Eufrasio Navarro Fernández

Eufrasio Navarro Fernández

Carlos J. Rascón
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Carta de un miliciano del siglo XXI

Ahora, cuando el combate descansa
sentado en la trinchera del tiempo,
el miliciano escribe
en un papel arrugado una carta
a hijos, madres y esposas.

Queridos valerosos,
siempre estáis en la retaguardia,
se lucha contra la miseria que mata
despidos, hambre y desalojos.

Pero la moral está impecable
y el valor intacto en el miliciano,
que lleva la mejor arma
lápiz y papel entre sus manos,
la cultura es: Inevitable.

La conquista, vencer al reaccionario
con libros, que es su miedo
al lado de un colegio, como aulario

Es el siglo XXI
y el miliciano dispara con veros
a la mente del reaccionario preso
por lo racional, su fusil quedó quieto.

Mientras el miliciano escribe
se miran y al final deciden
construir sobre el sabio destino
y volver,
donde nunca deberían haber salido.
Fin de la historia.

6/6/2.015

Firmado: Eufrasio Navarro Fdez.

 

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La puerta y el zaguán

Si ves, que voy a tu puerta amigo
voy, en plenitud de mis deseos
estrecharte contra mi pecho
y conmemorar el no olvido.

A través del sentimiento infinito
de nuestra amistad, que mantenemos
cruzar tu puerta, el zaguán eterno
para oír al tiempo y sus sonidos.

Aquellos, que brotan
de mis muecas y mis mohínos
al saber, que detrás de tu puerta
están los recuerdos de niños,

Si ves, que voy a tu puerta amigo
deja, una bandera entre abierta
y la luz del zaguán encendida,
que refleje en mi cara, el sentido.

De encontrarme contigo
en aquella vieja escalera
donde, hacíamos el caballito
por su estructura de madera.

Es el cielo, el reencuentro
dos niños, dos hombres
el paraíso de los recuerdos,
cruzar el zaguán con nombres.

De plantas pintadas
en repisas, parecían cascadas
unas mecedoras antiguas,
cojines de yerba cogidos del agua.

Si ves, que voy a tu puerta amigo
Deja, la cancela abierta
entraré despacio
para no despertar los sueños,
de los tiempos vividos.

 23/3/2.015

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Muerte por un cobarde

Las parejas de enamorados se besan
más allá de las ocho de la tarde
las ilusiones florecen, se embelesan
más allá de las ocho de tarde
el miedo se cierne en su creencia
más allá de las ocho de la tarde
cuando la supremacía se aprecia
más allá de las ocho de la tarde
surgen las preguntas indiscretas
más allá de las ocho de la tarde
con la violencia tapada se acuesta
más allá de las ocho de la tarde
y despertar con la noche puesta
después de las ocho de la tarde.
Una mujer marcada y maltrecha
con los diamantes quitados y rotos
más tarde de las ocho de la tarde
ya no hay zafiros, ni pulseras
es la hora, son las ocho de la tarde
ya no hay delirio, ni primavera
el reloj se ha parado en la fatídica hora
a las ocho de la tarde y..,
un ramo de flores enseñan
con crespones negros, antes de la noche
a la hora previa, las ocho de la tarde
nunca avisa el instinto, es la intuición
quien observa, cómplice la precaución
no más allá de las ocho de la tarde.

14/1/2.015
Firmado: Eufrasio Navarro Fdez.

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Triste es la soledad

la soledad,
es como el miedo,
a una araña
peluda y negra
buscando la noche,
que con el viento vuela
a cualquier porche.

Tú soledad,
estás sola por ti misma
la tristeza, tu reproche
e imaginas un mal,
que no te hiere
solo estás sola,
y mi sangre viva.

la soledad,
no vislumbra vida
solo caen unas gotas,
de lágrimas rotas
sobre, un tupido helecho.

Eufrasio Navarro Fdez.
7/6/2.14

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