Entrevista Inmaculada Calderón Gutierrez

Entrevista Inmaculada Calderón Gutierrez

Ana Patricia Santaella

Entrevista a la Escritora y Editora Inmaculada Calderón Gutierrez

POR ANA PATRICIA SANTAELLA

A.P- Ha nacido en un pueblo costero de Cádiz, en Puerto Real. ¿Evoca con nostalgia recuerdos infantiles?
Más que recuerdos, yo hablaría de sensaciones: el viento de levante metiéndose entre mis faldas de colegiala mientras corría imaginando que volaba, las tardes eternas del verano cuando tres meses de vacaciones eran más que un siglo, los atardeceres al lado de mi abuela mientras esta me contaba historias, los paseos por el pinar de Las Canteras con mi tía las tardes de primavera o los baños en el Río San Pedro. Recuerdo los juegos en la Plaza de la Iglesia y de más mayor los vagabundeos después de salir de clase por la tarde. La verdad es que, aunque siempre he sido curiosa y me ha gustado aprender, lo que se dice hincar los codos, ahora que mis hijos no me oyen, confieso que en aquel entonces lo hacía poco.

A.P- ¿Le influyó alguien a la hora de empezar a escribir?
Lo cierto es que a mí siempre me gustó escribir y desde niña hacía mis propios cuentos. Y uno de mis primeros recuerdos de infancia son los poemas de Lorca que mi padre me hizo aprender. En mi casa estaba ese mítico tomo en papel biblia de las obras completas de Lorca que durante la Dictadura se vendía de tapadillo y a mí desde muy pequeña me gustaba cogerlo para leer. ¡Creo que poco a poco me lo leí casi entero! Y estoy hablando de una niña de ocho o nueve años. Ese poso debió de quedar ahí. Pero quienes más influyeron en mi niñez y adolescencia fueron dos profesoras de literatura que tuve la suerte de encontrarme, una en los últimos años de la EGB y la otra en bachillerato.

A.P- ¿Qué desearía transmitir a través de su poesía?
Como desear, desearía sobre todo ser capaz de poner en palabras lo inefable, de usar el lenguaje como medio de transmisión de esas experiencias que de por sí son difíciles de nombrar, pero que son las que como seres humanos nos unen y conectan. ¡Ardua tarea! No sé si la conseguiré, pero en el intento estoy. Me gustaría poder transmitir sobre todo armonía, belleza, serenidad, transcendencia…, pero en el mundo en que vivimos las palabras son el arma del poeta contra la sinrazón, la barbarie y el desatino, de ahí que también la rebeldía, el dolor, la protesta tengan que estar muy presentes en nuestros versos.

A.P- Díganos que no debe faltar en un buen poema y ¿cuáles son a su juicio, los errores habituales?
En mi opinión lo que no puede faltar en un buen poema es vida. El poema tiene que transmitir, tener pulso y latido. Un poema puede estar perfectamente construido, pero si le falta ese hálito, no pasa de ser un ejercicio académico de estilo. El poema debe vibrar y resonar en quien lo oye o lo lee. Pero al mismo tiempo no podemos olvidar que estamos hablando de poesía, de literatura, y que este arte tiene un instrumento: el lenguaje, que hay que saber manejar con cierta maestría, cuidarlo y no maltratarlo. Pero es que en el fondo todo es uno: esa vida, esas vibraciones sólo pueden transmitirse por medio de un buen dominio del instrumento, el lenguaje poético.
Es un error pensar que sólo con el sentimiento basta, lo mismo que lo es caer en un academicismo extremo y vacío.

PORTADA DE AMORES Y SABORESA.P- ¿Influye Andalucía en sus creaciones literarias?
¡Y tanto! He tenido la ventura de nacer en una tierra de poetas, en un lugar privilegiado que es encrucijada de culturas con una gran apertura a la universalidad y eso de alguna forma se tiene que notar. Yo me siento andaluza y por andaluza universal. Me gusta decir que Andalucía es mi matria, donde están las raíces de esta nómada peregrina, y por tanto su sentir está siempre, de un modo u otro, presente en mis versos, así como la rebeldía y la protesta ante su ancestral situación de pobreza y expolio.

