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Ebrio de enfermedad de Anatole Broyard
Traducido por Miguel Martínez-Lage y con prólogo del eminente psiquiatra y neurólogo Oliver Wolf Sacks, Ediciones La Uña Rota puso en circulación en 2013 “Ebrio de enfermedad y otros escritos sobre la vida y la muerte” del escritor, crítico literario y director de The New York Times Book Review Anatole Broyard.
Cada vez resulta más evidente que las buenas obras literarias, ensayísticas, dramáticas… están siendo publicadas por editoriales independientes y, además, que hay que ir a comprarlas a las librerías de toda la vida y no a las grandes superficies ni a las megalibrerías, que no son otra cosa que centros de distribución de libros de autoayuda o de escritores que ejercen su tarea (puede que para comer, no lo niego) por encargo, o que están en nómina de agentes literarios que les dicen de qué escribir, cuántas páginas, con qué tono y todo lo demás.
Una basura.
De esta manera, estos despenseros de corrientes de opinión, que no son otra cosa que aliados empresariales y financieros del poder, consiguen, para complacencia de los detentadores del mismo, aborregar las conciencias de la ciudadanía impidiéndole obtener una posición libre, y crítica, en su caso, sobre los asuntos que son o debieran ser de su interés, convirtiéndola en eternos peones del tablero de ajedrez en donde se dilucida la vida.
Así, el pensamiento único, el maldito ojo orwellliano, el neoliberalismo, apoyado por el control de los medios audiovisuales y las nuevas técnicas de información telemáticas, ha propiciado que la censura parezca que no existe cuando en realidad está presente entre nosotros más que nunca.
Se trata de que todos vean lo mismo, hagan lo mismo, piensen lo mismo…
La inquisición del medievo es una pera en dulce comparada con la dictadura que gobierna el pensamiento circulante.
¡Un verdadero desastre, la encrucijada que atravesamos!
A aquellos que osan sacar el pie del plato se les machaca, no se les edita, se les infama y, si es necesario, se les silencia de muy variadas formas, incluso con la prisión o la muerte si fuera menester, dependiendo del lugar geopolítico en que éstos hayan nacido o se desarrollen. Punto.
Pero, a lo que íbamos. “Ebrio de enfermedad” de Anatole Broyard, es un libro de una humanidad y profundidad psicológica y sociológica apabullante, tanto en cuanto enfrenta a la muerte -esa meta ineludible que hay en la vida- con una sinceridad y una valentía digna de encomio y, por ello, el texto, resulta ser un mural, un “fresco” que debe ser meditado, masticado y absorbido por aquellos para quienes la lectura es una referencia, una alimentación ética y estética ineludible que reconforta el tránsito del ser humano por la oscura vereda de la existencia.
El libro se compone de un relato (“Lo que dijo la citoscopia”), de cuatro ensayos y de un pequeño diario que escribió Anatole cuando el cáncer hizo mella tanto en su padre (en el caso del relato) y en sí mismo, en el resto.
Muchos creadores han escrito magistrales obras sobre la muerte tanto desde la observación de la realidad como desde la ficción pura. La lista podría ser interminable: Homero, Séneca, Virgilio, Dante, Shakespeare, Conan Doyle, Poe, Chéjob, Tolstoi, Thomas Mann, Kafka, Ana María Matute, Malcolm Lowry, Yukio Mishima, Wole Soyinca, Susan Sontag…
Algunas frases de Anatole Broyard incluidas en este libro, escritas cuando la enfermedad, la metástasis del cáncer era imparable:
Estoy lleno a rebosar del deseo de vivir, de escribir, de hacer muchísimas cosas. El deseo es por sí mismo una especie de inmortalidad.
La enfermedad es ante todo un drama que debiera ser posible disfrutar a la vez que se padece.
Estar enfermo es una extraña mezcla de lo sublime y de lo patético, de comedia y terror, con intervalos de sorpresa (…), saca a la luz todos nuestros prejuicios y sentimientos primitivos.
En cierto modo, la enfermedad es una droga, y en parte depende del paciente determinar si lo suyo va a ser un bajón o un subidón.
Un interesante libro “Ebrio de enfermedad”, de Anatole Broyard.
Paco Huelva
Madrid, julio de 2014