencial vocación es la poesía, donde ha obtenido, entre otros, los premios “Ricardo Molina”, “Miguel Hernández”, “San Juan de la Cruz”, “Ateneo de Sevilla” y “Fernando de Herrera”. Antologías: Carne e cenere (1992), El cristal en la llama (1995), El tiempo y la palabra (2011). Su obra, volcada a la proclamación del amor y la paz como salvación del hombre, ha sido traducida al árabe, francés, inglés, italiano, rumano y chino. Sobre ella se han escrito El universo luminoso de Manuel Gahete (AA.VV.: 2005), Emoción y ritmo: la visión poética de Manuel Gahete (J. Cenizo Jiménez: 2007), Miti urbani (M. Bianchi y M. Benvenuto: 2012) y Manuel Gahete: el esteticismo en la literatura española (A. Moreno Ayora: 2013).

RELECTURAS

Advierto últimamente
que todo me da igual,
que el tiempo pasa
como un cisco de luz,
como una sombra.

Que envejecí de prisa y el cabello
no es más que una secuela sedicente
de quien, alguna vez, hasta fue joven.

Que miro con audacia,
con descaro,
la carne con su mundo y su demonio.

¿Será que,
por inercia,
releo demasiado a Luis Alberto?

Me sigue fascinando que me beses
por sorpresa,
al azar,
como si nada,
sin esperar más ansia de la vida
que licuarte en la sed de mi aspereza.

Y es que me gusta todo lo que aprendo
desde que me miré con tu mirada.

(De El fuego en la ceniza, Guadalturia, 2013)

 

VESTIGIO DEL HUMO

¿Y qué haremos, amigo,
cuando la luz que amábamos se apague?
¿Qué, cuando el crudo invierno nos convierta
en huesos calcinados, en nevada?
¿Qué, si la noche ciega como un muro
un pedazo de sol bajo una estrella?

Náufrago el hombre, piedra en el aljibe,
arrojada al azar, blanca en la espuma,
yergue su altura astral.
¡Qué dios ausente,
qué habitante en la paz nunca pactada!
No valen los discursos si en las bocas
arde el lúpulo rojo de la sangre.

Poco sabe de amor el que nos ama
si, al rozarnos la piel, exige heridas;
si, después de besarnos, nos ignora.

(De La tierra prometida, Curva Polar, 2014)

 

EL CÁLIZ DE LOS MUERTOS

“Hay indicios evidentes de que han sido perpetrados
actos de genocidio contra el grupo tutsi por parte de
elementos hutus, de manera concertada, planificada,
sistemática y metódica”
(COMISIÓN DE EXPERTOS DE LA ONU)

 

¿Cómo escribir los versos que nunca se han escrito
y pronunciar los nombres que no se han pronunciado?
¿Cómo besar los besos que no han sido besados
y dar vida a los cuerpos que nunca han existido?

¿Por qué sendas caminas si no encuentras caminos?
¿Cómo encender los ojos que no se han alumbrado?
¿Quién abrirá la puerta que nunca se ha cerrado
y librará el silencio contenido en un grito?

No puedo imaginarme pagando por el modo
de morir, presenciando un loco desafuero
que nos culpa al sabernos poseedores del gozo.

¡Será que respirando tan inhumano aliento,
tanto tósigo amargo, tan podrecido polvo
nunca será posible que nazca el hombre nuevo!

(De Los reinos solares, Diputación de Málaga, 2014)

 

PATRIA

Patria, siente mi mal,
deja que estalle
esta ruina interior yerta en el alma,
súplica agraz,
la voz de este delirio,
tanta fe, tanta sal, tanta luz negra.

Patria, libra mi mal,
vuelve a las leyes
escritas de la sangre,
a la amazona rabia de los héroes,
a la vibrante lira de la música,
al libro sacro de la mansedumbre.

Patria, ¡mi mal!,
el rudo golpe
hiriendo el corazón.
Golpe, no sé, casi sin luz, sin ruido,
sin veneno, sin dios, sin esperanza.
Golpe en la herida que no deja huella,
invisible en el cuerpo y en la sombra,
traidor como el oscuro designio de la muerte.

Patria, mira este sol
que abrasa el fuego,
que pisa al padre bajo la arrogancia
y a la mujer en un charco de niebla.
Sol que redime al exhumado en oro
y maldice al nacido en piedra dura.
Sol que se olvida de las lluvias hondas
y del amigo que quebró su vida.
Sol que ha ofuscado la palabra justa
con un acento hueco de hueca libertad.

Patria, mira mi mal, porque te miro
y me ciega los ojos tu desprecio.

(De Motivos personales, Endymion, 2014)

 

ENSUEÑO EN YEBEL AL-ARUS

“No. No hay derrota. Solo en sí misma durmió
la belleza”
(ANTONIO HERNÁNDEZ)

¡Salve al amor escrito en vuestros ojos,
a la luz corporal en el espejo,
al destello de sol en el reflejo
de otro sol estelar de rayos rojos.

¡Ave al amor que avienta los despojos
y anega en su caudal todo lo añejo,
devuelve juventud al tronco viejo
y muda en flor llovida los abrojos.

¡Salve al amor! No existe mayor gloria
ni ley con más vigor que nos ordene
cómo embriagar la vida y la memoria.

Porque quien nace para amar ya tiene
ganada la batalla y la victoria
que solo el propio amor amando obtiene.

(De Códice andalusí, Manantial, 2014)

Fotografía: http://es.forwallpaper.com
Con cesión de derochos de autor.

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