A.P- Acaba de publicar “Sangre de Nómada”, un poemario excelente, que a buen seguro tendrá una acogida maravillosa, cuya reseña la ha realizado el poeta colombiano Álvaro Quintero ¿Qué le ha impulsado a escribirlo y de qué partes de compone?
Gracias por lo de excelente, con muy buenos ojos lo mira. “Sangre de nómada” recoge poemas que abarcan un periodo temporal de varios años y que han sido escritos junto a otros que conformarán otros poemarios, han aparecido en antologías o quedarán en el olvido de una libretilla perdida o un disco duro. Cada poema ha nacido en unas circunstancias determinadas, pero todos tienen el denominador común de haber brotado de ese carácter nómada, que vive más el en el tiempo que en el espacio, que es un veneno que recorre mis arterias. El libro, que en principio me parecía que iba a ser bastante caótico, un poco como yo soy, al final ha terminado por tener un claro eje temático vertebrador de sus cuatro partes: “El interior de la jaima”, “Oasis en el camino”, “Sendero en las estrellas” y “Peregrinos de la palabra”.
Por cierto, que aprovecho para agradecer públicamente al poeta Álvaro Quintero sus palabras y para recomendar su obra poética a quienes todavía no la hayan leído.

A.P- ¿Qué opina de la mediocridad reinante que vemos por desgracia hoy en distinto ámbitos culturales, incluida la Literatura? ¿Ofrece sugerencias y recomendaciones?
Desgraciadamente la mediocridad parece haberse propuesto inundarnos, pero no va a ganar la partida. Y no lo va a hacer porque en la base, que es donde se gesta la verdadera cultura, hay gente muy valiosa y formada, muy creativa y original, con ganas de trabajar y de llevar a cabo proyectos culturales innovadores que, sin olvidarse de la tradición que nos sustenta, sepan huir del tópico y de los lugares comunes trillados que dicha mediocridad quiere imponer.
En mi modesta opinión, para escapar a la mediocridad en primer lugar hay que tener una base sólida y esa, en el caso de la cultura y las artes en general y de la literatura en particular, pasa por el conocimiento de la ingente tradición que nos ha precedido. Para escribir antes hay que haber leído mucho y bueno, conocer bien a los clásicos, beber de sus fuentes. Sin esa inmersión, corremos el riesgo de ser como una caña hueca o como bronce que resuena y campana que retiñe. Pero al mismo tiempo hay que dar un paso más para encontrar la propia voz en los momentos actuales y no ser un calco del pasado. Y para eso nada mejor que trabajar, escribir buceando en el interior y dejándonos llevar por eso que queremos expresar, y mimar, cuidar mucho la poesía y su instrumento, que es el lenguaje.

A.P- Junto a su trayectoria como escritora y editora, se ha vinculado también a proyectos humanitarios y solidarios. ¿Qué siente cuando lo hace?
Cada vez que me he embarcado en algún proyecto solidario lo he hecho porque me salía de las tripas, porque había algo en mi interior que me decía que tenía que poner ese granito de arena, esa gota en el océano, pero es que con muchas gotas se puede hacer un mar. Esos proyectos han tenido diversas causas desde Palestina a la causa animalista pasando por las mujeres, la infancia o el hambre. Quienes me conocen saben que pueden contar con mi aportación siempre que me sea posible. En unas ocasiones ha sido como autora y en otras como editora. Creo que el mundo empezará a cambiar cuando los que no somos nada, los que no dirigimos gobiernos ni estamos en los centros neurálgicos del poder, nos convenzamos de que es desde nosotros, desde la base, desde donde es posible crear un mundo más justo y humano en el que toda persona pueda vivir con dignidad y en el que el respeto por los animales y el medioambiente sea una realidad.

