La leyenda de la campana de Huesca

La leyenda de la campana de Huesca

La leyenda de la campana de Huesca

Este cuadro es de los que impresionan, no solo por su tamaño y calidad artística, sino también por la historia que representa. Probablemente se trate de uno de los cuadros más sobrecogedores de la pintura española y en él vemos una escena dramática con el rey aragonés Ramiro II y sus nobles como protagonistas de la leyenda que explica, una leyenda considerada durante mucho tiempo como auténtica, aunque no debe ser tomada como un relato histórico, sino basada en hechos históricos contrastados, me refiero a la leyenda de la campana de Huesca.

El cuadro

Antes de nada explicar que el lienzo pertenece a la colección del Museo del Prado, aunque desde mediados del siglo XX se expone en la Sala de la Justicia del Ayuntamiento de Huesca, en la comunidad autónoma de Aragón. Su autor, José Casado del Alisal, pintor de prestigio, lo envió a la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1881, obteniendo una mención honorífica. Un año después el lienzo fue adquirido por 35.000 de las antiguas pesetas por el Estado español.

La escena se sitúa en una estancia húmeda y lúgubre del palacio de los Reyes de Aragón, actualmente forma parte del museo de Huesca, y recoge el momento en que el rey de Aragón, Ramiro II, degolla a los nobles sublevados que acudieron al engaño que urdió el monarca. En algunos casos los modelos elegidos por el pintor para pintar los rostros con conocidos suyos ya fallecidos. Así,  Gustavo Adolfo Bécquer y tres mendigos de Roma, donde el autor realizó la obra, quedaron inmortalizados en la cara de asombro que asoma detrás de la columna de la derecha del cuadro y  en tres de los decapitados, respectivamente. Entre los caballeros ajusticiados encontramos a Ferriz de Liziana, García de Vidaura, Roldán y Gil Atronillo, con sus cabezas en el suelo formando un anillo a forma de campana, colgando de una cuerda a modo de badajo al máximo responsable de la conspiración, el arzobispo Pedro de Lucria.

Advertimos como se concentran los nobles aterrorizados por la escena que ven, amontonados en la corta escalera de la izquierda del cuadro, sin atreverse a bajar.

La leyenda

Su protagonista, Ramiro II el Monje, es el padre de Petronila de Aragón, futura reina de Aragón y condesa de Barcelona. El sobrenombre lo encontramos porque su padre lo destinó a la vida monástica en una abadía de Languedoc. Tras su regreso a España en el año 1110 fue nombrado abad y posteriormente obispo. El destino le reservó la regencia del trono de Aragón tras la muerte de su hermano mayor, Alfonso I, algo que no fue visto con buenos ojos por los reyes de Navarra y Castilla, así como por el papado y algunos nobles aragoneses.

El rey quiso ganarse el favor de los nobles concediéndoles tierras y favores, resultando insuficiente para apaciguarlos. Decidió enviar un mensajero con una carta solicitando consejo a su antiguo preceptor en el monasterio, el abad Frotardo, quien ordenó a su emisario que le acompañara al huerto donde estaban plantadas coles de distintos tamaños. Extrajo un cuchillo y “talló todas las coles mayores” mientras sujetaba en la otra mano la carta, instándole que describiera al rey lo que había visto.

Ramiro II interpretó que los nobles debían ser suprimidos de raíz y trazó su malvado plan:

Convocó a los caballeros y nobles hostiles para que acudiesen a unas Cortes que se disponía a celebrar en Huesca. La excusa era la fabricación de una campana que se escuchase más allá de todos sus dominios”. Los desprevenidos nobles asistieron a la reunión que vieron como una oportunidad de desacreditar al monarca. Ramiro II, situó a soldados de su confianza en la cámara y conforme citaba a los nobles uno a uno, cortó la cabeza a 13 de ellos.

La leyenda se recoge en la Crónica de San Juan de la Peña redactada entre 1369 y 1372 en tiempos del rey Pedro IV de Aragón y comprende la historia del reino de Aragón, desde sus inicios como condado hasta la muerte de Alfonso IV en 1336.

Como decía al principio, está basada en hechos históricos y tal como apuntan diversos historiadores del siglo XX se menciona en dos escritos del siglo XIII un hecho violento en Huesca en 1135, así como en la Primera Crónica general de España de 1289 el ajusticionamiento de once nobles en un corral de Huesca por parte del rey aragonés y las fuentes árabes referencian un hecho similar en tiempos de Ramiro II, pero no es más que una leyenda, probablemente un cantar de gesta del siglo XIII recogido en la Crónica de San Juan de la Peña, que durante siglos permaneció en el imaginario popular y que tanto pintores, como escritores, recogieron en algunas de sus obras.

Una obra:

La campana de Aragón, de Lope de Vega

Link foto:

museodelprado.es

francisco javier tostado

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