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Benjamín de Tudela, El Gran Viajero del Siglo XII
“El mundo es un libro y aquellos que no viajan solo leen una página”.
San Agustín
LOS JUDÍOS EN EL REINO DE NAVARRA
Se establece una gran dificultad para fijar con certeza la época de llegada de los primeros núcleos israelitas. Por una parte, Estrabón y Josefo Flavio hablan de una expedición en tiempos de Nabucodonosor; pero lo más probable es que no vinieran grandes grupos de emigrantes hasta después de la destrucción de Jerusalén por Tito (70 d. J. C.) y de la persecución de Adriano (año 135) para reprimir el levantamientos en Palestina.
El monumento más antiguo digno de crédito, que indica la existencia de judíos en España, es una inscripción funeraria hallada en Abdera, de fines del siglo III.
En la Edad Media , a partir del 711 con la invasión de los árabes vinieron también judíos de Asia y África, que servían en el ejército musulmán. Parece que, en Toledo, los israelitas se sublevaron contra los visigodos, se apoderaron del fuerte y abrieron las puertas a los invasores. También algunos puntos de Castilla fueron conquistados por grupos de judíos bereberes, que venían al frente de Jaulan al Yahudi, formando una unidad del ejército árabe.
En Granada, Córdoba, Sevilla, Toledo, etcétera, surgieron pronto comunidades hebreas importantes y con administración autónoma. En los primeros años de la conquista la mayoría de los judíos viven pacíficamente bajo los nuevos dominadores y colaboran con ellos en la organización de las tierras conquistadas.
No obstante, pasados los primeros años, los musulmanes les imponen la dimma o protección, lo cual disgusta, como es natural, a la población israelita. En algunos puntos llegan a alzarse en armas, pero son vencidos y castigados.
Pero en la época de los almorávides y almohades (siglos XII-XIII) después de la batalla de Zallaque se impuso en Al Andalus la dominación de los almorávides. En 1091, el rey Al Mutamid fue destronado y desterrado. Los judíos granadinos, mediante elevadas sumas de dinero, pudieron conservar sus sinagogas, mientras que las iglesias cristianas eran destruidas. En muchas ocasiones consiguieron también salvarse mediante la entrega de otra fuerte cantidad monetaria.
Pero a mediados del siglo XII, los almorávides fueron sustituidos en al-Andalus por los almohades, mucho más fanáticos aún que sus predecesores. Los nuevos dominadores persiguieron metódicamente a los cristianos y judíos andaluces. Los almohades se apoderaron de mujeres y bienes y quemaron tanto iglesias como sinagogas .
A causa de las persecuciones Castilla, Aragón y Navarra acogieron en sus tierras innumerables familias judías andaluzas y, entre ellas, a las mayores eminencias del ámbito cultural hebraico árabe.
Los judíos se asientan en Navarra a partir aproximadamente del año 1134, cuando el reino obtiene fronteras definidas y una estructura independiente. Alfonso el Batallador, rey de Aragón y de Pamplona toma en 1121 Tudela, a la que la que le concedió el fuero de Nájera. El reino de
Navarra acepta a los judíos, que deben pagar todos los años la «pecha delos judíos», agrupándose en «aljamas», que eran las instituciones jurídicas que regían la vida de estos, a nivel religioso y cultural. El origen de los judíos en la zona fue, en su gran mayoría, andaluz, aunque con posterioridad Navarra sirvió de tierra de asilo a judíos de otras comunidades, tanto peninsulares como de fuera de esta (franceses y catalanes sobre todo).
En esta época adquiere mucha importancia la participación de los judíos en los asuntos económicos y comerciales.También tenían el privilegio de juzgar en procesos civiles y criminales entre sus miembros. Los artesanos se organizan en gremios independientes. Existían comunidades pequeñas formadas casi exclusivamente de artesanos, como, por ejemplo, los albañiles. Pero la mayor parte se dedicaban al comercio en todas sus clases: desde la modesta tienda hasta los grandes negocios de importación y exportación, mediante el tráfico marítimo.