A.P- Le otorgamos un espacio para que comenten la ética, aciertos y desaciertos de las editoriales, ya que usted regenta la Editorial los libros de Umsaloua desde hace años.
Yo siempre digo que en Los Libros de Umsaloua tenemos nuestra forma de trabajar, que no es mejor ni peor que la de otros sellos, pero que es la que nosotros consideramos más adecuada. Para nosotros es fundamental que el autor nos convenza con la calidad de su obra, obra que en todo momento respetamos en su singularidad y que nunca intentamos hacer cuadrar de manera artificial en una determinada colección o formato. Yo creo que cada edición debe reflejar el carácter de la obra que contiene y que los libros no pueden uniformarse. Es cierto que con eso también corremos el riesgo de ser considerados caóticos, pero, ¡qué puñetas! el caos es creativo. Además si algo tenemos que aportar las pequeñas editoriales es precisamente esa singularidad, esa forma diferente de trabajar y de presentar nuestros proyectos. La diversidad y la independencia de los pequeños sellos no deben perderse nunca porque constituyen una gran riqueza. Lo tenemos complicado, pero ahí seguimos.
Eso sí, lo que no me parece en ningún momento ético es la falta de profesionalidad. Las pequeñas editoriales tenemos muchas dificultades para movernos entre los grandes grupos editoriales, para llegar y distribuir nuestros productos, pero eso es una cosa y otra presentar ediciones mal cuidadas, plagadas de erratas, sin corrección de estilo y carentes de una correcta maquetación. A todos se nos puede escapar un fallo, pero la profesionalidad debe primar ante todo.

CUBIERTA RONDA DE LA RIMA RIMAA.P- Actualmente se ha embarcado junto a Miguel Hermoso en unas Rutas literarias guiadas dedicadas al Romanticismo en Sevilla, uno de los fascinantes personajes que da a conocer es la escritora Gertrudis Gómez de Avellaneda. ¿Puede comentarlo, está teniendo acogida?
Y no sólo al Romanticismo. Estamos preparando también para enero la de la Generación del 27 y la de los heterodoxos sevillanos, pero tras estas vendrán seguramente otras, ya que Sevilla y la literatura dan para mucho. Pero lo cierto es que en este proyecto nos unió a Miguel y a mí de manera casi providencial la figura de Gertrudis Gómez de Avellaneda en su bicentenario y era de justicia, tras la ruta de la celebración del nacimiento de la autora en marzo, seguir profundizando en ella y en lo que su época representó.
Hemos tenido la inmensa fortuna de que el Centro Andaluz de las Letras ha considerado interesante el proyecto y lo está ofreciendo a los diversos clubes de lectura de las bibliotecas que vienen a pasar un día completo a Sevilla para hacer una inmersión en lo que fue la Sevilla del Romanticismo (y en breve también la de los autores del 27 y la de los heterodoxos) por medio de la lectura y recitación de los textos de sus autores y la narración de historias y leyendas. Pero además tenemos una oferta para que toda persona interesada en hacer estas rutas literarias pueda inscribirse y realizar algunas de las que ofrecemos.

A.P- ¿Encuentra útil la poesía, qué podríamos recriminarle o alabarle?
Es que la poesía, lo mismo que el arte o la belleza, no tienen por qué tener un fin utilitario. Tienen una finalidad en sí, humanizarnos, y con eso ya es suficiente. El poeta, si lo es de verdad, nada más que con su creación ya es una instancia crítica a la sociedad y al sistema. En un mundo mercantilista del tanto tienes tanto vales, “perder” el tiempo en algo que no produce dividendos, que no es moneda de cambio ya es de por sí revolucionario. Con lo cual no quiero decir que el artista tenga que mantenerse del aire, que si queremos tener cultura de calidad también hay que pagarla. Yo tengo una editorial, vivo de ello, pero el tiempo empleado en el proceso creador no está pagado con nada y ese plus que siempre pone el poeta, el artista, dice mucho de esa otra forma de plantearse la existencia.

A.P- Guarda una relación especial con Marruecos. ¿A qué es debido?
Marruecos, sobre todo el Norte, es mi segunda tierra y allí me siento como en casa. Hay una rama de mi familia paterna que lleva asentada en Tetuán más de sesenta años por lo que la primera vez que pisé por esos lares tenía apenas dos años. Marruecos siempre ejerció una especial atracción sobre mí, yo creo que premonitoria. Y hace ya veinte años Tetuán se convirtió de verdad en mi ciudad de adopción pues es la de Khalid, mi compañero de vida y padre de mis dos hijos, Samir y Salua, mis niños del Estrecho, nacidos entre las dos culturas, dos criaturas que vienen a demostrar lo positivo y fecundo que es el mestizaje.

