“LA MALETA DEL PASADO”

“LA MALETA DEL PASADO”

    “LA MALETA DEL PASADO”
(A todas las valientes mujeres que rechazan la opresión de los fanáticos religiosos y tienen que escapar, o quieren escapar, de sus países para conservar la vida o alcanzar la libertad)
Pocos entendieron
Tu resolución inexorable,
Lo necesario era poco y tanto,
Y mucho el peso del pasado,
Querías ser libre,
Decidiste ser libre,
Y estaba de más,  era un estorbo,
La Maleta del Pasado,
Ya no necesitas leer, nunca más,
Las páginas de ese libro medieval
Que tanto Mal te causó,
A ti y a millones más,
Tampoco querías ver nuevamente,
Las ropas de la opresión,
No querías saber más
De túnicas, mantas, batolas y balandranes,
De velos, hábitos, tocas, sayos, y capuchones
Y otros trapos de memoria macabra,
Manchados de sangre, muerte e infamias.
Para ser libre en verdad
De las malas tradiciones,
De la opresión y la barbarie,
Que se hundan en el fétido pantano
O en el mar profundo,
La profunda ignorancia
Y la manipulación interesada
De clérigos bárbaros,
Furibundos, mentirosos y malvados
?Cuándo Dios escribió libros o los inspiró,
Para condenar a las mujeres,
Su mejor y más bella creación?
Todos los escribieron los hombres
Con sus versiones egoístas
Y limitadas visiones,
Tan parciales como absurdas y erradas,
Libros para mantener a las mujeres encadenadas,
Oprimidas, sometidas, explotadas, esclavizadas,
Reducidas a la más infame prisión:
La exclusión, la discriminación,
La negación de sus derechos,
Ser tratadas como cosas o ganado,
Y siempre sometidas a un varón.
Nadie entendió que sonriente,
Lanzaras por la borda La Maleta,
Que traía tu Pasado,
Era solo un lastre,
Un obstáculo contra tu libertad tan anhelada
?Para qué un libraco lleno de mentiras y delirios?
?Para qué unos anacrónicos trapos,
Símbolos de opresión, resignación y ajeno dominio?
?Para qué anclarte en un mundo detestable,
Primitivo, cruel, injusto y miserable,
Que te obligó a huir de la tierra de tu padres?
Si hoy eres forastera, extranjera,
Migrante, refugiada,
Emigrada, exiliada,
Expatriada, desterrada,
Hoy mismo que el mundo sea tu casa,
No te aferres a tradiciones malsanas,
A mandatos delirantes
Y disparatadas prohibiciones.
Borra de tu mente, de tu vida y tú futuro,
A los clérigos fanáticos
De un Dios distorsionado
Que es origen de tus males
?No bastan ya todas las desgracias,
Las barbaries, las muertes, las matanzas,
Para entender que la fé depende de los hombres,
De los tiempos y lugares?
Tu fé es herencia de tus mayores,
Tu lugar de nacimiento, la fecha,
Y quienes son tus  padres.
Éstas realidades
Definen en todos,
Hombres y mujeres,
Nuestra lengua materna
Y la fé inculcada en la más tierna infancia.
Que nadie te engañe:
Los dogmas de cada fé
Son creaciones azarosas de los hombres,
Del tiempo y los lugares.
Sí el mismo Cristo
En lugar de nacer en Palestina,
En una familia pobre y judía,
En los tiempos de Herodes
Y bajo dominio Romano,
Hubiera nacido en Tokio, Bengala, Nankín,
En Calcuta, Alejandría o en Upsala,
No habría hablado arameo antiguo,
No habría creído en Jehová
Ni el Cristianismo fundado.
De nacer en Japón
Y no en la Judea de la Torá y el Talmud,
El Antiguo Testamento llamado,
Habría sido sintoísta
O un alegre y vitalista pagano;
Sí su cuna no quedara en Belén,
Sí quedara en la dulce y fría Escandinavia
O en otra tierra de las antes mentadas,
Quizás habría creído en Buda o Confucio,
En Mitra, Zeus, Odín, Júpiter, Isis, Ra o Shiva,
O en cualquier otro Dios
Adorado en la tierra de tus antepasados,
