- AQUELLAS SALAS DE CINE (SIENTO NOSTALGIA, SOY UN CRIMINAL) - 5 de enero de 2025
- EL VIENTO INTERROGADO EN COMISARÍA - 15 de diciembre de 2024
- ENDIMION EN ANDALUCÍA - 1 de diciembre de 2024
CREO EN CIRCE
Hace poco volví a Londres. Creo que lo principal que quería ver en la Tate Gallery era la “Circe” de George Romney. Es el retrato que hizo George Romney a finales del siglo XVIII de lady Hamilton, la amada del almirante Nelson. También la amó Goethe en las fiestas de Nápoles. Deslumbraba a todos con su personalidad y sus disfraces. Romney la pintó disfrazada de Circe.
Circe es la maga que retiene a Ulises en su camino a Ítaca. Es la que impide el regreso al hogar, el cumplimiento del deber. Ella pone la pasión antes que el deber. Le proporciona al héroe unas experiencias increíbles y convierte a sus compañeros en cerdos.
Romney puso en ella la fuerte personalidad, el salirse de la compostura, la sensualidad impetuosa. Tiene el pelo casi suelto en ondas grandiosas, no cautivo en un peinado. Los ojos grandes y negros están llenos de misterios y de propósitos que no se sospechan. La boca grande y entreabierta, llena de sensualidad e invitación, casi besa al que la mira. La tez es pálida pero las mejillas están sonrosadas por el fuego y la fiebre.
El escote amplio muestra el comienzo de los pechos. La mitad del rostro está envuelto en sombra, los contornos se difuminan, se acentúa la morbidez y la sugerencia. Y de fondo no hay un salón de ceremonias con su mobiliario de alta sociedad , sino la pura sombra, las pinceladas agitadas, la indefinición que invita a todo.
Romney pinta a su amada como una bruja apasionada, como la pasión cósmica contra la represión de los clérigos, como lo salvaje contra los códigos de la sociedad. El fervor contra la ceremonia, la noche contra el día. Las confidencias de una mujer contra las conveniencias de una dama.
Lo curioso es que Romney está considerado un pintor neoclásico. Quien hace caso a los críticos con sus calificaciones despistadas. También dicen que es clásico Andrea del Sarto con sus rostros morbosos e inquietos. También llaman impresionista a van Gogh que es rabiosamente expresionista. Quién se fía de lo académico.
Romney sueña unos momentos de libertad con ella, conocerla apasionadamente, asomarse a su misterio. Entrar con ella en lo salvaje, en el mito. Tal vez viajar con ella en una cama. Quién no se desharía en besos con una mujer que se desborda con esa boca. Quién no se acercaría a esos ojos que se salen de la Historia. Quién no se olvidaría de Itaca. Quién no soltaría todo ante ese pelo que se suelta. Creo en Circe, creo en la noche.
ANTONIO COSTA GÓMEZ , ESCRITOR