Descubren por primera vez en 65 años una inscripción en las catacumbas israelíes de Beit Shearim y resulta ser una maldición
El mensaje está escrito con una pintura que recuerda a la sangre.
Por primera vez en 65 años, arqueólogos israelíes han descubierto inscripciones en las catacumbas de Beit Shearim, la ciudad que se convirtió en el centro de la cultura y la educación judías tras la destrucción de Jerusalén en el año 70 d.C. Una de las frases es una maldición escrita en la entrada de una tumba con pintura parecida a la sangre, informa el diario local Haaretz.
Aunque las catacumbas de Beit Shearim han sido ampliamente estudiadas, los arqueólogos de la Autoridad de Antigüedades de Israel y de la Universidad de Haifa revelaron este miércoles que el año pasado encontraron un complejo de cuevas funerarias en las que hace unos 1.800 años fue enterrado un converso al judaísmo llamado Yaakov HaGer, que significa Jacob el Prosélito.
Simultáneamente a la tumba del converso, los investigadores también descubrieron dos inscripciones en griego escritas con pintura roja.
La pequeña inscripción en la pared contiene la palabra ‘Judá’ y, según los científicos, se refiere al propietario de la tumba. Sin embargo, la segunda les resultó más interesante, ya que su objetivo sería disuadir a los ladrones de tumbas de exhumar los restos.
En una losa de piedra situada a la entrada de la tumba, ocho líneas transmiten el siguiente mensaje: “Jacob el Prosélito jura maldecir a quien abra esta tumba, para que nadie la abra. Tenía 60 años”.
De acuerdo con los investigadores, la última frase sobre su edad parece estar escrita con un tipo de letra diferente, por lo que creen que pudo haberla añadido otra persona después de la muerte de Jacob.
Descubren por primera vez en 65 años una inscripción en las catacumbas israelíes de Beit Shearim y resulta ser una maldición