- Descubre el futuro del cine en la 15ª edición del Ca’ Foscari Short Film Festival - 16 de marzo de 2025
- 5 años de la pandemia: bendita hemeroteca - 16 de marzo de 2025
- Nickel Boys - 8 de marzo de 2025
Aziz Tazi nació en Fez en 1961.
Es doctor en Filosofía y Letras (Filología Hispánica) por la Universidad de Valladolid y Traductor Superior por la Universidad Complutense de Madrid. Es profesor titular de lengua y literatura españolas y director del Departamento de Hispánicas de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas Dhar El Mahraz de la Universidad Sidi Mohamed Ben Abdellah de Fez. Premio Rafael Alberti de poesía de la Consejería de Educación de la Embajada de España en Rabat (2001), tiene publicados poemas en Aljamía (Revista de la Consejería de Educación de la Embajada de España en Rabat), Marcapasos (Universidad de Salamanca) y La Mañana (Casablanca). En 2007, el Ayuntamiento de Málaga le ha publicado el libro de poemas titulado Último aviso. Es coautor de Calle del agua: Antología contemporánea de la literatura hispanomagrebí, publicada en 2008 por la editorial Sial. En noviembre de 2015, la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de Fez le ha publicado Polvo de estrellas, en edición bilingüe español- árabe.
Vacío con pasado
Un acto ocurrido es un acto retenido
en la antimateria invisible.
Bucear en los recuerdos
es volver con la mente al espacio anihilado,
un tenaz y desesperado intento de restituir
la estampa para siempre jamás difuminada.
Los actos finitos burilan fatuas siluetas
en la arena que inaprensible rauda se disuelve,
ocultas curvaturas en el espacio-tiempo huidizo.
Cada instante, cada pena, cada goce,
cada picor y cada estremecimiento
no son más que la ligera semilla
del inmediato e irreversible vacío.
Nuestra conciencia de lo vivido
se desvive por perpetuarlo en el devenir incierto.
Polvo de estrellas
Las briznas del inmemorial estallido
encienden los átomos de ríos, nieves y mares,
reverberan en la superficie bruñida de las hojas de la camelia,
limpian el aire de la turbidez gangrenosa del vivir,
borran las insondables distancias entre el hombre y sus inicios.
Nunca preguntarse por qué se obró el pasmoso milagro:
dejar que los poros bendigan la delgadez de la brisa,
los párpados se enternezcan con el ámbar crepuscular,
el jazmín impregne las partículas todas,
la boca se deleite con la licorosa fruta,
las yemas titilen al roce de la sedosa redondez
y la ingle se resuelva en purgante olvido.
El ESTRECHO
Bab el-Zakat.
Puerta de la Caridad.
Calle de agua.
De cabo Espartel a Punta de Trafalgar,
del mar de Alborán al golfo de Cádiz.
Calle de agua.
¡Quién dijera que la sublime, hercúlea unión de aguas,
el apoteósico beso geológico,
rezumara un día impío veneno,
deshilachara azules sueños
y ahogara en flor jóvenes alientos!
¡Quién vaticinara que
los insolidarios peces
calcificaran un día la débil frontera,
erigieran dormidos heraldos, desalmados titanes
y derrumbaran hipócritas discursos!
El Ejido
¡Maldita ley del provecho
que hace que la riqueza vil
se nutra de la impotencia,
del desespero de los hombres !
Almas migrantes se desdibujan
bajo caldeados mares de plástico,
se retuercen en las carcomidas tablas
de sus infectados lazaretos,
arropados por el mal de madres que
vela sus interminables noches,
la silueta encogida y pujante
en el vientre de sus laceradas esposas.
Todo para que la culta Europa luzca
sus mejores atuendos,
cuide sus bonitas calles,
ostente sus pulquérrimas torres
y llene sus ávidas arcas.
Todo para que el rojo del tomate,
el verde de la lechuga
y el tintineo de la madura uva
tiñan de alegría sus fiestas.
Se equivocó la turba:
pensaba que cabríapero fue proscrita.
Refugiados sirios
Desteñidos y mustios esos rostros de mujeres y niños
que se escabullen entre los coches en los semáforos,
lejos de la tierra que los vio nacer,
de los esposos y los padres que combaten la tiranía,
o que engañados venden su alma al diablo.
En la mano la prueba de su desgracia,
el salvoconducto que les otorga la malvada vanidad,
la hipocresía ruin de quienes les regalaron
la supervivencia como limosna.
Insensato, cruel destino de niños y niñas
que aun en su abatimiento,
en su humillación y su afrenta
corretean y parecen jugar,
ajenos a la barbarie de los desalmados
que los desterraron fuera de sus verdes praderas
y les condenaron al negro asfalto.
Todos los sueños
Sueño con un país claro y límpido,
donde respirar no cueste tanto,
respetar las señales de tráfico anuncie una era nueva
y conversar sin alzar las manos repudie por fin la desidia.
Donde la gente se siente frente a frente,
no mire al asfalto
ni se anegue en su silencio,
y distienda el ceño.
Sueño con que nuestros ancianos huelan a azahar,
tengan la mañana plácida, el crepúsculo en compañía.
Mi preciado sueño lo pueblan mujeres sin miedo,
de túnicas de seda y albedrío sereno.
Mi sueño anhela una juventud sin trabas,
libre de tiranas tutelas, cósmica.
Sueño, sí, con un país de niños y niñas de tersa tez
y resplandeciente cabellera,
niñas y niños cuyos sueños irisen mares de colores,
bellas estampas, montañas de dulces para TODOS
LOS SUEÑOS.
Muchas gracias por compartir esos maravillosos poemas de una mente de un gran filólogo y poeta.
Es un sueño de todo hombre que sólo desea y quiere lo mejor para toda la humanidad y especialmente para su país.
Un abrazo
Aziz Tazi es un orgullo para el hispanismo marroquí y una figura destacada en la Poesía en general.