El interior

El interior
Martín Caparrós
Malpaso. Ediciones S. L.
Por Francisco Vélez Nieto
“Yo no investigo, yo hurgo, no busco nada consultor: con lo visible alcanza”
Tomado esta cita del autor de El interior me sitúo en mi mundo de lector que durante tantos años ha ido llegando en su lento beber al rico venero de autores latinoamericanos, entre ellos argentinos, lo que junto al agradecimiento que les debo por lo que han ofrecido se suma el placer de mantener la devoción hacia algunos de ellos. Estos pueden ser los nombres de los más sobresalientes: José Hernández autor del poema Martín Fierro, Borges, Cortázar, Sábato, Bioy Casares, Piglia y como admiración solidaria Che Guevara autor de hechos irrepetibles en la historia de la América del siglo XX. Y desde cercanas fecha llamó a la puerta del verano la llegada con entusiasmo de esta joya de la narrativa argentina, exquisitamente editada por la editorial Malpaso, que lleva por título El interior cuyo autor es Martín Caparrós.
Encuentro con un prodigioso y pausado cronista que vuelca su mirada sobre su patria Martín Caparrós que cubre con justicia el compromiso con estilo sentido y descriptivo de sus crónicas, descubrimiento capaz de absorber al lector ofreciendo una obra comprometida con la propia voluntad y vocación narrativa. Cumplimiento del concepto machadiano de “hacer camino al andar” en un verdadero y variopinto caminar para poder abarcar los más diversos puntos geográficos de una tierra amada, con una descripción narrativa donde las falsedades oficiales resultan ser “la suma de confusiones que hierve bajo la solemnidad triste y hueca de la bandera” Siendo esto lo que logra con merecido mérito el autor al recorrer, conversar distendido contemplando con ojo crítico y analítico la parte Norte de Argentina. Una andadura en un viejo Renart iniciada allá por 2004 que continuaría todo 2005, en salidas de tres meses. Total 14 provincias que hacen la suma de treinta mil kilómetros para plasmar una situación que reboza humanismo pese a la tragedia de ese malvivir en provincias en cruda lucha por el vivir diario.
Y ante esta aventura rebosante de una sensibilidad inmensa el autor se pregunta: “¿Se puede narrar un país esa entelequia? ¿Es posible articular con palabras la suma de confusiones que hierve bajo la solemnidad triste o hueca de una bandera? “Tal vez no. Alguien, sin embargo, ha logrado narrar la persecución de este relato y convertirlo en un gran hallazgo. Un hombre contempla la carretera: “sería un alivio tener una misión. Pero no aspiro a tanto –escribo-.Me contentaría con saber qué estoy buscando. Quizás, en el camino, lo consiga. Lo consigue porque hallará la búsqueda” Con toda garantía literaria y de contenido, es toda una muestra modelos de crónicas de un tiempo vivido esta obra de inmensidad geográfica de humana.
- Nuestros inesperados hermanos de Amin Maalouf - 27 diciembre, 2020
- Juan Jacinto Muñoz Rengel “Una historia de la mentira” - 20 diciembre, 2020
- El mito de Maradona y otros mitos - 5 diciembre, 2020