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La literatura emblemática del conocimiento de cada época y nación por la crítica Melinda Miceli.
La literatura es el camino de cada nación y nación que retrata su historia y refleja el pensamiento más elevado en las diversas contingencias geopolíticas del momento, con reflejos socio-generacionales y variaciones emocionales que marcan el ritmo de una era. La literatura se adapta a su siglo, dejando en claro las peculiaridades ocultas de la mayoría de los ojos, a través de la sagacidad y el espíritu crítico del escritor. Cada siglo es revelado por la literatura y el arte, y uno explica el otro a través de la intuición del alfabetizado y el artista que, al interpretar la realidad, es más capaz que cualquier otra figura social de absorber y reflejar su propio tiempo con Armas de su intelecto crítico y penetrante, científico y emocional, ambidiestro en todos los sectores.
La literatura es el arte cardinal que crece con el hombre y en el hombre evolucionó a partir del desarrollo de sus habilidades introspectivas y subliminales para retratar el mundo fenoménico e intangible a través de complejas complejidades mentales que recurren al psicoanálisis freudiano y Youngan. La psicología y todo el conocimiento que el hombre de las letras debe manipular, pero, ante todo, saber para tejer la trama de una obra de arte que se puede definir solo si además de todo el conocimiento del conocimiento, y para manipular cualquier carácter y emoción que sepa describir paisajes y articulando digresiones, logra ocultar y transmitir grandes mensajes éticos a la humanidad. El deber moral del escritor, que siempre ha sido un guía espiritual, despierta a las masas del olvido material y la brutal banalidad para hacerlas evolucionar. Incluso la literatura tiene su propia iniciación espiritual que sigue una “avenida” lógica de desarrollo casi como una pirámide o el árbol de la vida; pero si este diagrama es obvio para el hombre de pensamiento, permanece oculto para el hombre primordial, que antes de buscarse en el exterior, debe encontrar en sí mismo las motivaciones para crecer y progresar en el camino espiritual a través de ese bosque oscuro que obviamente No permite que nadie sea revelado o cruzado.
En la literatura clásica hay la mejor sangre de la humanidad, la linfa que nutre los principios de construcción y emanación de la creación, el “enlace” con lo divino como fuente de iluminación e inspiración. Los primeros artistas que pintaron los íconos no fueron por casualidad los santos y muchos llevan la firma. Los primeros escritores fueron los nobles e iniciados del clero porque la búsqueda de los fines superiores no era la vocación de la gente común. El verdadero Conocimiento no siempre se ha dado a todos, excepto después de la voluntad férrea de superar las muchas barreras que obligan al alma a no ver más allá de la densidad material de la manifestación en una etapa de involución espiritual que siempre ha sido perjudicial para la humanidad. . La figura de los alfabetizados debe, por lo tanto, referirse a los ejemplos ilustres del pasado, pensar en Dante, el poeta que fue iniciado y orfo, aunque hermético a las masas. La literatura nace de hecho para dejar una gran enseñanza a todos; por lo tanto, donde debería ser incomprensible, no es necesario desistir, sino tener un buen vocabulario para honrar el léxico italiano, la lengua más compleja y noble de la historia poco conocida por los propios italianos.
El verdadero escritor reúne en sus escritos el conocimiento, la inspiración, la técnica y la práctica dirigiéndose a aquellos que entienden, pero también a aquellos que tendrían más necesidad de leer incluso 2 o 3 veces con una complejidad para su elevación y crecimiento lógico y espiritual sin tener la pretensión de convertirse Escritor que publica panfletos banales de pago que deshonran los nombres de los grandes escritores de todos los tiempos.
Melinda Miceli Escritora y crítica de arte.
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La letteratura emblema del sapere di ogni epoca e nazione del critico Melinda Miceli
La letteratura é il percorso di ogni popolo e nazione che ne ritrae la storia e riflette il piu’ alto pensiero nelle varie contingenze geo politiche del momento, con i riflessi socio generazionali e le declinazioni emozionali che segnano il palpito di un’epoca. La letteratura si sagoma al suo secolo facendone evincere le peculiarità nascoste all’occhio dei più, attraverso la sagacia e lo spirito critico dello Scrittore. Ogni secolo è rivelato dalla letteratura e dall’arte ed una spiega l’altra attraverso l’intuizione del letterato e dell’artista che facendosi interpreti del reale, meglio di ogni altra figura sociale sono in grado di assorbire e riflettere il proprio tempo con le armi del loro intelletto critico e penetrante, scientifico ed emotivo, ambidestro in ogni settore.
La letteratura é l’Arte cardinale che cresce con l’uomo e nell’uomo evoluto a partire dallo sviluppo delle sue capacita’ introspettive e subliminari per ritrarre il mondo fenomenico e quello intangibile attraverso intrecci mentali complessi che ricorrono alla psicanalisi freudiana e younghiana, alla psicologia e a tutto il sapere che il letterato deve manipolare ma prima ancora conoscere per intrecciare la trama di un’Opera d’arte che tale si possa definire solo se oltre a tutto lo scibile del Sapere, e a manipolare qualsiasi personaggio ed emozione sapendo descrivere paesaggi e articolando digressioni, essa riesca a nascondere e a veicolare grandi messaggi etici all’umanita’. Dovere morale dello Scrittore, da sempre guida spirituale, risvegliare le masse dall’oblio materiale e dalla banalita’ brutale per farle evolvere. Anche la letteratura ha una sua iniziazione spirituale che segue un “viale” logico di sviluppo quasi come una piramide o l’albero della vita; ma se questo diagramma é palese all’uomo di pensiero, esso resta nascosto all’uomo primordiale, il quale prima di cercare all’esterno se stesso, deve trovare in se le motivazioni per crescere e progredire nel percorso spirituale attraversando quella selva oscura che ovviamente non permette a chiunque di farsi disvelare o attraversare.
Nella letteratura classica c’è il miglior sangue dell’umanita’, la linfa che nutre i principi di costruzione ed emanazione del creato, la “liason” col divino come sorgente di illuminazione ed ispirazione. I primi artisti a dipingere le icone furono non a caso i santi e molte ne portano la firma. I primi Scrittori furono i nobili e gli iniziati del clero perché il perseguimento dei fini superiori non era la vocazione del volgo. Da sempre non é data a tutti la vera Conoscenza se non dopo la ferrea volonta’ di superare le tante barriere che costringono l’anima a non vedere oltre la densita’ materiale della manifestazione in uno stadio di involuzione spirituale da sempre dannosa all’umanita’. La figura del letterato pertanto deve rifarsi agli illustri esempi del passato si pensi a Dante poeta iniziato e orfico, sebbene ermetico alle masse. La letteratura nasce infatti per lasciare un grande insegnamento a tutti; dunque ove essa dovesse risultare incomprensibile non occorre desistere, ma prendere in mano un buon vocabolario per onorare il lessico italiano, la lingua più complessa e nobile della storia poco conosciuta dagli stessi italiani.
Il vero scrittore assembla nei suoi scritti Conoscenza, ispirazione, tecnica e pratica rivolgendosi a chi comprende ma anche a chi avrebbe molto più bisogno di leggere anche 2 o 3 volte con una intralettura per sua elevazione e crescita logica e spirituale senza avere le pretese di diventare scrittore pubblicando a pagamento libelli banali che disonorano il nome dei grandi Scrittori di ogni tempo.
Melinda Miceli Scrittrice e Critico d’arte