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Antonio Machado
Cuando mi voz calle con la muerte, mi corazón te seguirá hablando. Rabindranath Tagore
Antonio Machado (Sevilla, 26 de julio de 1875-Colliure, 22 de febrero de 1939), poeta.
El más joven componente del grupo del 98. En 1907, Antonio Machado obtiene la cátedra de francés en Soria. En esta ciudad conoce a Leonor Izquierdo, la hija mayor de los dueños de la pensión donde se aloja, aunque apenas tenía trece años, de la que se enamora. La ceremonia de boda se celebró el 30 de julio de 1909; el poeta tenía treinta y cuatro años y Leonor quince. La boda provocó un poco de escándalo, en aquel entonces, por la diferencia de edad que había entre los contrayentes. Fue un matrimonio repleto de amor y felicidad. Durante un viaje de ambos a París aparecen los primeros síntomas de tuberculosis en Leonor. Al año siguiente, fallece la mujer de Machado, con la que lleva casado sólo tres años. Este hecho le afecta tan profundamente que pide el traslado a Baeza, en cuyo Instituto General y Técnico seguirá impartiendo francés. El poeta publica estos conmovedores versos: “Señor ya me arrancaste lo que yo más quería…/ Señor, ya estamos solos mi corazón y el mar”.
Antonio Machado llevó una vida muy casta, dedicado, principalmente, a su trabajo, a su lectura y a sus versos. Pero, en 1929 (ya en su madurez) publica Machado sus Canciones a Guiomar: ¿quién es, se trata de una mujer de carne y hueso o solo una creación literaria?
Tras la muerte de Machado un libro de Concha Espina vino a descubrir el poético idilio, protegiendo la identidad humana que había detrás de Guiomar. El documento aportaba copias fotográficas y fragmentos de 35 de las 240 cartas que el poeta le escribió a su amada. La revelación definitiva llega con el libro de Pilar Valderrama “Sí, soy Guiomar”. Según relató Pilar lo hizo porque su esposo le había confesado su infidelidad con una joven que se acababa de suicidar. En la confusión se fue a buscar descanso en varias ocasiones a Segovia y allí conoció al poeta y surgió el amor. Por lo visto, se enamoró desde el primer instante, aunque ella le advirtió que estaba casada y que solo podía ofrecerle una inocente amistad.
Estos fueron los dos grandes amores de un gran poeta.
Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla,
Y un huerto claro donde madura el limonero;
Mi juventud, veinte años en tierras de Castilla;
mi historia, algunos casos que recordar no quiero.
Ni un seductor Mañara, ni un Bradomín he sido
-ya conocéis mi torpe aliño indumentario-
más recibí la flecha que me asignó Cupido,
y amé cuanto ellas puedan tener de hospitalario. (Machado)
Sería interesante ampliar la información, por otros medios.
Se puede escuchar deliciosa música mientras leemos Ej. Vivaldi. Las cuatro estaciones. Primavera.
Desnuda soy, desnuda digo: soñadora.
Mª Loreto Sutil Jiménez