Hay poemas que no son sino puros relatos y, en oposición, hay relatos repletos de pura poesía. Conviene pues no confundir la poesía, en su sentido estricto, con lo poético (sustantivo y no adjetivo), en su sentido extenso.
Alternar ambos géneros en un texto no es tarea fácil. Pero sí lo es para Carlos J. Rascón, quien, en el presente poemario, nos ofrece dramáticas historias llenas de bella poesía y tristes poemas repletos de entrañables historias. Y si logra esta simbiosis poética de diferentes géneros es porque repudia la estructura tradicional asfixiante del verso, optando por el poema libre, enmarcándolo en los confines de la palabra, en la prosa poética en la que se privilegia solo el ritmo, el sonido y la cadencia del poema.
Una obra poética que abarca una diversidad temática con un denominador común: las emociones de un ciclo vital consciente: soledad, amor, melancolía, recuerdos, nostalgia, confianza, compañía.
El contraste emocional es, también, una característica de los poemas