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Correspondencia Paul Celan – Nelly Sachas
Edición de Barbara Wiedermann
Traducción de Antonio Bueno Tubia
Editorial Trotta
Por Francisco Vélez Nieto
“Hay y había, y con toda respiración está en mí, la fe en el “atravesar en dolor2, en el traspasar el polvo hasta hacerlo alma, como una actividad para la cual hemos venido aquí”
Nelly Sachs en carta a Paul Celan
Precisamente por ser considerada la poesía como una escritura minoritaria, no siendo pocos los poetas empeñados en hacerla aún más al limitarse a leerse unos a los otros con los elogios correspondientes, alegra, pues, que Viaje a la transparencia conmovedora, de la Correspondencia (Trotta) entre la poeta alemana de origen judío Nelly Sachs (premio Nobel 1966) y el poeta-también judío- Paul Celan, en una cuidada versión en la Editorial Trotta.
Sale de mis recuerdos para convertirse en presencia viva por una noticia triste conocida hace solo unos días el fallecimiento de ciudadano francés Marcel Duval, entrañable, culto sin abalorios, profesor de la lengua de Stendhal, traductor y fundador propietario de la librería Montparnasse en la calle Don Remundo a un tiro de honda de La Giralda, que en aquellos difíciles años de la dictadura del general Franco prestó a los buenos lectores de la ciudad tan excelentes servicios a a la cultura del libro, ejerciendo su profesión desde una sencilla altura intelectual en algo más que un respetado librero.
Es este resultado un tanto sorprendente el que me lleva a comentar la “Correspondencia entre Nelly Sachs (1891-1970) y el también judío y poeta de lengua alemana Paul Celan (1920-1970), para acercarme posteriormente a la su “Obra poética completa”, lo considero necesario para adentrarse en la lírica de Nelly Sachs -También en la de Celan- con la posibilidad de lograr despertar interés y acercarse a tan inmensa y mística -sin religión oficial-, poeta de expresiva belleza “donde mis metáforas son mis heridas. Sólo así se entiende mi obra” que en este intercambio epistolar extremadamente conmovedor logra unir dos vida poéticas y humanas prisioneras del dolor y la tragedia que en una sola línea expone la poeta: “En silencio nos deslizamos por esa escarpada roca del horror” Por que desde la modestia y la sencillez canta con sigilo:
“Jardineros somos, sin flores ya
y estamos en una estrella que resplandece
y lloramos”
Entre ambos poetas se mantuvo durante unos dieciséis años (1954-1969) esta correspondencia íntima de temblores angustiosos, no de pasión amorosa, portadora de afinidades y circunstancias históricas similares como judíos, exiliados y perseguidos por el nazismo. Sus muertes fueron cercanas en el tiempo, Celan suicidio y ella de muerte natural, tras una vida atormentada llena de locura y alucinaciones al sentirse perseguida: “Pero cuántas muertes no debemos no debemos morir hasta que llegue la última”, reflexiones que se plantean en la integridad de este epistolario bien conservado, como la mejor muestra del interés de ambos por que no cayera en el olvido la tragedia y las razones de ambas obras poéticas.
“Pueblos de la tierra,
oh que uno no quisiera decir muerte cuando digo vida-
ni otro sangre cuando digo cuna
Nelly Sachs publica en 1929 sus primeros poemas, de inspiración romántica. Ha logrado escapar en 1940 de las garras del nazismo refugiándose junto con su madre en situación angustiosa y precaria economía en Suecia. Llevó siempre una existencia en condiciones precaria que no supuso mella en aquella libertad deseada, con la que alcanzó su madurez poética, un canto entre la belleza y el angustioso dolor de la barbarie judía: “Tan solitario está el humano / busca hacia el este / donde la melancolía aparece / en el rostro del amanecer” Padeció un doloroso aislamiento que logra superar con una voluntad y coraje no propia de su estado físico y la salud, en la décadas de los sesenta, donde consigue un merecido reconocimiento con importantes premios entre ellos el Nobel de 1966.
“Que noches, qué estrellas
en las venas escondidas,
qué pastorcillo flautista
en las praderas del mar”
La constante en ambos se ha convertido por poderosos y tenebrosas experiencias en algo indivisible de su vivir que, ni la altura intelectual de su capacidad creativa y analizadora puede superar, arrancársela del minuto, hora y día a día de sus existencias. Una síntesis de su correspondencia como ejemplo:
“Querido, querido Paul Celan:
Me inquieta en este tiempo oscuro saberle entre ácidas iluminaciones – sumido en duelo – tan solo quisiera escuchar de usted una palabra, y quisiera que sepa lo mucho y profundamente ligada que estoy a su a su lenguaje balsámico”
Suya, Nelly Sachs
¡Nelly Sachs, querida Nelly Sachs¡
Se lo , se lo agradezco de corazón!
¿Que puede decir? A diario entra la infamia en casa, a diario, créame?
¿Qué se cierne sobre nosotros judíos?
Y tenemos un hijo, Nelly Sachs, un hijo, un hijo. No se imagina cuántos son los infames, no, Nelly Sachs, usted no se imagina!
Pues no se trata solamente de indolencia, es infamia y mezquindad
¡Que Dios la proteja!
Siempre suyo, Paul Celan
Cuando el mundo se conmueve a medias de lo que viene sucediendo en Palestina y Gaza, con esas pausas que suelen calmar a los ingenuos, fingimientos de conversos y oportunistas, conviene preguntarse que tal vez, si los políticos leyeran a Nelly Sachs, Sarah Kisch y Paul Celan, Primo Levi, Rosa Ausländer, entre otros muchos, esta desorbitada sociedad hambrienta de barbarie y corrupción posiblemente sería menos sangrienta y menos cínica e hipócrita. Pero esto es una utopía lo diga Agamenón o su porquero. “Y nosotros, que pasamos / por todas las hojas de la rosa de los vientos / una grave herencia hacia las lejanías”
Toda la vida
Los soles del sueño ligero son azules como tu cabello una hora antes del amanecer.
También ellos crecen rápido como la hierba sobre la tumba de un pájaro.
También los enreda el juego que jugamos como ensueño en los barcos del placer.
En las rocas calcáreas del tiempo también los encuentran los puñales.
Paul Celan