A.P- ¿Cómo definiría la amistad?
Yo creo que la amistad verdadera es uno de los lazos más fuertes que puede unir a dos personas porque es un vínculo querido y consciente y voluntariamente aceptado. Estoy hablando de la amistad auténtica, porque esa palabra también se ha prostituido mucho y hoy se llama amistad a cualquier cosa, incluso a esos contactos de cierta red social que puedes aceptar sin saber muy bien quiénes son. Me refiero a la amistad hecha de afecto sincero, de complicidad, de afinidad, de confianza, sinceridad y generosidad. Un amigo así es un hermano que se elige, un hermano del corazón. La amistad de verdad, aunque también puede pasar por fases frías, puede tener desencuentros, es para siempre y, si no, no merecería tal nombre.
Yo he tenido la inmensa suerte de contar a lo largo de mi vida con amigos de verdad, de esos que son capaces de dejar todo y correr a tu lado si los necesitas, con los que casi no hace falta hablar para que te entiendan. Por eso la dedicatoria de “Sangre de nómada” es un homenaje a ellos.

A.P- Mencione algunos libros que le hayan fascinado o marcado
Al comienzo de la entrevista ya hablé de la fascinación que de niña, con ocho o nueve años, ejercía sobre mí ese volumen en papel biblia de las Obras Completas de Lorca. Creo que fue la primera y mejor lectura que he hecho en mi vida de unos textos poéticos porque, aunque mi intelecto no alcanzaba a comprender en su totalidad los poemas, sin embargo me dejaba penetrar e imbuir por la poesía con la inocencia y la naturalidad de lo que era, una niña.
Después han venido muchas lecturas y responder a preguntas como esta se me hace complicado. Soy una gran lectora de los clásicos, que son nuestros maestros. La poesía de Juan de la Cruz me fascina, pero es que leer el Cantar de los Cantares en hebreo y traducirlo fue otra de las grandes experiencias literarias de mi vida, lo mismo que poder hacerlo con las tragedias de Sófocles, sobre todo Antígona, los fragmentos de Safo o las Églogas de Virgilio, por no hablar del canto IV de la Eneida con discurso final sublime de Dido, las elegías de Propercio o las sátiras de Juvenal… O nuestros clásicos, que son constante relectura con la que me alimento: Garcilaso, Cervantes, Fray Luis, ese monstruo que fue Quevedo, un Bécquer redescubierto… He disfrutado también con escritoras medievales como Hildegarda de Binguen, Hadewijch de Amberes, Juliana de Norwich o Marguerite Porete. Esta última fue quemada en la hoguera por hereje por su libro Espejo de almas simples, obra que, ironías del destino, siguió corriendo de mano en mano como anónima y que años más tarde los muy católicos confesores recomendarían a sus dirigidos espirituales. Y más cercanos en el tiempo, además de Lorca, Machado, Juan Ramón, sobre todo en su etapa más panteísta con Dios deseante y deseado y Animal de fondo, Miguel Hernández (siempre lloro con sus Nanas de la cebolla), Neruda, en cuya tumba de Isla Negra tuve el honor de recitar, Julia Uceda, Valente… Como verá, pongo puntos suspensivos en todos los apartados porque son muchos y seguro que me dejo a más de uno. Y eso que prácticamente me he centrado en la poesía, porque si hablamos de todos los géneros nos falta revista y no acabamos.

A.P- Es una persona crítica y solidaria. ¿Desea comentar la actual la política del PP?
¿Política? Yo tenía entendido que política significaba administración recta para el bien común de la “polis” y actualmente en España a todos los niveles no podemos hablar ni de administración recta ni de bien común de la “polis”, sino de corrupción y desgobierno y de falta de soluciones para los problemas reales de la ciudadanía. Y me da igual PP que PSOE, que también estos en Andalucía se andan cubriendo de gloria. Cuando acaben con la corrupción, cuando trabajen por que los derechos más elementales de todo ser humano no sean conculcados, y todos disfrutemos de una vida digna, que no sólo consiste en tener las necesidades básicas satisfechas, sino también en poder acceder a la cultura, al ocio y a todo lo que nos humaniza, cuando no haya ni un solo enfermo muriendo por no poder acceder a un medicamento o ni una sola criatura pasando necesidad, entonces los que nos gobiernan merecerán mi respeto, mientras tanto, sintiéndolo mucho, sean quienes sean, no lo tienen. Y que no piensen que van a callarme.

