El caso de las garras de terciopelo

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Francisco Velez Nieto
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El caso de las garras de terciopelo

 Erle Stanley Gardner (1889-1970) Traducción (2020) de Albert  Fuentes.

 Espasa Libros

 Con alegría y placer de lector y crítico independiente, celebro este resurgir y vuelta al ruedo literario  del famoso personaje abogado insobornable artesano defensor de casos imposibles, Perry Mason,  al mundo literario de la novela   negra o policiaca tanto monta. Creador  sin efectos especiales, que tanto se llevan, sino de aquellos que la propia naturaleza humana en los mundos de su diario vivir.

Y durante su lectura se me cuelan los artificios rocambolescos del caso  Kitchen con Arena invisible, una Cospedal un tanto distraída y un ex ministro de hondo fervor religioso y quien fue su mano derecha en estos mundos del misterio policiaco con Don dinero por medio, a modo de ser carambola un  servidor  empecinado lector de novela negra que se entre dos historias: una de ficción y otra pura realidad de nuestro Ruedo Ibérico, que no es moco de pavo  dicho sea de paso

. Y dado  que la imaginación se desborda me pregunto: ¿Cómo llevaría el caso Kitchen mí admirado Perry Mason y su inquietante secretaria?

garras de terciopelo
El caso de las garras de terciopelo

Esparcidos desfilan por un escenario los más variados personajes entre los que sobresale la idiosincrasia de la fiel secretaria Della Street dueña y señora de una intuición protectora hacia su jefe, que sin dudar de la capacidad y constancia de  nuestro Perry Mason qué sería si perdiera tan fiel observadora  crítica.

Y de esta manera entramos querido lector, en  el principio de esta historia peliaguda de fino estilo,  en el despacho de nuestro Perry Masón donde tiene lugar la presencia de una elegante señora  de muy buena posición que le expone un misterioso enredo.

Resulta que tan tractiva y seductora mujer, esposa de George Belter, un tipo de apetitos ambiciosos y escaso de piedad,  estando ella en un famoso restaurante  cenando con  el candidato Harrison Borke que se prepara para salir de nuevo elegido  como senador, se produce un atraco en dicho restaurante  donde muere uno de los atracadores. Y por pura lógica moral la señora teme el escándalo que  puede sobrevenir si de pronto  la revista sensacionalista Spicy Bilts que vive de los chantajes utilice el caso como sustancioso chisme  con espinada altura y morbo político-social que solo se puede frenar pagando una considerable cantidad de dinero.

Y aquí se inicia la historia con el cheque  de dinero por medio del chantaje que amenaza  con polvareda de altura mostrando una andadura que va aumentando a medida que diversas situaciones nada claras que continúan surgiendo de forma sorpresiva construyendo una trama cada vez más oscura y dificultosa. Los encuentros con coloquios finos y sospechosos van tomando cuerpo y poder siempre bajo el tema del escándalo que puede provocar este tipo de revistas sin escrúpulos, detrás de la cuales trajina con frialdad los intereses suculentos de un personaje poderoso de calculada crueldad, curiosamente esposo de esta elegante señora.

Asunto que desde un principio no le ha dado a la secretaria de Peri Masón muy buena espina. El jardín del laberinto aumenta la intriga y el número de sospechosos. Mucho más cuando en una madrugada alguien le ha pegado un tiro en el corazón al poderoso marido de tan bella fingidora como parece ser  Eva Balter, suman otros posibles sospechosos del asesinato, uno de ellos su propia mujer para poder heredar una importante herencia de dinero. El segundo lugar la venganza del director marioneta de la revista de los enredos y chantajes económicos, que tanto abunda en nuestra sociedad  que se suelen leer en la sala de espera de médicos, dentisntas, oftalmólogo y otros… Y como tercero el propio abogado defensor de la señora Perry Mason. Aquí, querido lector no te impacientes, tienes donde entretenerte, cuando quedan solo setenta páginas para terminar tan tensa como admirable historia policiaca de palpitantes diálogos e interrogatorios sin violencia pero de admirada finura de afilados estiletes con las que sacar al fin conclusiones reales de tan endemoniada tragicomedia creada por un ese mágico escritor de novela negra o policiaca situado en primera fila del género el maestro  E Erli Stanly Garner. Volveré pronto con una nueva aventura.

 

Por Francisco Vélez Nieto

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