Francisco Giner De Los Ríos y la Institución Libre de Enseñanza

Francisco Giner De Los Ríos y la Institución Libre de Enseñanza

Ana Patricia Santaella

Francisco Giner De Los Ríos y la Institución Libre de Enseñanza

POR ANA PATRICIA SANTAELLA

      Francisco Giner de los Ríos nace en Ronda Málaga  en 1839, fue el hijo primogénito de Fco Giner de la Fuente y de Bernarda de los Ríos. Al cabo de ocho años nacería su hermano Hermenegildo.

     En 1858 obtiene el grado de bachiller en Derecho por la Universidad de Granada, allí conoce a Nicolás Salmerón y participa en la Cuerda Granadina ( sociedad literaria y artística). Inicia su colaboración en la Revista Meridional . En Madrid frecuenta el Ateneo y el Círculo Filosófico.

    En 1866 publica Estudios Literarios , su primer libro.

    A Francisco Giner de los Ríos puede considerarse el primer español moderno, según asevera José García Velasco, nuestro país le debe cosas fundamentales, aún pervive la vigencia  de su legado, cuando afirmaba que la labor pedagógico es educación más que instrucción. Pero pasemos a verlo.

Francisco Giner De Los Ríos    Fundó en 1876 la Institución Libre de Enseñanza ( ILE ) en la que procuraban favorecer una formación integral,  promover las artes y la música, fue pionera en la impartición de idiomas y la práctica del deporte ( esquí, tenis, fútbol).  La metodología pedagógica se basó en no diferenciar las etapas educativas,  no se separaba entre la enseñanza primaria y secundaria. El alumno es el protagonista de su educación y el profesor, su acompañante y orientador.

   Se acudía a la escuela para disfrutar: la alegría y el juego eran vitales, se descartaban los exámenes y la rigidez de los premios y castigos. El aula se trasladaba con frecuencia al campo, a los museos, a las fábricas, a aquellos lugares en los que la vida bullía.

  En ella se defendía la libertad de cátedra, y comprobar el pragmatismo real de las innovaciones en el ámbito de la pedagogía para tratar de  ser aplicadas a posteriori en los centros públicos.

   Pretendieron como estamos viendo, él y sus discípulos, alentar un proyecto de modernización cultural de envergadura, a través del desarrollo y la expansión de la ciencia y de la reforma educativa mencionada.

   Provino del Krausismo, que como doctrina pretendía el blindaje de la libertad de cátedra frente al dogmatismo como hemos referido, y la tolerancia académica por encima de todo.

  En España provocó un influjo duradero que caló en la vida artística e intelectual, y se vio truncado al proclamarse la guerra in-civil, diseminando a sus cabezas más relevantes a Hispanoamérica.

   Bastante antes, obtienen la plaza de catedrático supernumerario de la Facultad de Filosofía y Letras, Nicolás Salmerón (1866) y Giner la de Filosofía del Derecho (1867) en la Universidad Central, logrando ambos un sueño inmenso que les permitiría incidir en los medios universitarios. Querían desterrar el monopolio detentado por tradicionalistas y conservadores en la esfera docente. En tal empeño, se unieron a Sanz del Río  a Fernando de Castro, el otro Krausista de la Universidad de Madrid.

   Los Krausistas tuvieron un exiguo compromiso en los preparativos revolucionarios que conducirían al derrocamiento de Isabel II.

   Salmerón fue uno de los firmantes del Manifiesto de los demócratas de Madrid a los demócratas de provincias, en él,  solicitaban la abstención en las elecciones generales, al igual que los progresistas.

    Las campañas que se desataron contra los profesores Krausistas por el  neocatolicismo no se hicieron esperar, vistos como elementos nocivos por las doctrinas que sembraban entre la juventud, dieron sus esperados frutos.

   Poco después de que Giner se incorporase a su cátedra , se configuró el último gobierno moderado de Narváez, como ministro de Fomento estaba Manuel Orovio, que un año había suspendido de empleo y sueldo a Castelar. Las medidas que implantó fueron una afrenta en toda regla a la propagación de las teorías políticas de los demócratas y  a las teorías filosóficas de los Krausistas.

   Pero la verdadera confrontación no tardaría en llegar cuando medio centenar de profesores,

rehusaron suscribir un escrito de apoyo y adhesión a la reina Isabel II. El Gobierno los despojó de su cátedras, la de Giner fue por solidarizarse con los catedráticos expulsados.

   Los Krausistas también se afanaban en otras tareas como las tareas a desempeñar en la Sociedad Abolicionista Española, cuyo principal empeño era erradicar la esclavitud y el sometimiento de las colonias.