Le agradecemos su participación en Luz Cultural. Ha sido un placer entrevistarla.

Inmaculada Calderón GutierrezInmaculada Calderón nació en San Fernando pero despertó a la vida en Puerto Real. En su adolescencia marchó a Sevilla donde estudió y se licenció en Filología Clásica y Teología. En la actualidad es editora y dirige la editorial Los Libros de Umsaloua, pasando su tiempo entre las actividades propias de su trabajo y la creación literaria. Tiene en su haber varios premios y pueden encontrarse poemas y relatos suyos en diversas antologías, como Poetas en bicicleta, El Aljarafe y el Vino, La mujer en la poesía hispanomarroquí, Marruecos en español, Tintas para la vida II, Nube. Un mar de mujeres; y dirigidas por ella misma: Mujeres en el espejo, Poéticos Maullidos, De Besos y Versos, Versos para derribar muros y Andalucía en el Verso. Biznaga de poetas andaluces, las dos últimas junto a Ana Patricia Santaella. Habitualmente participa en recitales, jornadas y encuentros literarios nacionales e internacionales. Junto al poeta y gestor cultural Miguel Hermoso es creadora e impulsora de unas rutas literarias por Sevilla que realizan para entidades como el Centro Andaluz de las Letras o la UNED.
Entre sus obras se encuentran: De amores y sabores, Ronda de la rima rima, La levedad del instante y de próxima aparición Con la venia de Erato.

Mantiene el blog Llegará un día en que broten amapolas.
(http://brotaranamapolas.blogspot.com.)

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RESEÑA CRÍTICA DE SANGRE DE NÓMADA

PORTADA SANGRE DE NÓMADASin escudarse en lecturas orientalistas o en gratuitas nostalgias nómadas nuestra poeta nos guía a través de una decidida caligrafía a contemplar y participar de las más singulares hazañas del verbo, más allá del logro literario, más acá donde la sombra de la jaima recibe con hospitalidad milenaria la humanidad del forastero.
La sed y los modales de infinito de que el lector avezado en el milagro hace gala son ampliamente satisfechos en la cisterna del poema. La palabra como río de amor y sombra del paraíso cabalga sin prisa y con acento nómada, tatuando tras sí el mundo vital y literario que impone para sí la teóloga de la arena.
Lectura de Sangre de nómada que abordé con delicada y estudiada indisciplina. Elemental argucia que el lector atento al milagro encuentra sin dificultad en cualquiera de los apartados (oasis) del poemario. Como sangre nómada la poética de Inmaculada imprime una decidida voluntad de unidad a cada uno de los apartados del libro que reclama la atención del cálamo siempre al acecho al atlas de la sensibilidad: mapa donde se da cita el conjuro a la maternidad, recodo de vida donde la palabra como caravana de imágenes reparte y enumera los dones que la poeta en su íntimo periplo por los más singulares ejercicios de amor y protesta comparte como un examen de necesaria hospitalidad.

Sangre de nómada: diálogo entre dos orillas, boda intercultural de la metáfora donde toda aparente antinomia es bellamente resuelta en los espejos de la común silaba de asombro y en los espejismos que gratamente cultiva la universal memoria: “El interior de la jaima/ Oasis en el camino/ Sendero de estrellas/ Peregrino de la palabra”.

ÁLVARO QUINTERO MEJÍA

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PRÓLOGO

Acometo con regocijo y entusiasmo, la tarea de escribir este prólogo al constatar concluida la lectura de este magnífico poemario “Sangre de nómada”, el notable salto cualitativo que ha experimentado la poesía de Inmaculada Calderón mientras escucho con deleite a María Callas y a Tchaikovsky. Calibrar con justeza una obra poética es harto difícil, siempre se pueden escapar valoraciones que por desventura queden en el tintero. Pero en esta afortunada ocasión, la solvencia poética y la belleza que impregna el poemario salta a la vista; nada sobra en él y todo aparece perfectamente engarzado .Ninguna falsedad se advierte en él, todo lo contrario, lo constituyen un extenso grito nómada que recorre vivencias personales, paisajes sentimentales, gozos, amores y la grieta del desaliento. Un grito como digo desarmadamente sincero que se escinde en dos mitades: por un lado, la necesidad, la constatación del ser al trascenderse en el ignoto infinito una vez cumplida la existencia vital; por otro lado, el deseo patente de hermanada complicidad con la humanidad, la dolorida impotencia ante el desgarro de la injusticia, la náusea que provocan la avaricia de los intereses creados y la codicia inmoral de los poderosos.