Es en dicha zona, en el norte cristiano, cuyas comunidades y aljamas judías estaban todavía en periodo de formación, donde nacerá y crecerá el autor del trabajo que analizamos en estas páginas El Séfer masaot, SU LIBRO DE VIAJES
BENJAMÍN DE TUDELA
Benjamín ben Jonah, un judío que había nacido en el reino de Navarra en el año 1130. Hijo de un rabino de la ciudad de Tudela, y probablemente él también. Se sabe que tenía una formación intelectual excelente con amplias nociones de historia, geografía y política, entre otras disciplinas; y que hablaba seis lenguas: euskera, hebreo, latín, griego, árabe y arameo.
A los treinta y tantos años dejó sus ocupaciones y su tierra para emprender una gran aventura : EL GRAN VIAJE
No se sabe el motivo de tan largo y tortuoso periplo, aunque es improbable que sus motivos fueran puramente religiosos: por el detalle de los apuntes que tomó, el número de etapas que hizo y el tiempo que se detuvo en algunas ciudades sin otro motivo aparente que el de conocerlas, podría haber sido un viaje de formación personal. Sin embargo, por la atención que presta a los temas relacionados con el comercio, se ha especulado que podría haber sido enviado en una misión para recabar información sobre las rutas y bienes que circulaban por la cuenca mediterránea y por Oriente Medio.
Probablemente alrededor de 1165, Benjamín partió en un viaje que con destino Jerusalén. Volvió en 1172 o 1173. Volviendo a Navarra en 1173 en donde murió poco después, por lo que no fue el propio Benjamín quien se encargó de poner en orden las notas de sus viajes, sino un anónimo y desconocido que afirma que todo lo que relata es aquello que Benjamín de Tudela “vio y oyó de boca de hombres veraces”, lo que resulta verosímil por sus detalladas descripciones, que permiten compararlo con otras fuentes. Algunos pasajes sí que se basan claramente en informaciones de segunda mano sobre tierras en las que no estuvo, como Arabia oriental, la India e incluso China y Sri Lanka. Sin embargo, incluso en estos casos las informaciones que recoge son en su mayoría verosímiles.
Pero un tesoro tal quedará durante mucho tiempo oculto al gran público: al estar escrito en hebreo, circulaba solo dentro de esa comunidad, al contrario que los textos de Marco Polo y de Ibn Battuta, que alcanzarán una fama mundial.
No fue finales del siglo XVI cuando aparece la primera traducción en latín del Libro de Viajes apareciendo la primera edición en Constantinopla en 1543 y la primera traducción latina del mismo la realizó Benito Arias Montano (Amberes, 1575) A continuación sería traducida al holandés en 1666 y al yidish, en Ámsterdam, año de 1691, en Frankfurt en 1711 y no se conoció en España, hasta 1918 que Ignacio González Llubera la tradujo al castellano.
Estamos hablando de un libro escrito 100 años antes que los de Marco Polo.
Había visitado casi 200 ciudades, en algunas de las cuales permaneció durante un periodo largo.
EL INICIO DEL VIAJE
“Primeramente salí de mi ciudad (Tudela), hacia la ciudad de Zaragoza, descendí
por el curso del río Ebro hasta Tortosa y desde allí caminé dos jornadas hastala antigua Tarragona, que era de construcción de cíclopes griegos como no se encuentra nada semejante en todas las tierras de España. Se sienta junto a l mar. Desde allí hasta Barcelona hay dos jornadas de camino. Y hay allí una santa comunidad (de judíos) y hombres sabios e inteligentes, R. Abrahamben Jasday.
Es una pequeña y hermosa ciudad sobre la orilla del mar a la que vienen con mercaderías comerciantes de todas partes: de Grecia, Posa Alejandría de Egipto, de la tierra de Israel, Africa y todos sus confines.
Desde allí hay una jornada y media hasta Gerona, donde hay una pequeña comunidad de judíos…”
Pasa a continuación por la zona francesa, en donde visitará las principales comunidades, explicándonos brevemente las raíces de las mismas, sus principales figuras desde tiempos lejano hasta los que a él les toca conocer, exponiendo las distancias entre unas y otras, y el número de individuos que la componen. Finaliza con su partida hacia tierras italianas:
LA CIUDAD DE ROMA
“La ciudad de Roma, la capital, que es cabeza del reino de los cristianos. Allí hay unos doscientos judíos honorables que no pagan impuesto a nadie, y entre ellos hay servidores del Papa Alejandro, obispo mayor encargado de toda la cristianda .
