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Por Francisco Vélez Nieto
Jean Patrick Manchete
Caza al asesino
Prólogo de Carlos Zagón
Traducción de Teresa Gallego Urritia
Anagrama
Cuando una obra literaria considerada novela negra pura dentro del género policiaco, en este caso, dicha calidad la ofrece Caza al asesino, obra que al decidir llevarla al cine tuvo mal fario. No corrió la suerte merecida en el Séptimo Arte, su rico contendido quedó destrozado por partida doble: panfleto y bodrio. Y los autores del delito, igual a malversadores de lo público protegidos, tan pachos. Injusta conversión esta obra maestra de Jean-Patrick Manchette (Marsella,19 de diciembre de1942–París, 3 de junio de 1995), ¿Futuro?, ninguno, no será la última barbarie en el pantanoso mundo del cine en los tiempos que corren. ¿Consuelo?, recomendar que por favor lean la novela Caza al asesino y no pasar ni por la puerta de cualquier sala que la puede estar proyectando. Y mucho menos comprar el CD. Ni bajarla gratis, sería una ofensa para un autor que asumió la pasión literaria con fuerte e impactante honestidad y compromiso, hasta convertirse en esplendido maestro de novela negra, crítico literario, dialoguista y guionista de cine.
Nació el 19 de diciembre de 1942 en plena Segunda Guerra Mundial en Marsella donde la contienda había llevado a los padres. Su infancia y adolescencia transcurre en Malakoff, un suburbio al sur de París. Nadie podría pensar que llagaría a ser un escritor de izquierda sumamente comprometido con la Internacional situacionista. De una capacidad creativa sorprendente poseída de alta calidad, tanto en el mundo del cine, el periodismo, apasionado del jazz y traductor. No es necesario esforzarse en elogios pegajosos para considerado como uno de los autores más destacados de la novela negra francesa de los años 1970-1980, discípulo del gran maestro del género el norteamericano Dashiell Hammett, referencia principal de Manchette dentro de su obra de acción e intriga. La escritura « behaviorista » tan solo describe los comportamientos, los actos y los hechos, pero casi nunca los sentimientos o los estados de ánimo. Este es el plano donde los lectores deben situarse para entrar de lleno en materia.
El gran protagonista de la historia, absoluto podría afirmar, ha sido un mercenario por contrato en los sangrientos torbellinos del África. Toda una experiencia de aprendizaje para ser un sanguinario, el poder de la fuerza y la violencia defendiendo la vida, Esto le permite convertirse en experto profesional al servicio de la poderosa CIA con la que concierta encargos bien pagados. Pero todo esto y mucho más conllevan el oficio de matar al agotamiento mental, por lo que decide retirarse, diciendo no a un último encargo. Nuestro hombre está decidido regresar a su geografía, esa patria chica, reencontrarse con el primer amor de infancia y adolescencia y las diferencia de clases sociales provincianas. Ella, quien tras diez años transcurrido se ha convertido en una hermosa y joven señora del bien vivir de clase burguesa.
Aquí la lectura, que desde su inicio inquieta, va tensando la narración, comienza a ensancharse su fuerza narrativa e intrigante, con la que envolver al lector en una atmosfera que no permite descanso o dejar la lectura “Hasta mañana”. Resulta imposible, el lector está atrapado en una tela de araña tensa y violenta hasta las últimas consecuencias. Sin perdón. Se narra la ficción con desnuda ferocidad, Analizando lo que se tiene abierto entre las manos y el mundo donde nos remamos galeras prisioneros de los poderes establecidos por encima de nuestras provincianas geografías. El contenido lo impide. Imposible levantarse a no ser para una necesidad natural que no se puede encargar a otro de la familia.
La temática de la obra maestra se impone sin más. en esta Caza al asesino, posiblemente la narración más trepidante de todo un clásico de la novela negra, donde tiene lugar y vive el lector la feroz búsqueda de nuestro protagonista por la que discurren policías, asesinos, servicios especiales, organizaciones terroristas… y la suma nada despreciable y estremecedora de dieciocho muertos de forma violenta, sin piedad alguna. Caza al asesino, fue su última novela, gélida hasta poder congelar al lector en ese recorrido perseguidor en que se encuentra enredado nuestro meticuloso protagonista, expuesto con un tratamiento realista con reflejos impecables y aparente indiferencia en la mirada, pero por dentro el volcán no deja de vomitar lava ensangrentada.
Una crítica social descarnada que muestra las razones que miserablemente imponen formas de vida no deseadas, Estas son en el fondo, las razones que nos llevan a inclinarnos, ponernos al lado de este frío calculador de gatillo ligero, que al final de la historia se verá envuelto en una soledad un tanto dolorosa y triste. Empañada de memoria perdida en el infinito de la tragedia vivida con altísimo precio.