Sangre de Nómada abarca el espacio temporal de varios años, desde 2011 hasta mediados de 2014. El libro está dividido en cuatros partes: “El interior de la jaima”, “Oasis en el camino”, “Sendero en las estrellas”, y “Peregrinos de la palabra”. La médula espinal gira en torno al tiempo, el ser-en-el-tiempo con sentido de provisionalidad y ligero de equipaje. La autora sobre esto dirá: “Por mis venas corre la sangre de los nómadas, de los que sabían vivir bajo las estrellas sólo con lo imprescindible, sin acumular, y viviendo el momento.”

En la primera parte, “El interior de la jaima” es la más intimista, son poemas que hablan del interior. “Oasis en el camino” lo forja los sentimientos y sensaciones que han deparado los viajes realizados por la autora. “Sendero en las estrellas” son cuatro elegías dedicadas a seres queridos que han partido, repletos de una intensa carga emotiva, y uno de ellos es una tierna añoranza que habla de la mujer de la hierbabuena en la medina tetuaní, personaje clave en su historia biográfica que marca el comienzo de su relación con su pareja y padre de sus hijos, Khaled. Por último, cierra el libro “Peregrinos en la palabra” que recoge una serie de composiciones dedicados a poetas y a la poesía.

El estilo es sencillo, aunque no demasiado, apareciendo una serie de sustantivos y adjetivos que aluden a la par a la eternidad y al origen: evanescente, infinito, primigenio, genealogía, raíces, etc. A mi entender, y a pesar de declararse nómada, apátrida diría yo, en rumbo incierto y errabundo, sabe muy bien, las raíces de sus orígenes, el amor por la tierra y los seres que la habitan, desalienta eso sí, el implacable olvido pues borra inmisericorde las vivencias agradables y los seres de los que no queremos desprendernos ni renunciar.

Hay partes que rezuman una emotividad tierna y un dolor sobrehumano que elude y sobrelleva con una tibia esperanza. Lo expresa de manera extraordinaria en estos versos: “La simetría del dolor es paralela al olvido, esa analgesia que ni el sueño me concede”. “Mas llegará un día que broten amapolas/ en los pechos ateridos de los hombres y habrá besos fecundos de vida”.
Volvamos al principio, en el poema “Tu puerta” confiesa: “Deambulo por las sietes revueltas del olvido, / por el dédalo perdido de mi mente.”

En “Alquimia” expresa el deseo vehemente de partir cuando llegue el momento en una liviandad absoluta, obrándose el prodigio de la alquimia, quedando el ser diluido en la fascinante eternidad, lo confiesa de forma nítida: “Que se trueque mi carne inerte, /oh bendita alquimia, / en resucitada y vital energía: mi yacente corazón, latido, zozobra, gozo, anhelo… juego de luz, destello de esperanza.

En la parte segunda que compone este libro, la denominada “Oasis en el camino” hay un reconocimiento a la ingente obra arquitectónica de Gaudi, en “Atardecer en Batlló” dice: “El vientre del cetáceo / ya es hogar de madera cálida,” escamoso dragón transmutado en doncella.”

En “Mamalluca” el observatorio astronómico ubicado en Chile, Inmaculada queda deslumbrada ante la inmensidad del cielo estrellado: “Soy voz, soy viento, soy agua./ Apenas una brizna de vacío, un ápice de nada que palpita”.
En la preciosa composición “Viento de levante” expresa sin sonrojo la alegría exultante que le provoca el viento característico de la bahía gaditana, su lugar de nacimiento: “Ven arrebata raudo m sentido, / eres la fuerza que mi tierra enciende”.

“Manresa en el corazón” es aunque parezca extraño a primera vista, por ser un lugar geográfico por el que ha transitado la autora: “Éxtasis telúrico con sed de infinito”.

“Hamama albaida” está dedicada al hispanista y escritor, promotor también de los Encuentros de poesía Hispanomarroquí en Tetuán, Ahmed Mgara, además de divulgador excelente del castellano en tierras marroquíes: “Almuédano silente bajo un cielo de alfanjes”. “Laberinto morisco de ensueños andalusíes”.