Roma se divide en dos partes: el río Tiber divide la ciudad Roma por el medio, una parte está a su lado y la otra al otro. En la primera parte está la gran iglesia que llaman San Pedro de Roma; asimismo parte está la gran iglesia que llaman San Pedrode Roma; asimismo estaba allí el palacio de Julio César el Grande; y hay allí muchos edificios y construcciones, diferentes de todos los del mundo.
Entre lo urbanizado y lo devastado hay veinticuatro leguas. Hay allí ochenta palacios, de ochenta reyes que tuvo Roma, llamados Emperadores. Desde el reinado de Trajano hasta el reinado de Nerón y Tiberio, que fueron en tiempo de Jesús el Nazareno, hasta el reinado de Pepino, padre de Carlo Magno, el que por vez primera conquistara España del dominio de los árabes.
Allí, en las afueras de Roma está el palacio de Tito, a quien no quisieron recibir el Cónsul y sus 300 consejeros por no haber cumplido sus mandatos y tomado Jerusalén sino al cabo de tres años, y ellos le habían ordenado (llevarlo a término en el plazo de) dos años. Allí está el palacio de Vespasiano, edificó muy grande y muy fuerte.”
También está allí el palacio real del Termal Coliseo; en su interior hay otros trescientos sesenta y cinco palacios, (tantos) como día tiene el año solar. El perímetro de los palacios es de tres leguas
Y todavía en tierras italianas habla de Capua, Sorrento, Nápoles, Salermo, Amalfi Benevento, etc. A continuación cruzó Grecia hasta llegar a Constantinopla, la capital de Bizancio.
CIUDAD DE CONSTANTINOPLA
“El perímetro de la ciudad de Constantinopla es de diez y ocho leguas , la mitad sobre el mar y la otra mitad sobre el continente. Se asienta sobre dos brazos de mar: uno que viene del mar de Rusia, y es otro del mar de España. Vienen aquí todos los mercaderes de Babel y del país de Shinar, de Persia. Es una bulliciosa ciudad; a ella vienen con mercaderías de todos los países marítimos y continentales.
No hay como ella en ningún país, excepto Bagdad, la gran ciudad de los ismaelitas. Allí está la iglesia de Santa Sofía, así como el papa de los griegos, ya que éstos no profesan la religión del Papa de Roma.
Hay allí tantas iglesias como número de días tiene el año, y una incalculable cantidad de dinero que anualmente traen, como impuesto, de las dos islas, de las fortalezas y de las grandes capitales que hay allí. Riqueza tal no se encuentra en ninguna iglesia del mund. Y los judíos no están en la ciudad, junto a ellos, porque fueron deportados a la otra parte del brazo de mar. Estando rodeando por el brazo, por un lado, no pueden salir a comerciar con los habitantes de la ciudad, sino a través del mar.
Grande es el odio que les tienen los curtidores de pieles, quienes vierten sus aguas pestilentes en las calles, frente a las puertas de sus casas y ensucian el recinto de los judíos. Por eso los griegos detestan a los judíos, ya sean buenos o malos, agravando su injusticia sobre ellos. Los judíos son, sin embargo, ricos y buenos, caritativos y cumplidores de los preceptos, soportando la iniquidad de su opresión resignadamente. El nombre del lugar que habitan los judíos es Pera.
Continúa describiendo hasta llegar a «Antioquia la Grande», para pasar entre otras ciudades por Beirut, donde habla del pueblo druso y de su religión Después hablaría de Tierra Santa, Aco (San Juan de Acre), Haifa, Cesarea, Naplus (en hebreo Shejem)
CIUDAD DE JERUSALÉN
“Desde allí hay tres leguas hasta Jerusalén, es una pequeña ciudad, fortificadas bajo tres murallas. Hay en ella muchas personas; los ismaelitas le llaman jacobitas, armenios, griegos, georgianos y francos, así como gentes de toda lengua. Allí está la casa de la tintorería que alquilan los judíos anualmente al rey, para que nadie haga tintes en Jerusalén sino solamente los judíos.
Hay como unos doscientos judíos habitando al pie de la Torre de David, al extremo de la ciudad.
