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La idea en un signo. Arte africano y arte contemporáneo occidental en la sala Kubo-kutxa de San Sebastián
La sala Kubo-kutxa de San Sebastián acoge la exposición La idea en un signo. Colección Sánchez-Ubiría, que estará abierta al público desde el 20 de octubre de 2018 al 20 de enero de 2019.
La colección Sánchez-Ubiría es una colección particular excepcional, configurada a lo largo de las cuatro últimas décadas por el matrimonio formado por Sebastián Ubiría (1947-2014) y Margarita Sánchez (1944). La colección, que hoy cuenta unas 500 obras, comienza siendo solo de arte tradicional africano. Más tarde, da el salto al arte contemporáneo, sin abandonar su pasión por África.
En la exposición, comisariada por Alejandro Castañeda, se muestran 170 obras, de las cuales 93 son de arte tradicional africano y 77 de arte contemporáneo occidental.
La idea en un signo
Margarita Sánchez afirmaba hace poco en un periódico de tirada nacional, que «la gente no puede vivir sin arte. Las obras deberían estar a la disposición de todo el mundo». Y esta idea es la que le lleva a trabajar en la difusión de su colección.
La muestra que acoge la sala Kubo-kutxa busca dar a conocer estas dos vertientes tan dispares del arte, a través de un diálogo establecido entre ellas.
El título, La idea en un signo, está tomado de una cita del libro El pensamiento salvaje (1962), donde su autor, el antropólogo francés Claude Lévi-Strauss, reflexiona sobre las afinidades entre el arte tradicional africano y el occidental. Aunque, como reconoce Sergio Rubira en un texto del catálogo de esta exposición, «esto resulta impracticable…, y solo puede hacerse construyendo una ficción, una que chirría, que rechina, que no termina de encajar».
La idea en un signo. Colección Sánchez-Ubiría, nos invita, por un lado, a descubrir la belleza y el interés de una selección de piezas de esta colección, y, por otro, a detenernos en desentrañar el permanente diálogo existente de las obras de arte antiguo africano con las de arte contemporáneo. Y lo hace desde un punto de vista enormemente estimulante, e incluso podríamos decir que dinámico. Nos coloca como espectadores activos frente a un mundo de posibilidades.
Así, más allá de proponernos un simple acercamiento a cada una de las obras —que no sería poco, teniendo en cuenta su calidad— se nos brinda una magnífica oportunidad para establecer relaciones entre piezas de arte de diferentes lugares y producidas en contextos muy diversos, e incluso a reflexionar sobre nuestra mirada hacia otras culturas, o sobre la imperdurabilidad de ciertas ideas, inherentes al ser humano, venga de donde venga.
De alguna manera, esta muestra toma muchas de las estrategias utilizadas en otras exposiciones que han buscado afinidades relativas para relacionar las obras de arte tradicional africano con las de arte contemporáneo, en aspectos como la continuidad de las formas, los usos de los materiales, la idea de fetiche, la presencia del rito, el artista como brujo o chamán, el pensamiento salvaje frente al científico.
Y ese diálogo se nos sugiere sutilmente, sin determinismo, como una posibilidad que no descarta otras relaciones que se nos puedan ocurrir, que pueden ser temáticas, o conceptuales, o puramente estéticas. Veamos, pues, hasta dónde nos llevan.
Culturas africanas representadas
Punu (Gabón), ashantiy akan (Ghana), de Djeneé, bambara, marka, tellemy dogón (Mali), eket, tiv, igbo, idoma, nok, afikpo, yoruba y jukun (Nigeria), fon y adja (Benin), akye, dan, guro y baulé (Costa de Marfil), lobi, bura-asinda-sika (Burkina Faso), mende (Sierra Leona), pende, bakongo, songye, suku, salampasú y hemba (R. D. Congo), shi (Zaire-Ruanda), makondey masai (Tanzania), senufo (Costa de Marfil y Sur de Mali), chowkey holo (Angola), xhosa (Sudáfrica), fang (Gabón y Togo) y ewe (Togo).
