Con experiencia en comunicación y periodismo digital, actualmente es director y editor de contenidos del Diario Digital Luz Cultural desde su inicio en 2013.
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Lucía León Muñoz
Nacida y criada en Valencia. Residente en Castelldefels, Barcelona. Médico de profesión. Miembro del Grupo de Poesía Alga (https://www.castelldefels.org/entitats/alga/index.htm). Sus poemas se publican en la Revista de Literatura Alga desde 2014 y en la revista de los Objetivos del Milenio de Naciones Unidas desde el mismo año. Tiene poemas publicados en la 19 Antología del Festival Internacional de Poesía de Curtea de Arges, Rumanía y en My Mother, Poetry Antology, Don Quixote, Vision Libros. Primer premio de Poesía en castellano del Concurso Literario “Ramon Fernàndez Jurado”, Catelldefels, 2014.
Las breves sombras
Aquieto la mirada
cuando las hojas se agitan,
si ondean las breves sombras
sobre los patios cerrados
y se doblegan las ramas
bajo el impulso del viento.
De lejos se oye un silbido
que el rozar suave de copas
trocará en un susurro.
Quiero gozar ahora
de este caos desmenuzado,
acudir presta al reclamo
de un rumor que sobrecoja,
que el capricho de las formas
suspenda siempre mi alma
y que el eco del entorno
despierte en mí este sosiego.
Todo eso fuiste
Fuiste silencio y mirada,
y esbelta sombra
vestida de palabras,
fuiste brillo de verdad desnuda
y cauce
en el que saciar la sed.
Cuando trepé lenta
por tus contornos
fuiste nido caliente
de ave en reposo.
Todo eso fuiste,
y me da miedo
abusar de tu recuerdo,
no sea que los satinados velos
con los que te envuelvo
me vayan a enturbiar tu imagen.
Presencias
Van repitiéndose
mis ecos en la noche de postigos cerrados,
de almas suspendidas
en seres que duermen o velan
o apaciguan sus fulgores,
mis ecos de otro tiempo vivido
y aún no olvidado,
flotando en el silencio,
haciendo denso lo oscuro,
sofocando mi aliento.
Ya no espero que se cancelen
esas presencias paralelas,
voy sabiendo que invariables
me seguirán,
todo lo que viva,
todo lo que aliente
Atardecer
Levísimas tiemblan las diminutas briznas
suspendidas en el límite caótico del pasto
entreverado de hoja y caña,
agostado de sol,
dirigidas algunas
por capricho del viento raso
a un destino diferente.
Se oye un mecer de cañas,
veo algunas ondear
y cómo otras oscilan
desterradas del ritmo gracioso
al que la brisa obliga.
Mejor será no abandonar esta visión
que serena la inquietud
y templa el interior,
tal vez dilatar este momento
casual, inocente,
para retornar muy tarde más segura,
y más ligera,
al propio, cotidiano desorden.
En el borde del recuerdo
Poseí la esencia pura un brevísimo instante,
retuve el aura
el tiempo escaso que nos lleva un latido,
allí quedó la imagen hueca,
desnuda de colores,
ni aroma ni dulzor, ni tan siquiera el eco,
apenas la evocación súbita,
suspendida en el vaivén,
y yo inmóvil, de puntillas,
en el mismo borde del recuerdo.
Viático
¿Se desvanecería una huella
si liberara un recuerdo
donde anidó el quebranto?
Conozco en qué lugar
aliviar el lastre.
La arena húmeda
imanta mis pies, las olas
se arrollan en torno a sí mismas,
eternizadas
en su diálogo perpetuo,
y yo me abismo
en tu contemplación.
Cómo separarme de tu lado.
El balanceo de mi caminar inseguro
desluciría la nitidez de tu imagen
en el cerco de mis ojos,
piadoso viático
en mi aislamiento.
Cuánto talento!!!!. Insuperable.