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JESÚS SOLANO, DIARIO DE CONFESIONES A MAYO
DIARIO ÍNTIMO A MANO Y A MAYO
José Cenizo Jiménez
Haciendo juego verbal con el título, Diario de confesiones a mayo, escritos seguramente, como se ve en la foto de portada, a mano inicialmente, el escritor Jesús Solano nos acerca a su pensamiento y a sus sentimientos íntimos surgidos al calor, al frío mejor, de la pandemia y de los últimos años. Un diario cercano, dolido, reflexivo acerca de los efectos perniciosos, históricamente desgraciados de la pandemia de COVID-19, que nos movió al miedo, a la enfermedad, al dolor, a la soledad. Diría que no quedaron títeres con cabeza, unos la perdieron literalmente, murieron, y otros se hundieron en miedo y depresión.
Solano se asoma a esos días, aprovechando para criticar algunas actitudes políticas, así como ciudadanas (la política, la educación, el respeto empiezan por cada uno de nosotros, que se nos olvida). También tiene ojos y corazón para la denuncia social, para acordarse por ejemplo de la inmigración, de los que llegan en patera desde el infierno para, quizá, entrar en otro: “Tú, amigo mayo, no entiendes de esto, porque tu vida de treinta y un días es muy corta para entender, cómo es posible que, por ser del continente africano, con poderes discriminatorios antediluvianos, puedan tratar a las personas donde da igual ser animal que humano” (“En esta patera”, p. 133).
Naturalmente aborda temas como el paso del tiempo, la añoranza de la infancia, recuerdos y homenajes familiares, el amor a la naturaleza o algo que domina y ama, la poesía y la música, dos pasiones de su vida pues no en vano ha publicado varios libros de poesía y es músico y constructor e inventor de instrumentos musicales. Un hombre amante de la gran cultura, renacentista.
Creemos que el libro quizá es algo prolijo (casi cuatrocientas páginas) y hubiera necesitado de una selección, así como de revisión para evitar algunas rimas en esta prosa y algún exabrupto (“Yo escribo para mis amigos y para los que no lo son, y si no quieren leerme, que cojan estas hojas del libro y se limpien con ellas el mojino” (p. 235). Entre los logros del libro vemos el efecto lírico general, la introspección, el juego con algunos títulos (“Mayo-rear”, “Mayo-ritariamente”, “Des-mayo”…), la sensibilidad mostrada, el ritmo como poético de algunos fragmentos. Quizá esas rimas a las que aludíamos, en algunos capítulos, como en “Mayo-ría” (p. 28), rimas asonantes o consonantes, sean intencionadas para producir ese efecto de poema, con aliteraciones: “Sentimientos que convocan arpegios con ritmo lento, y un mayo que va lidiando la frescura del momento”. Acérquense a este autor y a sus escritos en primera persona, encontrarán muchos casos para identificarse.
JESÚS SOLANO, DIARIO DE CONFESIONES A MAYO, GRANADA, EDITORIAL GRANADA CLUB SELECCIÓN, 2023