Artistas contemporáneos representados:
Art & Language, Helena Almeida, Jose Antonio Amondarain, Nobuyoshi Araki, Kader Attia, Bernd & Hilla Becher, Joseph Beuys, Pedro Cabrita Reis, Waltercio Caldas, John Coplans, June Crespo, Jose Pedro Croft, Ángela de la Cruz, José Damasceno, Richard Deacon, Jürgen Drescher, Marlene Dumas, Sylvie Fleury, Sandra Gamarra, Iñaki Gracenea, Katharina Grosse, Thomas Hirshhorn, Cristina Iglesias, Magdalena Jitrik, Fabio Kacero, Imi Knoebel, Igor Kopystiansky, Guillermo Kuitca, Teresa Lanceta, Jorge Macchi, Robert Mapplethorpe, Gordon Matta-Clark, Boris Mikhailov, Mitsuo Miura, Miquel Mont, Matt Mullican, Bruce Nauman, Alberto Peral, Fernando Renes, Peter Rogiers, Adrian Schiess, Iris Schomaker, Laurie Simmons, Susana Solano, Iran do Spirito Santo, Jessica Stockholder, Antoni Tàpies, Gert & Uwe Tobias, Tunga, Juan Uslé, Atelier Van Lieshout, Marije Van Varmerdam, Wolf Vostell, Christoph Weber y Yonamine.
La exposición
La exposición se distribuye en 6 ámbitos o salas con un eje común, pero voluntariamente sin título, precisamente para evitar obligar a una lectura unívoca.
En las salas 1 y 2 se acumulan coincidencias, resonancias, ecos, casualidades, encuentros, contrastes, recursos retóricos, más o menos forzados, muchos inciertos, que van construyendo la ficción de este relato que es La idea en un signo, un relato que sólo en apariencia pretende poner orden al caos y dar coherencia a lo ambiguo. Bajo la influencia del arte tradicional procedente de África y Oceanía, los artistas de vanguardia cambiaron su forma de hacer y de pensar, rompiendo con el mimetismo y hermetismo de la tradición renacentista que caracterizó al arte occidental hasta comienzos del siglo XX. Cada vez más el artista se asemejó a un bricoleur, entendido como aquel que trabaja sin un plan previo y con medios y procedimientos apartados de los usos tecnológicos normales. El artista buscó acercarse más al pensamiento salvaje frente al científico, buscó lo crudo frente a lo cocido, al bricoleur frente al ingeniero.
En la sala 3 nos acercamos a otra idea y es la de que los artistas modernos encontraron en el arte primitivo una fuente de ideas y conceptos, como genio o autenticidad, cualidades que vinculaban con el brujo o chamán, por el carácter ritual, incluso mágico, de los procesos creativos. La sala 4 está dedicada al fetichismo. A partir de unos textos de tres reconocidos pensadores de la cultura occidental: Hegel, Marx y Freud, se nos invita a ver el vídeo de Bruce Nauman. En esta sala pueden verse también distintos fetiches africanos, portadores de uno o varios poderes mágicos.
La sala 5 está concebida como un «gabinete de curiosidades» (wunderkammer), como un lugar donde se encuentran objetos inéditos, exóticos y maravillosos procedentes de lugares dispares. Para terminar, en la sala 6, la última del recorrido se presta atención al tema más universal en la historia del arte: el cuerpo.
Catálogo
El catálogo recoge todas las piezas expuestas en esta muestra, con fotografías a todo color y textos (en euskara, castellano, inglés y francés) de Sergio Rubira, Olga Fernández López y Rocío Robles Tardío.
Datos prácticos
La idea en un signo. Colección Sánchez-Ubiría
20 de octubre de 2018 a 20 de enero de 2019
Entrada libre
Idea original
Sergio Rubira
Comisario
Alejandro Castañeda
Horario
De martes a domingo: 11:30-13:30 h. y 17:00-21:00 h.
Kubo-kutxa
www.sala-kubo-aretoa.eus
Zurriola 1. Kursaal
20002 Donostia / San Sebastián
Tel. 943 25 19 39
e-mail: kubo@kutxa.eus
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