   Giner aunque era republicano, consideraba que España no estaba preparada ni dispuesta para recibir a la república, y que la misma podía acabar en un intento de caudillaje. ( Fernando Arcas Cubero).

Francisco Giner De Los Ríos y la Institución Libre    Pasemos a escuchar algunas ideas de su propio pensamiento: “ Cierto: la sociedad padece hoy gravísima dolencia. No son las aprensiones livianas de unos cuantos espíritus exaltados, sino sus propios y verdaderos dolores lo que causa su angustioso malestar. Presa de la voluntad arbitraria que pone su mandato sobre el de la razón, la consiguiente lucha de todos los elementos de la vida, creencias, principios,  clases, instituciones, intereses, mantiene una radical hostilidad entre los hombres, pagados cada cual de su persona y consumidos por la pasión egoísta y desenfrenada de su propio triunfo, o, cuando más, del triunfo de su idea, que ama, no a título de verdadera, sino de propia”. Y luego continúa: “ Y en esta división e irreconciliable enemiga de los opuestos bandos, todos igualmente aferrados a un intolerante dogmatismo, que siente el peligro mortal  de verse emplazado ante la conciencia y pide a la fe ciega adhesión que pueda hacerle prolongar sus días, la unidad ética, la virtud interior, la sosegada armonía que falta a la vida social, es reemplazada por la fuerza material y externa”.

   Giner fue un intelectual y un hombre inclinado a la acción que se opuso a participar en el entramado político de los partidos. “No sirvo para eso”, respondía cuando le sugerían que se presentase a senador o diputado.

   Tanto él como Cossío, eran personas que se situaban fuera de los partidismos políticos o religiosos.

   Manuel Bartolomé Cossío, riojano, fue pedagogo e historiador del arte. Ahijado y alumno predilecto de Giner y compañero inseparable, fue a su vez, un bastión incuestionable dentro de la ILE. Primero se integró en la institución como profesor auxiliar y más tarde, como maestro de primaria.  En 1883 ganó por oposición, la dirección del Museo Pedagógico de Primera Enseñanza, después llamado Museo Pedagógico Nacional, a esta institución se debe la creación de bibliotecas escolares y material escolar circulante, y las colonias de vacaciones, entre otros logros. 

    En 1905, pronunció en Bilbao una importante conferencia sobre “El maestro, la escuela y el material de enseñanza” la cual sentaría las bases para una considerable renovación educativa en España. 2

   Dejó Cossío,  un estudio fundamental sobre la obra del Greco, un estudio artístico y biográfico  que, además de aportar nuevos datos y ordenar su catálogo, supuso un intenso descubrimiento de la figura y personalidad del pintor greco-español y su revalorización en el siglo XX.

   Ambos vieron colmados un suelo largamente acariciado: La puesta en marcha de las Misiones Pedagógicas.

  Entre los logros y reformas más señeros cabe destacar: La igualdad económica para maestros y maestras adelantándose al resto de Europa,  el intento de llevar a los presupuestos del Estado, las consignaciones de la enseñanza primaria y la creación de un Ministerio de Instrucción Pública, además de las colonias en las que tantos niñ@s disfrutaron.

    “… de mis discípulos he aprendido… más que de mis maestros.” Decía Cossío.

Francisco Giner De Los Ríos y la Institución Libre de Enseñanza   “ El mundo entero debe ser, desde el primer instante objeto de atención y materia de aprendizaje para el niño, como lo sigue siendo, mas tarde para el hombre. Enseñarle a pensar en todo lo que le rodea y a hacer activas las facultades racionales, es mostrarle el camino por donde se va al verdadero conocimiento, que sirve después para la vida. Educar antes que instruir : hacer del niño, en vez de un almacén, un campo cultivable.” aseveró.

   Los discípulos que los rodeaban gozaban de su afecto y confianza. Intentaron armonizar la tradición española con la rica aportación de las distintas culturas europeas.

   Durante siglos, la españolidad se había confundido con la identificación de los valores de la Contrarreforma y con un espíritu guerrero que había sido capaz de propagar el catolicismo por el mundo. El honor, la grandeza, la hidalguía, la indiferencia hacia el trabajo manual estaban muy enraizadas en el pensamiento castizo.

              Principios generales del ideario pedagógico gineriano y Krausoinstitucionista

    Sobresalieron los siguientes principios generales : La suprema creencia en el progreso   del ser humano, y de la Humanidad, a través dela educación, como hemos ido diciendo, con vista a una regeneración social que requería, un ser humano nuevo.

     La neutralidad filosófica- político-religiosa tal y como quedó establecido en el artículo 15 de los Estatutos fundacionales.