Que en suerte o azar tocara.
Muchos millones integran la Humanidad
Y las religiones son muchas y variadas.
Sí una es cierta, las otras son falsas,
Por éstas divisiones
Aún los hombres se matan.
Al escapar de tu país,
Porque los dogmas y los fanáticos de tu fé te asfixiaban,
Probaste que mucho está mal
En la sociedad que abandonabas,
Donde las mujeres son aplastadas,
Viven sometidas, oprimidas,
Excluidas, marginadas,
Y a las rebeldes las matan.
Por eso huiste temerosa, espantada,
Intégrate ahora a la sociedad
En la que buscas libertad,
Sé coherente, no te aferres al Error
Que te obligó a huir desesperada.
Olvida la religión que te condenaba.
Haz tuya la tierra extranjera,
Que generosa te recibe y te salva.
Aprende su lengua, sus costumbres,
Constata que a todos nos une
La misma condición humana,
Que los naturales de tu nueva patria
Sean también tus amigos, tus hermanos
Y solo conserva lo bueno del pasado.
No tienes que olvidar tu tierra ni a tu gente,
Solo tener presente,
Que todos somos hijos de Dios
Y todas las tierras son sagradas,
Que el Estado y toda Iglesia
Deben estar siempre separados.
Sí están unidos no hay libertad
Y se imponen los tiranos.
Sólo se puede ser libre
En un país democrático,
En las Dictaduras todos son esclavos.
El Reino de Dios no es de éste mundo,
Éste es el mundo de la Humanidad imperfecta,
Siempre sufriente, buena o mala.
Vive en éste mundo
Y no te inquieten las palabras erradas
De tantos clérigos y “hombres de Dios”,
Cuando Dios así lo decida
Dirá Él mismo sus propias palabras.
Que ningún libro “sagrado” te marque como ganado.
Vive libre y sé feliz.
No te sometas a ningún predicador,
Clérigo, “Pastor” o “Profeta”,
A ningún hombre “Elegido” o “Iluminado”,
A ninguno que se crea “Santón” o “Predestinado”,
A ningún ambicioso, charlatán o alucinado.
Eres una mujer, no una simple oveja,
No eres rebaño ni ganado.
De “Profetas” del pasado
Está lleno el mundo,
Allá la gente ingenua
Que sus embustes les crea.
Sé libre y busca vivir feliz,
Dueña de tu propia vida y destino.
Sí lograste escapar
De la locura de los fanáticos,
Torturadores y asesinos,
No cambies una esclavitud por otra,
Ni te hundas con la religión caduca y anticuada
Que llevó tu país a la desgracia y al desastre.
No vives los tiempos de tus padres,
Tampoco los de tus abuelos:
Olvídate de Dioses enfurecidos,
De Profecías y Profetas,
De Diablos, Demonios y Guerras Santas,
De Pecados y Virtudes, de Vicios y Castigos Capitales,
De Ayunos, Sacrificios y Penitencias,
De Fieles e Infieles, de Sumisos y Renegados,
De Gentiles, Conversos y Blasfemos,
De Descreídos, Herejes, Apóstatas y Profanadores,
De Paraísos Prometidos y de infiernos reales,
Del Fin del Mundo por la Cólera Divina,
De “La Ira de Dios” siempre amenazante,
No estamos en la Edad Media.
Olvida todas esas antiguallas,
Aterriza, ponte al día:
Éstos son tiempos de Internet y telefonía inalámbrica,
De redes sociales y calentamiento global,
De cambio energético y medicina genética,
De sustituir combustibles fósiles
Por limpia energía eléctrica,
Tiempos de Derechos Humanos
E Igualdad de Género.
De la Historia deja el basurero,
Vive tu propio tiempo,
Cuyas puertas el futuro te abre.
Ésto para todos vale:
Las religiones son inventos de los hombres,
Dios existe mucho antes.
No permitas que ninguna religión
Te oprima, te limite o te rebaje.

Mario Raimundo Caimacán (Mayo de 2024)

“LA MALETA DEL PASADO”

Image by congerdesign from Pixabay

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