En la muralla, que está junto a la Torre de David, está la primitiva obra de casamiento —como unos diez codos— construcción de los antiguos muros que edificaron nuestros padres.
No hay en toda la ciudad un lugar más fuerte que la Torre de David. Allí hay dos casas: una el Hospital —de él salen cuatrocientos caballeros—, allí reposan todos los enfermos que acuden, dándoles todo tipo de provisiones, tanto mientras viven como después de muertos.
La segunda casa que llaman Templo de Salomón es el palacio que hizo el rey Salomón —la paz sea sobre él. Allí descansaban los caballeros, y de él salen trescientos caballeros diariamente para guerrear, además de los caballeros que vienen del país de los francos y de tierra de cristianos, comprometiéndose mediante voto que servirán allí, días o años, hasta el cumplimiento de su voto.
Hay en Jerusalén cuatro puertas: la puerta de Abraham, la puerta de David, la puerta de Sión y la puerta de Josafat delante del Templo que había en los días de antaño -Frente a este lugar está el Muro Occidental, que es uno de los muros que había en el Santo de los Santos y le llaman puerta de la Misericordia. Allí acuden todos los judíos a rezar ante el muro para pedir ayuda.
Desde el valle de Josafat se sube al monte de los Olivos, pues entre Jerusalén y el monte de los Olivos no media sino solamente el valle. Hay grandes montañas alrededor de Jerusalén. En el monte Sion están las tumbas de las casas de David y los sepulcros de los reyes que le sucedieron…”
A continuación el turno de Belén, Hebrón, Asdod, Asquelón, la zonade Tiberias, etc. Llega entonces a Damasco.
CIUDAD DE DAMASCO
“Damasco, la gran ciudad que es comienzo de la gobernación de Nur al-Din, rey turcomanos, llamados turcos. Es una ciudad hermosa, grande y circundada de una muralla; tierra de huertas y vergeles en un trayecto de quince millas a la redonda; no se ve una ciudad tan fructífera como ella en todo el país. Hacia ella descienden, desde el monte Hermón, losríos Amana y Parpar, pues se asienta bajo el monte Hermón. El Amana desciende por medio de la ciudad y las aguas son conducidas por medio de acueductos a todas las casas de los notables, a las calles y a los zocos .En el
palacio hay casas construidas en oro y cristal y cuando la gente va rodeada el muro, se ven los unos a los otros. Hay columnas recubiertas de oro y plata, y asimismo hay columnas de mármol polícromo.
Hay en ella unos tres mil judíos, entre ellos hay sabios y potentados”
CIUDAD DE BAGDAG
Bagdad, que es la gran ciudad, cabeza de la gobernación del Califa, Príncipe de los Creyentes, Al-Abbasi, del linaje del profeta Mahoma. Es el comendador de la religión de los ismaelitas, y todos los reyes ismaelitas lo reconocen, siendo como el Papa de los cristianos.
Posee un palacio en Bagdad de tres millas de extensión: en el interior del palacio hay un gran bosque con toda clase de árboles del mundo, entre frutales y delos que no dan fruto; asimismo hay allí toda clase de animales, todo rodeado por un muro. Dentro del bosque hay un estanque, cuya aguas proceden del ríoTigris.
Hay allí en Bagdad como unos cuarenta mil judíos israelitas, y permanecen en calma, tranquilidad y honor bajo el poder del gran rey. Hay entre ellos grandes sabios y jefes de academias, ocupados en la Torá. Hay en la ciudad unas diez academias. En la ciudad de Bagdad tienen los judíos veintiocho sinagogas, entre Bagdad y Al-Kori que está al otro lado del río Tigres, pues el río divide la ciudad.
La Sinagoga Mayor del Ecilarca está construida con columnas de mármol polícromo, recubiertas de plata y oro, y en las columnas hay letras de oro de versículos de los Salmos.
DE BABEL A TIERRAS PERSAS
“Desde allí hay una jornada hasta Babel la Antigua, en ruinas, las cuales tienen una extensión de treinta millas. Todavía se encuentra allí destruido el palacio de Nabucodonosor, y los hombres temen entrar en él debido a las serpientes y alacranes que hay en su interior […] Desde allí hay cuatro millas hasta la Torre que edificaron los de la generación que vivió la separación de las razas. Desde allí hay dos jornadas hasta el río Samara, principio de la tierra de Persia; en ella hay como unos mil quinientos judíos.
