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Latitudes, Pasajes del Tiempo y de la Vida
Juan Carlos Rodríguez Búrdalo, Latitudes, Ayuntamiento de Córdoba, 2019
por José Cenizo Jiménez
Juan Carlos Rodríguez Búrdalo (Cáceres, 1946) es poeta de reconocida trayectoria, del que hemos escrito un ensayo sobre su trayectoria (2002) y prologado su obra completa, La luz ardida (2006). Su obra se compone de más de una decena de libros de autoría individual, desde El arpa cercenada (1985) hasta Si volviera mayo (2015), además de las colaboraciones en publicaciones colectivas y un buen número de poemas premiados en distintos certámenes o incluidos en antologías, pliegos poéticos, revistas, periódicos, etc. También ha sido objeto de alguna tesis doctoral.
Ha sido premiado con el Premio Internacional Jaén, el Premio Claudio Rodríguez de Salamanca, el Premio Orippo de Dos Hermanas (Sevilla), el Premio “Ciudad de Alcalá de Henares”, entre otros, con jurados en los que se encontraban escritores o investigadores de reconocido prestigio como Luis López Anglada, Caballero Bonald, José Hierro, Rafael Morales, Manuel Alcántara, Ángel García López, Luis Mateo Díez, Pere Gimferrer, Díez de Revenga, Javier Lostalé, etc. Precisamente este libro que comentamos viene avalado por el premio de poesía Juan Bernier de la ciudad de Córdoba, elegido entre los cincuenta y ocho poemarios presentados.
Su poética se centra en la idea del tiempo, muy en la línea machadiana, y el lenguaje de su obra siempre tiende a la sencillez más profunda y emotiva, con los ejercicios de estilo precisos para la justeza emocional. Como dice en el prólogo Manuel Pellecín, hallaremos imágenes espléndidas para expresar, en dos partes en este caso, las impresiones de un viaje a Nueva York y la nostalgia del regreso con la memoria de su origen. Prosigue la tradición y la huella de otros escritores que han cantado a las luces y sombras de esa emblemática ciudad, como Lorca, claro, o el más cercano José Hierro, autor de uno de los libros de poesía más leídos en su momento, Cuaderno de Nueva York.
Desde el comienzo Lorca está en estas páginas, reivindicado como capaz de mostrar la injusticia y la desigualdad que persiste casi un siglo después, aunando esto con la propia muerte del poeta (p. 19):
qué lúpulos de sangre estremecieron
el silencio de Víznar con tu muerte,
qué lágrimas de plomo en los olivos?
Empatiza el poeta -Búrdalo- con los mendigos, con los marginados, y reflexiona más adelante sobre el tiempo en poemas como “Amanecer en Time Square”, volviendo a recordar, como en otros momentos del libro, su infancia, esa patria eterna y verdadera. Así en el poema “Ausencias” (p. 28), que tras su inicio “Nunca vi jilgueros en Central Park” prosigue: “Amo estos pajarillos desde niño / y extraño sus ausencias prolongadas”.
Poemas como “Reflexión sobre el 11-S en World Trade Center” (pp. 29-30) denuncian el odio y el fanatismo y hacia el final del libro el autor nos confiesa que vuelve “desnudo de esperanza” de Nueva York, rememora el tópico del “Ubi sunt?” y se entrega a la melancolía para finalizar con este epifonema final:
No tiene edad el tiempo, no la tiene
si se rompe un temblor en la distancia.
Termina así esta nueva entrega de un poeta ya curtido y premiado, capaz de variados registros siempre dentro de una línea de clasicismo renovado y tratando en sus versos con calidez y calidad los temas universales de la condición humana, entre ellos, básicamente, el tiempo y sus heridas.
Latitudes, Pasajes del Tiempo y de la Vida