EL CAMINO, LA NOVELA DE MIGUEL DÉLIBES
Autor: Francisco José García Carbonell
El Camino es la novela que retrata la niñez de mis abuelos, los críos de la posguerra. Es por eso que las idas y venidas de aquellos niños, cuando hace tiempo leía la novela, me traía a la cabeza las anécdotas que me contaba mi tío abuelo allá en su juventud. Era una época aquella, pienso, tan extraña a los jóvenes de hoy en día, los cuales anda solo pendientes de los efectos tecnicos más que de la historia en sí que porta cada relato.
Eran los tiempos donde los hombres de Iglesia, los intermediarios de los asuntos divinos, volvían a ser ejemplos de vida. Esa cosmovisión cristiana que se creía haber dejado tiempos atrás, resurgió con más fuerza en una España vaciada de intelectuales con un ideario republicano. Así, que los santos volvían a ocupar los calendarios oficiales y las beatas, tal como denuncia la obra, se ceñían las mangas de la camisa para incordiar a los jóvenes, los cuales andaban pervertidos por la libido, con sus monsergas moralista. Y es que la religión había subsumido tanto a las mujeres, que las había vuelto partidarias de su enemigo más mortífero, la propia institución eclesiástica.
Todo volvía al espíritu de las justas medievales, pues el transcurso de la vida se tornaba en ese pueblo, como en tantos muchos de España, en una lidia caballeresca y varonil, y en donde el sentimiento de amor, como el que sentia el Mochuelo por la Mica, la hija del Indiano, solo se dejaba ver para dar batalla.
La obra de Miguel Delibes no debería perder lectores. Esta, sobre todo la novela que estamos tratando, tendría que ser de lectura obligatoria en los centros de educación secundaria. No deberíamos perder el ojo, siguiendo con lo mismo, a lo que se cuenta desde la literatura de una época, porque entonces estaremos perdiendo, en parte, el espíritu que se daba en la misma. El autor vallisoletano, a mí modo de ver, encarna como nadie al escritor de posguerra, quizás exceptuando a Camilo José Cela.
EL CAMINO, LA NOVELA DE MIGUEL DÉLIBES