    Otro pilar o principio básico sería el europeísmo, la asistencia a congresos y reuniones internacionales, el intercambio de saber con otros establecimientos docentes europeos, las estancias en el extranjero para formar al profesorado.

   El cuarto principio sería el gradualismo.

   Se remarcaban como sólidos pilares: la educación científica, estética,  el ejercicio físico y el énfasis otorgado a la moral.

   El conocimiento de la naturaleza se efectuaba desde una perspectiva vitalista que asignaba a la materia vida, actividad y belleza

   Hombres y mujeres compartían las mismas aulas en régimen de coeducación.

                                                  La Ciencia como Función Social

     Ahora que se desmantela la ciencia, se cierran centros, se disminuyen los esfuerzos y las asignaciones presupuestarias, y much@s de nuestros científic@s se ven forzados a emigrar, lo que tristemente conocemos como “fuga de cerebros” .Giner hizo casi parecidas reflexiones:

   “La investigación y construcción científica  siguen siendo tenidas por función exclusiva de ciertos individuos, cuyos productos, nada deben, al menos directamente, a l acción intelectual de la sociedad. La relación entre ésta y la minoría profesional se estima casi siempre reducida a dos elementos: 1º las condiciones, en cierto modo externas, que la sociedad presta al investigador para hacer posible su obra ; 2º, su receptividad para la difusión de los resultados…” Pensaba que la colaboración positiva entre sociedad y la ciencia era escasa, y el nivel cultural general, las creencias y la idiosincrasia influían como influjos favorables o desfavorables al desenvolvimiento de la Ciencia.

colegio    Contempló la vocación científica era una profesión imbuida del espíritu de la verdad, conectada la misma a la libertad y con la liberación del yo de toda servidumbre, de todo embuste, con lo cual el fruto, es antes que pragmático-utilitario, de índole y procedencia moral, pues coopera fuertemente con el cumplimiento del destino humano. 3 

         Y para terminar, ofrecemos algunos testimonios de cariño, reconocimiento y gratitud hacia el Maestro de Maestros, Francisco Giner de los Ríos.

        Don Miguel de Unamuno, lo llamó el Sócrates español: “ Pronto, el 18 de abril de este mes, hará dos años que se nos fue para siempre ( falleció en 1915)  de esta España nuestra, de esta su España, de este mundo. ¡Pero no se nos fue del todo, no! Aún no queda; aquí a los que le conocimos, es decir, a los que le quisimos; aún le llevamos dentro.” “Como era un estupendo orador y se pasó la vida queriendo ahogar en sí esa noble facultad de la oratoria. “Yo creo que don Paco, así  se le llamaba cariñosa y familiarmente, comprendió que la obra más auto educadora de un hombre era la de luchar contra su propia profesión, la de impedir, mientras uno la ejerce honrada y hasta amorosamente, que le profesionalice, la de hacer que el hombre, el hombre entero, no se deje dominar del funcionario. Y por eso él, catedrático, propendió a hacerse maestro. Y para poder ser maestro, a hacerse discípulo, el eterno discípulo.”  

       Y Luis de Zulueta lo recordaba así: “Nada humano le era ajeno. Pero cualquier cosa que hiciera o de que tratara, la miraba como un medio de perfeccionamiento, como un medio de educación. Vivir, para él, era educar y educarse.”.  “La clase era una conversación preparada concienzudamente. Y cada conversación era una clase improvisada.”

      “Esa influencia de don Francisco, difusa, sutilísima, inapreciable, toda espíritu, no es aún bien conocida, y nunca lo será del todo. Nunca podremos contar, uno por uno, los mil hilitos que fue amorosamente tejiendo en cincuenta años de intenso apostolado. Influyó, siempre de una manera interna, pura e ideal, en muchos movimientos que nadie creería relacionados con él. Le debemos lo mejor de lo mejor que ha surgido luego colectivamente en arte y ciencia, en educación y política. Nadie como él habrá impulsado la reforma moral de España. ¡No sabemos lo que hemos perdido.”

 

     Bibliografía

     2.- Francisco Giner de los Ríos. Por una senda clara. Antología. Selección de textos y prólogo a cargo de José García Velasco y Eugenio Otero Urtaza. Editado por la Junta de Andalucía.2011.

     3.- Giner de los Ríos. Un andaluz de fuego. Edición a cargo de José García Velasco. Consejería de Cultura. Centro Andaluz de las Letras. 2011 

   [easy_image_gallery]

 

0 0 votes
Article Rating
Suscribir
Notificar de
guest
1 Comment
Más antiguo
Noticias Más votados
Inline Feedbacks
View all comments
1
0
Me encantaría saber tu opinión, por favor comenta.x
()
x