Especialmente es curiosa la descripción de un falso mesías.
Allí surgió, hace ahora diez años, un varón de nombre David el-Roy, de la ciudad de Amadia; había estudiado bajo la tutela del exilarca Jasday y del rector de la Academia Gaón Yaacob, en la ciudad de Bagdad; era diligente en la Torá de Israel, en la Halajá, en el Talmud y en toda la sabiduría de los ismaelitas, y en todos los libros profanos, libros de los magos y de los encanta-dores. Se le ocurrió rebelarse contra el rey de Persia y reunir a los judíos habitantes en los montes de Hartón para salir a guerrear a todos los gentiles e ir a conquistar Jerusalén.”
POR TIERRAS DE EGIPTO
“Desde allí hay tres millas hasta Fayum. Hay en ella como unos doscientos judíos. Hasta hoy día se ven allí ruinas de los edificios construidos por nuestros antepasados.
Desde allí a El Cairo hay cuatro jornadas. Es El Cairo, la gran ciudad asentada sobre el río Nilos.
En ella hay unos siete mil judíos. Allí hay dos sinagogas, una para los de Eres-Israel y otra para los de Eres-Babel. Llaman a la congregación de Al-Samyyin y a la congregación de los de Eres-Babel congregación de Al-Iraqiyyin. Es una gran ciudad y en ella hay muchos zocos y alhóndigas (un lugar donde se almacenaba y comerciaba con el grano). Asimismo hay muchos judíos ricos en ella.
Desde el Nuevo Cairo, al Viejo Cairo hay dos leguas; este está en ruinas y hasta hoy día se ve el lugar de la construcción de las murallas y de las casas. También allí, en todos los lugares, hay muchísimos graneros hechos por José —la paz sea con él construidos en cal y piedras: es obra muy sólida.”
ALEJANDRÍA
Desde allí hay dos jornadas hasta Alejandría de Egipto, que antes se llamaba la ciudad de Amón; pero cuando la fundara Alejandro el Macedonio la llamó según su nombre y la edificó muy fortificada y bella; las casas, los palacios y las murallas son de construcción muy bella. Fuera de la ciudad está la Academia de Aristóteles, maestro de Alejandro; hay allí un gran edificio y una columna de mármol entre madrasa y madrasa (escuelas religiosas). Hay allí como unas veinte madrasas a las que allí iban gentes de todo el mundo para aprender allí la sabiduría de Aristóteles el filósofo.
La ciudad está construida hueca por debajo mediante puentes; la construyó con gran sabiduría. Sus calles son rectas; en su interior, en los canales que uno ve, los hay de una milla de distancia, de puerta a puerta: desde la puerta de Rasidhasta la puerta del Mar. Allí construyó una vía sobre el puerto de Alejandría, de una milla de distancia dentro del mar. Hizo allí una gran torre llamada El Faro, y en lengua árabe Minar al-Iskandaiyya. Allí, sobre lo alto de la torre hay como un espejo de cristal.
La torre del faro es una señal para los navegantes, pues todos los que vienen a Alejandría desde todos los lugares lo ven de día desde lejos, a una distancia de cien leguas y por la noche, el guardián alumbra una antorcha, viendo los marinos el fuego desde lejos, y van hacia él.
Es país de comercio y tráfico para todos los pueblos y desde todo reino cristiano vienen allí: por una parte, desde el país de Venecia, Lombardía, Toscana… Allí traen mercancías de India, de todo tipo de bálsamos, y los mercaderes cristianos las compran. La ciudad es bulliciosa por el comercio y cada nación tiene su propia alhóndiga. Allí, sobre la orilla del mar, hay un sepulcro de mármol y en él están grabadas toda clase de fieras y aves, y su imagen en su interior.
Allí, en Alejandría, hay como unos tres mil judíos.
Una vez terminada la visita a Egipto, Benjamín de Tudela inicia su vuelta a la península ibérica, pasando por las comunidades alemanas.
