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Juan Antonio Guzmán Camacho.
Nació en Bonares, Huelva (1950). Poeta y maestro. Miembro fundador del “La Garrocha”1970, “El Club de Escritores Onubenses”1977 y “Condados de Niebla” 1984. Libros publicados: «No fuimos lo pensado» 1979. «Sin nada que callar» 1981. «Con único latido» 1983. «Lírica de una Atlántida» (Antología de poetas onubenses) 1986. «Con tanto sol por alma» 1991. «Un día en la vida de un sueño» 1995. «El Viaje» 1995. «El río seco » 1995. «El poema del Bendito» (versión literaria del Masnaví Mubarak de Bahá ‘u’ lláh) 1997. « Raíces y alas» (antología de Juan R. Jiménez) 1999. «La ternura del silencio» 1999. «Poemas Elementales» 2001. «Universo… Un verso, (1965-2005)» 2012. «América, crisol de humanidades » 2017. «La Música de las Estrellas » 2 017. «Oda a Doñana» 2017. Sus poemas se incluyen en antologías y revistas de ámbito nacional e internacional. Ha sido traducido a varios idiomas. En 2006, propone al Senado su poema “Himno a España”, como letra para el Himno de España.
POEMAS DE JUAN A. GUZMÁN
PRELUDIO
En el día que la vida
fue la gran soberana primicia de la tierra,
apareció el paisaje sesgado hacia el encanto.
Con temprana quietud
lució la luna llena,
sobre el tul de las nubes novicias de la tarde,
un collar de palomas.
TIERRA
“Como arriba es abajo; como abajo es arriba.”
Hermes Trismegisto
¡Ay, Tierra!, redonda como un ¡Oh!
del ser creacional,
rodante rotadora en traslación constante,
pelota caprichosa de escarabajo mítico
encaramado al mundo…
En ti se dan los sueños, en ti se dio la mente.
¡Qué maldición tan grande!, ¡qué bendición tan pura!
Dime tú, madre Tierra, ¿quién te lleno de gracia?,
¿quién amieló tu entraña, tu espíritu salobre?,
¿qué esperma variopinto espoleó tu óvulo
fecundando, al unísono, las múltiples especies
en tu seno compacto? ¡Ay, Tierra…
conciencia consecuente de la conciencia cósmica!
En ti estamos todos y de mí te alimentas.
Hoy te tengo en la mano
en un terrón del barro de la vega del Tinto,
con mis dedos te palpo, con mi olfato te aliento.
Arroparé en mi cuenco instintivo de olivo
al roce y al rumor de los cantos de olas,
rodados y de pájaros
en marrón nebulosa natural de tu historia.
Así como Tartesos, vivificado en mí,
contiene por completo
las intrigas y dichas de los pueblos terrenos,
a ti te veo, Tierra, en el terrón del Tinto
y en él, por ti veré, a fondo, el Universo.
LA PAZ DEL TODO
Nadie podrá vencer la paz del todo… Aunque quiera beberse la mar de un solo trago, aunque quiera quemar la vida de los bosques.
Aquí la fuerza viva del presente, su estela y su conciencia…Con disfraz de guerrero no construiremos globos ni balsas ni patines en donde viajar nuestra inocencia; la sencilla, genial y eterna sed de niño que guardamos en el abismo blanco de la vida con cierta incertidumbre.
¿Queréis que cante el hombre a nuestro hombre?: el que exige justicia y no la cumple, el que no grita pan para no dar un trozo, el que sueña despierto por temor a la muerte, el que duerme sin sueños por temor a la vida… ¿Y el hombre está pensando en ser feliz…?
Sintámonos los dueños de un mundo colmado de apariencias. Sintámonos partícipes de un mundo roto por los codos y a punto de estallar por todas partes. Aunque, mejor, esperar de vacío; por si, acaso, el destino y el hombre se cargan de verdad.
CANTIDAD
Medid, medid la Tierra…
Que aquél que es más exacto
es el que más se equivoca.
Medid…, valorad y medid la cantidad… que aquél que vea un árbol, sólo sepa que existe una corteza de un tronco con quinientas una hojas sin raíces ni espacio; y tendréis que decirle que mañana es otro árbol. Medid, medid el árbol, no solo el árbol…, también el animal. El animal que tenga… ciento cinco rayas negras es la cebra, y corre; y el animal de cincuenta es el tigre: mata de un zarpazo, no más, no menos.
El hombre, animal sin rayas,
mata de trescientas cincuenta mil maneras,
con un siete con cinco de esperanza
y un uno con dos de inteligencia.
Me llamo: 123.456.789. Desde que España es España.
INVOCO AL UNIVERSO
Venid, venid, vecinos de la Tierra,
venid, bajad a las altiplanicies de mi América.
Venid para afirmar que desde el cielo
no se ven fronteras,
que sólo se ven mares y algunos continentes
sin banderas ni nombres de naciones
encima de las tierras.
Venid a decir sí al agua clara del río Guadalquivir
y de Doñana, y de la Amazonía, río arteria
del corazón del mundo de la Tierra.
CUANDO MI VIDA CESE
A Juan Andivia,
poeta y amigo.
Cuando mi vida cese
será como si a un pino en día de verano
se le cae
una horquilla de su copiosa copa;
como si, de una cordillera, una hormiga desprende
un granito de arena,
o se funde al sol un rayito de luz,
o si a Dios le creciese
en su barba ondulada, eternamente alba,
un vello lacio y negro.
Cuando mi vida cese,
nadie, nadie se dará cuenta…
Porque el frondoso pino
no tiene miedo al frío.
La joven cordillera… ¿qué sabe de granitos
de arena?
El sol
no tiene electricista… Y Dios,
mi Dios, está ocupado.
POÉTICA
Si mi voz no contiene el canto de los pájaros
recreando en silencio la belleza y la dicha,
es hora de nacer,
de dar cita a la muerte…
Como aquel pajarillo
que entre espinos se empala
y, ensangrentado, eleva
en misión de armonía
el sereno esplendor de su único canto.