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Yo no bebo, no fumo, no me drogo, como poco. Yo diría que mis únicos vicios son El Quijote, La divina comedia y no incurrir en la lectura de Enrique Larreta ni de Benavente. Jorge Luis Borges
LA CASA DE LOS ESPÍRITUS, De ISABEL ALLENDE
Es tal vez la mejor obra de esta autora. Forma parte de la trilogía: Hija de la fortuna, Retrato en sepia, La casa de los espíritus.
En la novela, Isabel pare las palabras, brotan de su pluma incesantemente como fresas, plumas, colores, notas musicales… sin asomo de dificultad. Sin dificultad devoras las páginas y la historia de la familia del Valle que entronca con los Trueba. Son familias de terratenientes latinos con cuya historia la escritora va llenando las páginas de su libro. Utiliza el realismo fantástico muy propio en los escritores de su tierra, pero dulcificado; este realismo fantástico lo podemos disfrutar desbordado y en todo su esplendor en la novela Cien años de soledad de Gabriel García Márquez.
Como en todas sus novelas nos pone al corriente de las cruentas guerras y revoluciones de su Chile natal, presentando en este libro una de sus caras más amargas. Es notorio que Isabel tiene muy dentro de su corazón la historia de su pueblo y la va derramando como si de un tarro de azúcar o hiel se tratara.
Allende es un terremoto, un volcán en erupción que esparce el relato desde su mente creadora. Es brillante en cada línea, en cada hoja y te preguntas de donde puede salir ese derroche de vocabulario. En todas sus obras habla de revoluciones, de su familia, de las personas que tiene a su alrededor… todo eso lo amasa, y sale un maravilloso y encantador libro. Mamas de su persona, de su filosofía, de lo que ella ha sentido y vivido… porque se implica en lo que expresa. Siempre escribe en primera persona. Los escritores que escriben en tercera persona narran una historia, pero los que escriben en primera persona cuentan de su alma, de lo que sienten, de lo que viven… de corazón a corazón, de espíritu a espíritu, de entraña a entraña. Son escritores comprometidos.
Sin embargo, hay muchos escritores que se ponen corazas, abrigos, que se cubren, como la mayoría de las personas… esos no te llegan al interior.
Isabel Allende en sus libros se desnuda, se pone encueros… con sus defectos y sus virtudes. Grita lo que vive y lo que tiene a su alrededor. Es una explosión, una sacudida, un soplo de aire fresco…
Para los cinéfilos: la película se estrenó con un reparto de actores y actrices excepcionales y gran éxito.
Desnuda soy, desnuda digo: soñadora.
Mª Loreto Sutil Jiménez