CIUDADES ALEMANAS, FRANCESAS, CROATAS , DE BOHEMIA Y RUSAS
Todas las comunidades de Alemania se asientan sobre el gran río Rynus. Desde la ciudad de Colonia, que es la capital del reino, hasta la ciudad de Regensburg, el extremo de Alemania, hay un trayecto de quince días: se llama Ashkenaz. Estas son las ciudades del país de Alemania que tienen comunidades israelitas:
Metz, Tréveris, a la orilla del río Mosela, Coblenza, Andernach, Bonn, Colonia, Biegen.
Todo Israel está dispersado por todos los países y quien permanece inactivo para que no se reúna Israel no ve la buena señal y no estará con Israel.
Cuando Dios recuerde nuestro destierro y levante el honor de su Mesías, entonces cada cual dirá: «yo conduciré a los judíos y los reunirá.
De allí en adelante está el país de Bohemia, llamado Praga, inicio del país de Esclavonia. Los judíos que allí moran le llaman Canáan, porque los paisanos venden sus hijos e hijas a todas las gentes: son las gentes de Rusia. Es un gran reino, desde la puerta de Praga hasta las puertas de Kiev, la gran ciudad, que está al fin de reino. Es país de montes y bosques. Nadie sale de las puertas de su casa en los días del invierno debido al frío, y allí hay hombres a quienes se les cae la punta de la nariz por intenso frío. Hasta aquí es el reino de Rusia.
En el reino de Francia los judíos de Sarfat, viven en ciudades grandes y limpias, son cumplidores de los preceptos y hospitalarios con todo transeúnte y fraternales y amistosos con todos sus hermanos, los judíos.
Dios nos bendiga y se apiade de nosotros y de ellos Terminado y completo.
LA PRIMERA GUÍA DE VIAJES
Benjamín de Tudela relata su viaje a las grandes urbes de su tiempo: hay de forma evidente una selección. Sistemáticamente analiza el número aproximado de días de viajes que transcurren de una comunidad a la más próxima, para calcular la distancia, citando brevemente su gobierno local, riquezas naturales (caza y pesca), principales actividades mercantiles y comerciales de la ciudad; si es una gran ciudad como Alejandría, El Cairo… recordará su historia y su relación con el pueblo judío, para pasar a explicar las principales obras arquitectónicas y monumentales, y a continuación hablar de la comunidad judía local en el tiempo que él la visita: número aproximado habitantes, principal actividad, relaciones de esta con el gobierno local, autoridades religiosas de la misma. También hará alusión a la seguridad de los caminos, a las vías marítimas (piratas, corsarios y bandidos en general), la orografía…
Es el primer libro de viaje que poseemos escrito en hebreo, y por su forma y contenido, la información política social y económica que deja entrever, base para un análisis detallado de las principales comunidades judías en el siglo XII
También se hace eco, aunque de forma indirecta, de leyendas e historias que se contaban en aquellas comunidades.
Según decía otro viajero, el polaco Ryszard Kapuscinski:
“Hay tres formas de interrelacionarse con el Otro: mediante la guerra, los muros o el diálogo.
La diáspora judía es el resumen tal encuentro, pues a lo largo de la historia los judíos han tenido que buscar su lugar en diferentes sociedades, al mismo tiempo que estas han tenido que aprender a convivir con ellos. En su libro, el viajero tudelano describió el caso de la diáspora del Oriente Medio entre la primera y la segunda Cruzada, experimentando los tres tipos de encuentro: desde violencia basada en estereotipos, pasando por ciertas impedimentos legales que dificultaban la vida cotidiana y hacían más hondas las diferencias, hasta una serie de privilegios económicos y comerciales que fomentaban la prosperidad de las comunidades judías.
Según nos hace entender Benjamín, fue el diálogo lo que prevalecía en beneficio de todos.
“La vida es lo que hacemos de ella. Los viajes son los viajeros. Lo que vemos no es lo que vemos, sino lo que somos”.
Fernando Pessoa
María Teresa Bravo Bañón
Fuentes
https://historia.nationalgeographic.com.es/a/benjamin-tudela-gran-viajero-judio_15693?
Libro de viajes
de Benjamín de Tudela:del mito a la realidad histórico-geográfica
Rica A MRAN, Université d’Amiens
Benjamín de Tudela, El Gran Viajero del Siglo XII
Benjamín de Tudela