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El nuevo opio del pueblo se llama Netflix
Digo Netflix como podría decir HBO, Amazon Prime, Rakuten, Filmin u otros servicios streaming del estilo. Da igual el nombre de la plataforma e incluso la plataforma en sí, lo que busco con esta reflexión es pensar en la motivación de fondo que nos lleva a caer, como moscas en un atrapamoscas, rendidos al fenómeno conocido como Binge Watching, o lo que vendría a ser el “atracón de series”. ¿Por qué lo hacemos?
El amplio abanico de series, para todos los gustos y colores, sumados a la ausencia de publicidad, el encadenado automático de capítulos y la posibilidad de saltarse los recordatorios de los capítulos anteriores y la introducción de cada nuevo episodio hacen que el consumo de este formato sea muy cómodo, favoreciendo una mayor inmersión y enganche por el tiempo que queramos o dispongamos.
Tienen un efecto narcótico. Ponemos un capítulo y nuestro cerebro en menos de un minuto pasa de “ondas beta” a “ondas alfa” lo que significa que entramos en un estado de ensoñación y letargo, casi como si estuviéramos hipnotizados.
El hilo conductor de la historia nos atrapa de tal manera que terminamos por pasar muchas horas delante de la pantalla, con la vida real apagada y la ficción conectada.
De acuerdo con una encuesta realizada por Sky TV, 7 de cada 10 españoles se confiesan adictos a las series. El 54% de los usuarios reconocen haber visto una serie del tirón, el 35% reconoce haber cancelado un plan en la vida real para quedarse en casa viendo la serie de turno y un 66% de los participantes reconocen que se pierden horas de sueño por ver un capítulo más…
Y aquí va otro dato interesante, el número de personas que terminan una temporada el mismo día de su estreno se ha multiplicado por 20 entre el 2013 y 2016 según datos estadísticos sacados por Netflix.
¿Sabes lo que significa eso? Horas y horas de tiempo mal invertido frente a una pantalla viendo, en muchas ocasiones, series bastante malas. ¿Tanto necesitamos desconectar? ¿Tan poco nos motiva nuestra realidad?
Dicho esto, alguna vez te has parado a pensar en cuántas horas al día, a la semana, al mes o al año pasas viendo series? Y lo más importante, ¿te has parado a pensar en todo lo que podrías hacer empleando bien este tiempo?
Aprender un idioma, estudiar una especialización, practicar un deporte, leer, quedar con amigos, salir de excursión, jugar con tu mascota y/o con tus hijos, preparar pasteles, aprender surf, empezar un negocios… En fin, las posibilidades son infinitas.
Obviamente cada cuál es dueño de su tiempo y puede hacer con él lo que le de la santísima gana, no obstante, tanto afán por desconectar a mí me da en lo que pensar.
Me resulta un poco desconcertante que prefiramos desconectar con historias ficticias en lugar de vivir experiencias reales. ¿De qué estamos huyendo? ¿Estamos satisfechos con la persona que somos y con la vida que tenemos? ¿Le sacamos jugo a la vida?
Con todo esto no quiero decir que está mal distraerse un rato viendo series. De hecho hay producciones realmente buenas que merecen mucho la pena, sin embargo, si lo hacemos a menudo, y sin control alguno del tiempo que consumimos delante de la pantalla, desperdiciamos demasiadas horas de nuestra vida tirados en el sofá en estado casi “semi-vegetativo”.
No tengo nada en contra de las plataformas streaming. De hecho estoy suscrita a alguna y considero que son una excelente alternativa a los canales tradicionales de televisión. El problema no son las plataformas sino el mal uso que hacemos de ellas. Tal vez deberíamos empezar a poner límites.
Sonará manido pero, la vida es demasiado corta para malgastarla viendo a otros vivir sus vidas en la ficción mientras vegetamos en la nuestra.
No es coherente usar la falta de tiempo como excusa para no hacer aquello que decimos que queremos hacer cuando malgastamos tanto tiempo pegados a la pantalla.
El tiempo es un bien escaso, y por nuestra salud física y mental nos convendría aprovecharlo mejor.
La ficción está bien, aunque ver a la chica besar al galán jamás será tan placentero como un beso real, y si lo es, Houston, tenemos un problema.
Autor: Marcia Lagasse
El nuevo opio del pueblo se llama Netflix
Fuentes:
muyinteresante.es: 13/11/2019 – ¿Por qué nos damos atracones de series?
Lavanguardia.es: 17/09/2018 – Sky dice que el 70% de los españoles se considera adicto a las series
about.netflix.com: 17/10/2017 Ready, Set, Binge: More Than 8 Million Viewers ‘Binge Race’ Their Favorite Series
eldiario.es: 30/05/2019 La adicción a las series, ¿puede tener impacto sobre la salud?
Estupendo artículo. ¡Enhorabuena Marcia!
Muchas gracias Guti. Me alegra que te haya gustado 🙂
Gracias a ti por reflexionar acerca de cosas que muchos compartimos, pero que quizás no somos capaces de explicar.
Muy amable por tus palabras 🙂 Gracias.