No falta la alusiva rendición a su pueblo natal, Puerto Real: ”Tengo azules salinas / del claro mar clavado.”

De “Senderos en la estrella” encontramos un preciosísimo poema inspirado en su madre que literalmente me ha hecho llorar, dice: “Se quebró la cálida acogida del útero, / perdí el refugio fiel de tus entrañas.” “Siete inviernos ya el alma a la intemperie, / sabiéndote en el viento y en las sombras, / en lo efímero de la flor y en la eternidad del aire”.

También es recordada la abuela Fátima con nostalgia exquisita: “Si es cierto que a mirar te asomas/ con ojos que ya son pura luz/ y en tu claridad traslúcida el amor contempla el pan que un día tus entrañas amasaron.” “Cuéntame un cuento, / hazlo resonar en mi garganta como un eco traído de tus valles perdidos.”

No se olvida Inmaculada Calderón de un personaje clave en su biografía amorosa, de “Mra an- nanah” la mujer de la hierbabuena en la medina de Tetuán, por ella conoce al que hoy es su pareja y padre de sus hijos, Khaled: “Por los amores que fueron y son, / escancio espumante un vaso de té verde, / Por mí y por ti.”

En el poema “Paz” dedicado a Mari Carmen López Frías, destaco estos versos por la fuerza conmovedora que contienen: “Estás en la luz límpida de una mirada/ que enfrenta su pureza al desatino,/ y corres por las arterias de los nómadas / peregrina por abruptas y peregrinas rutas.”

No falta la explicita alusión de Palestina, tierra que amamos y esperamos ver un día no lejano como una tierra soberana y liberada y sumida en la concordia:

“Tenías que ser la víctima propiciatoria,/ silente oveja llevada al matadero”.

Para finalizar, la parte que ha designado como “Peregrinos de la palabra” aparecen distintos poemas dedicados a Gabriela Mistral, a Vicente Aleixandre, a Tula (Gertrudis Gómez de Avellaneda) a la gran Zenobia Camprubí, para ella van estos versos: “Azul sobre los dioses menores,/ bajo la luna nueva,/ y en el vuelo de los pájaros perdidos / sobre la musa desnuda. Azul para abarcar un universo.”

Cierra magistralmente el libro el poema “Renacer en la poesía”: “Que hoy quiero renacer en azahares,/ poblar la dicha a los aires aventados,/ y sentir.

Esperemos que el vuelo poético de Inmaculada Calderón sea lejano y elevado, renaciendo siempre en la eternidad de la poesía. En la eternidad de la amistad y del amor.

ANA PATRICIA SANTAELLA PAHLÉN

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ELEGÍA

A mi madre
Hoy me duele más la tierra
y la cicatriz ha vuelto a abrirse en mi costado,
cruel marca que dejara que dejara la guadaña
en traicionero tajo al caudal que nos unía.
Se quebró la cálida acogida del útero,
perdí el refugio fiel de tus entrañas
ya por siempre clausuradas,
se fue el uróboros arrastrando en su partida
la quimera de perdidos paraísos
guardados en la mar de tu mirada.

Siete inviernos ya el alma a la intemperie,
sabiéndote en el viento y en las sombras,
en lo efímero de la flor y en la eternidad del aire,
buscándote en mi sangre y mi latido.
Eres ya libre esencia entre las olas,
pura luz en la sinfonía del tiempo,
pero yo añoro el barro de tus manos,
y la carne mortal de tu regazo tibio.

INMA CALDERÓN GUTIÉRREZ ( De Sangre de nómada)

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Luisa María Martín Alonso
Luisa María Martín Alonso
9 years ago

Bellísima entrevista.
Hondura y propiedad en ella.
Conociendo a ambas, no era para menos.
¡Enhorabuena, Inma!

Rocío Biedma
Rocío Biedma
9 years ago

Felicidades a Inmaculada Calderón, a Ana Patricia Santaella y a Luz Cultural por tan riguroso y excelente trabajo. Gracias por mostrarnos de `otra manera`, un alma honda, exquisita y generosa como es la de Inmaculada Calderón, junto a su último poemario.
Es un placer aprender tanto y tanto de vosotras.

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