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La paradoja de la historia, de Nicola Chiaromonte
Una reflexión refrescante de Chiaromonte sobre la paradójica relación de las obras de Stendhal, Tolstói, Martin du Gard, Malraux y Pasternak con acontecimientos históricos que asolaron Europa
Resulta ser placer de lectura de esta brillante obra de ensayo propiedad de Nicola Chiaromonte sobre los movimientos políticos más importante en la historia mundial desde las guerras napoleónicas hasta la Gran Guerra del siglo XX. Y con esta clarificadora obra de pensamiento crítico, inevitablemente me vienen criterios, si es que de vedad los tienen, de los políticos actuales frente a aquellos revolucionarios y escritores que lo fueron todo apostando por un cambio real como arriesgado frente y la mediocridad y objetivos de la política del bostezo y el embrollo de los responsables actuales de las dos Españas.
La reflexión de Chiaromonte se centra en la paradójica analogía de los individuos con los acontecimientos históricos que asolaron Europa desde las guerras napoleónicas hasta la Primera Guerra Mundial. Para ello, aborda la obra de Stendhal, Tolstói, Martin du Gard, Malraux y Pasternak, que ofrecieron representaciones demoledoramente, críticas insobornables ante la fe histórica y las utopías basadas en la ideología del progreso necesario de la humanidad: los sueños de la Razón, que buscando las bases firmes produjeron monstruos dictatoriales que desembocaron en Sobre la realidad de los hechos, uno puede preguntarse si “la idea del destino en relación entre la historia y el individuo”. La respuesta nos la ofrece el personaje Fabrizio de La Cartuja de Parma, cuando voluntariamente decide vivir la célebre batalla de Waterloo: “Sólo a través de la ficción y la dimisión de lo imaginario podemos aprender algo real sobre la experiencia individual. Cualquier otro enfoque está obligado a ser general y abstracto”. Y Leon Tolstói, en su incesante lucha por el humanismo que acaba de iniciar la entrada en un nuevo siglo XX, que anuncia su llegada lleno de revoluciones, entiende que “Si permitimos que la vida humana sea dirigida por la razón, aniquilaremos toda posibilidad de vida”. Es decir, la vida como actividad espontánea y circunstancial que aplica la conciencia sobre el libre albedrí
Una razón que puede perfectamente mostrarse con la actual alienación de la sociedad en que vivimos, donde la clase alta de la sociedad y la explotación, en ciertos campos muy importantes, padece un refinado y brutal saqueo que puede llevarnos a los tiempos del siglo XIX. Por lo que el autor de Guerra y paz, la gran obra sobre la que Nicola Chiaromonte estructura sus análisis, Tolstói se pregunta a sí mismo cual es la fuerza que mueve a los pueblos. Y se responde: “es el poder: la suma de las voluntades transferidos a una sola persona”.
Malraux, otro gran personaje literario que muestra como ejemplo sus inquietante personalidad, de la que Chiaromonte, toma un ejemplo “Lo esencial para él es estar en el ojo del huracán, entre quienes padecen “Muestra que podemos palpar como realidad en su voluntario papel jugado en la Guerra Civil de España en defensa de la República y contra el fascismo”.
Según el crítico norteamericano Edmund Wilson, Pasternak autor de El Doctor Zhivago, que cierra este libro de ensayo Chiaromonte “más que una novela es un poema elegíaco”, con el propósito de expresar una importante realidad histórica apoyada en la propiedad de la propia vivida de su gran protagonista, aunque se escribió como una novela “la historia de una sociedad determinada en un tiempo determinado, que es el propósito principal de cualquier novela”. Y en La paradoja de la historia, cuadra con excelencia como dos grandes novelas universales se dan la mano al principio y final de tan brillante trabajo, literario y político. Ficción sobre el andar constante de la vivida por sus propios protagonistas.
Francisco Vélez Nieto